Este artículo se publicó hace 2 años.
¿En qué se diferencia el Orgullo Crítico del oficial?
En Madrid, pero cada vez en más ciudades de España, confluyen dos Orgullos LGTBIQ+. El oficial, el MADO, y el Crítico, que recibe este nombre al menos desde 2010, aunque existen antecedentes desde los años 80.
Madrid-
La primera diferencia es la fecha. El Orgullo oficial, cuya representación directa es el MADO (Orgullo de Madrid), se celebra del 1 al 10 de julio. Se trata de una serie de eventos durante toda esa semana coronados por la manifestación estatal del día 9 de julio. Sin embargo, el Orgullo Crítico tiene un objetivo claro con la fecha de la celebración: volver a fijarla en el 28 de junio. Ese día se conmemora la revolución de Stonewall (1969) y significa el retorno a un Orgullo en clave de protesta. Para los y las organizadoras del Orgullo Crítico, el Orgullo oficial ha sido desposeído de su carácter reivindicativo, por eso centran su acción en la manifestación.
Punto por punto
"Todas las entidades que promueven el Orgullo oficialista promueven el pinkwashing"
Una de las principales causas por las que el Orgullo oficial habría perdido la esencia reivindicativa es el pinkwashing o lavado de cara rosa. Este fenómeno hace referencia al lucro que hacen las empresas privadas de los movimientos sociales como la lucha LGTBIQ+. Con el MADO ocurre desde el momento en el que se cede su organización a empresas privadas como AEGAL.
"Todas las entidades que promueven el Orgullo oficialista promueven el pinkwashing y el blanqueamiento de la entrada de empresas privadas" declara a Público, Deva Mar Escobedo, una de las portavoces de la plataforma Orgullo Crítico Madrid.
La plataforma se ha posicionado sobre la salida de los dos concejales populares del Ayuntamiento de Madrid durante la reunión del Orgullo al ser criticados por no colgar la bandera arcoíris. Han lanzado una campaña crítica con el Ayuntamiento de Madrid dándole la vuelta al lema del Orgullo del consistorio: "Ames a quien ames, ¿Madrid te quiere?" Con ella pretenden señalar al Ayuntamiento como promotor directo de la entrada del capitalismo en el Orgullo y afean la exclusión que ejerce el MADO sobre distintos colectivos vulnerables.
Antirracismo
Una de las peticiones más claras de los organizadores del Orgullo Crítico es la incorporación de la perspectiva antirracista en la manifestación y su materialización con medidas claras como la eliminación de la Ley de Extranjería y la regularización de las personas migrantes para que tengan plenos derechos. De hecho, el Orgullo Crítico de este año tiene como lema: "¡Sin papeles no hay orgullo. Que ardan las fronteras del racisistema!" Y puntualizan en su manifiesto: "Estamos hartes de este sistema racista y cishetero que excluye, persigue, tortura, encierra y deporta."
Este año, además, Orgullo Crítico se ha aliado con la campaña Regularización Ya que reclama una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para regularizar a todas las personas migrantes que lleven viviendo en España desde antes del 1 de noviembre de 2021.
Transfeminismo
"En el Orgullo oficial hay un vacío de contenido, se necesitan derechos"
El manifiesto de los distintos Orgullos Críticos se menciona rigurosamente el transfeminismo (la lucha feminista trans inclusiva) porque sus promotores consideran que la no mención es la invisibilización de una parte del colectivo: "En el Orgullo oficial hay un vacío de contenido, por eso en el Orgullo Crítico está presente la reivindicación transfeminista y la lucha antirracista, se necesitan derechos y un orgullo para todas, no vacíos", declara a Público, Deva Mar Escobedo.
Anticapacitismo
El Orgullo Crítico incorpora la visión anticapacitista y la necesidad de repensar la lucha desde la visión de las personas neurodivergentes. Por eso, se hermanan con el Orgullo Loco y apoyan reivindicaciones concretas como la denuncia de maltrato por parte de instituciones psiquiátricas.
"Queremos reivindicar la sexualidad de las personas neurodivergentes"
"La interseccionalidad plantea el cruce de ejes, en este caso, identidad de género y orientación con capacitismo. A muchas personas neurodivergentes se les quita la autonomía para decidir, se les infantiliza y desposee de deseo, por lo tanto queremos reivindicar la sexualidad de las personas neurodivergentes", relata a Público, Deva Mar Escobedo.
Descentralización y gentrificación
Otra de las características es el papel descentralizador. Critican al Orgullo oficial por gentrificar el barrio LGTBIQ+ de Madrid, Chueca, generando solo espacios para el turismo de masas. Pensar el Orgullo desde distintos puntos de la geografía española y activar el Orgullo Crítico en caso de que se haya perdido la capacidad de remover el status quo y la normatividad: "Hay sitios en los que no hace falta un Orgullo Crítico porque desde el inicio se respetó la reivindicación y no se mercantilizó el Orgullo. En Madrid, se ha mercantilizado la lucha. Esto no pasa de la misma forma en todos los lugares del Estado pero por ejemplo Murcia tiene su propio Orgullo Crítico", comenta Deva Mar Escobedo a Público.
Este año trabajan, además, en un manifiesto conjunto que suma la denuncia de la violencia institucional y policial, señala a la OTAN por "su papel imperialista y colonialista" o reclaman una mejor atención sanitaria a personas LGTBIQ+ (VIH, atención a personas migrantes, viruela del mono, chemsex), entre otros requerimientos.
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