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Emergencia feminista Las mujeres tiñen de morado las calles para dejar claro de que la batalla feminista no cesa

Concentraciones en más de doscientas localidades españolas exigen derechos y clama contra las violencia machista.

Manifestación en Santander de la campaña "La noche violeta de la emergencia femenina". / PEDRO PUENTE HOYOS (EFE)

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Las mujeres han iluminado este viernes de violeta la geografía española en decenas de movilizaciones de "emergencia feminista" para clamar contra las violencias machistas y advertir que no cejarán en su batalla por la defensa de la igualdad, a pesar del "gravísimo retroceso" en sus derechos.

"No vamos a parar", "seguiremos llenando las calles", "batallaremos donde haga falta para no dejar a ninguna mujer sola o desprotegida, nos va la vida en ello", han aseverado en un manifiesto esta mañana más de 70 organizaciones feministas que han secundado las concentraciones convocadas esta noche para declarar la "alerta, la alarma, la emergencia" ante el aumento de los asesinatos machistas.

Desde 2003, 1.017 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, 42 en lo que va de año. Sólo en los últimos cinco días han sido asesinadas cuatro mujeres, aunque dos de ellas no figurarán en las estadísticas oficiales de los asesinatos de violencia de género al no ser cónyuges o éxconyuges de su asesino.

La noche será violeta

Bajo el lema La noche será violeta, el movimiento feminista ha vuelto a salir esta noche a las calles españolas para iluminarlas de morado y "gritar" contra las violencias machistas y el retroceso en los derechos de las mujeres, una iniciativa que impulsó en julio la Plataforma Feminista de Alicante.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha apoyado esta iniciativa: "Hoy la noche será violeta. Las calles de nuestro país se llenan de luz contra la violencia machista. Porque el compromiso de la sociedad española es firme: frente a la violencia contra las mujeres, ni un paso atrás", ha escrito en su perfil de Twitter.

Concentraciones que se han sucedido en más de 200 localidades españolas, así como en ciudades de Francia, Argentina y Portugal.

En Madrid, la lluvia no ha conseguido empañar la convocatoria en la Puerta del Sol, donde pese a la tormenta que ha caído esta noche cientos de personas -en su mayoría mujeres- se han congregado para clamar contra la violencia machista y exigir la implicación de los poderes del Estado en esta lucha.

Más de 200 ciudades se suman a la protesta

Valencia, Santander, Barcelona, Bilbao, Alicante, Córdoba, Valladolid, Oviedo, A Coruña, Pamplona, Almería, San Sebastián, Ciudad Real, Mérida o Sevilla son alguno de las ciudades que se han teñido de violeta para exigir que se pare la "barbarie" de la violencia machista y reclamar soluciones urgentes.

Badajoz, Huelva, Salamanca, Lérida, Tarragona, León, Cádiz, Jaén, Ourense, Girona, Santiago de Compostela, Cáceres, Ceuta, Ávila, Guadalajara, Toledo, Pontevedra, Palencia, Zamora, Segovia, Soria, Zaragoza, Málaga, Murcia, Ibiza o Las Palmas son otros de los lugares que se han unido al grito feminista de "La noche será violeta".

"Daremos la lucha, daremos la batalla y callaremos la voz de los que mienten, de los que falsean la realidad, de los que dicen que somos feminazis las mujeres que luchamos por la vida de las mujeres y por la igualdad", aseguraba esta mañana la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo.

Políticos negacionistas

En el manifiesto hecho público esta mañana, que reúne a 72 organizaciones de ámbito nacional y madrileño, se denuncia que haya políticos negacionistas de la violencia machista, "el principal y universal terrorismo de nuestros días" que está teniendo "un coste insoportable para la vida de las mujeres".

Para la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, existe una "clara relación de causa efecto" entre la aparición de ese discurso negacionista de la extrema derecha y el repunte del número de víctimas mortales en 2019, el peor desde 2011.

Y destacó que la sociedad y las instituciones llevan años esforzándose para que los agresores de violencia de género "se perciban como delincuentes" y que ese mensaje "se destruye" cuando las fuerzas políticas rechazan ese discurso, al "dar pábulo a los maltratadores para reafirmarse en su posición".

"Las democracias deben ser militantes, expulsar del sistema a las organizaciones que van contra el sistema o se aprovechan de él para vulnerar los derechos de la ciudadanía", añadió. 

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