España ha confirmado un caso de encefalopatía espongiforme bovina atípico, conocido comúnmente como enfermedad de las vacas locas, en una explotación ganadera de Castilla y León, dijo el viernes la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE).

Un animal de una explotación en Horcajo Medianero, cerca de Salamanca, dio positivo en unas pruebas rutinarias, dijo la OIE, con sede en París, citando un informe del Ministerio de Agricultura español. Esta situación ha obligado a sacrificar a tres del municipio salmantino de Horcajo Medianero y otra más en Bonilla (Ávila).

El portavoz del Ministerio de Agricultura en Madrid ha dicho que se trata de un caso atípico que no cambia la calificación sanitaria española, no conlleva restricciones al comercio ni al consumo y se comunica por seguir el protocolo establecido.

A mediados de los 90 hubo una epidemia de vacas locas en ganado de Reino Unido y otros países europeos. En los últimos años, se han detectado ocasionalmente casos denominados atípicos, que pueden desembocar en restricciones temporales al comercio.

El último caso registrado fue en Francia en marzo de 2016. En España habría que remontarse hasta el año 2012 cuando se descubrió esta enfermedad en explotación de Navia. 

El síndrome de las vacas locas se diagnosticó por primera vez en 1985 en el Reino Unido, donde hubo el mayor número de casos por este mal, seguido de Francia. No obstante, la epidemia más grave se produjo a partir del año 1996, con diferentes brotes aislados a partir de esa fecha.

Se trata de una enfermedad que afecta al tejido nervioso y produce alteraciones en el comportamiento de los animales como estados de nerviosismo, comportamiento agresivo, de ahí el nombre de "vacas locas". La transmisión en humanos se produce cuando se consume carne del animal infectado.