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Detenido un pederasta por agredir sexualmente y prostituir a menores en un piso de Barcelona

Los Mossos también han arrestado a otros 15 hombres acusados de cometer agresiones sexuales grupales, que eran grabadas en vídeo. El cabecilla de la trama captaba a niños de entre 12 y 16 años a través de redes y aplicaciones. 

Los Mossos han desarticulado una presunta de red de pederastas en Barcelona.
Los Mossos han desarticulado una presunta de red de pederastas en Barcelona. Europa Press

Los Mossos d'Esquadra ha detenido a un hombre por presuntamente prostituir y agredir sexualmente a menores en un piso de Barcelona. Junto a él también han sido arrestados otras 15 personas acusadas de cometer agresiones sexuales grupales, que eran grabadas en vídeo. El cabecilla de la trama captaba a niños de entre 12 y 16 años a través de aplicaciones de citas y redes sociales.

Además, los agentes han identificado a 11 víctimas (dos chicas y nueve chicos) y siguen investigando para identificar a otros 14 menores que aparecen en el material gráfico recogido, así como a 14 agresores más, han explicado el jefe del Área Central del Cibercrimen de la División de Investigación Criminal (DIC), el inspector Josep Antoni López Garzón, y el cabo David López.

En una rueda de prensa, López ha explicado este viernes que la investigación se inició en 2021 con la denuncia de un menor y que se ha desarrollado en tres fases, que han permitido identificar a los presuntos agresores y al principal investigado y máximo responsable de la trama.

El cabecilla tenía antecedentes policiales por un presunto delito de prostitución de menores en Valencia en 2010 y fue detenidos dos veces a lo largo de la investigación.

Alquilaba habitaciones para cometer las agresiones

El responsable de la red de pederastia tenía un trabajo estable y un piso en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, que explotaba alquilando habitaciones sin tener licencia (donde se cometían las agresiones), y contactaba con otros pederastas.

Todos los implicados eran "plenamente conscientes" de la minoría de edad de las víctimas y acudían al domicilio después de acordar la práctica de sesiones de sexo grupal que proponía el principal investigado a través de redes sociales y programas de mensajería instantánea. Algunas agresiones eran grabadas en vídeo.

Los agentes analizaron más de 200 GB de material audiovisual y conversaciones y filtraron 1.300 vídeos de material de explotación sexual infantil (250 de ellos presuntamente grabados por el jefe entre 2016 y 2022); y leyeron más de 2.000 conversaciones, 120 de contenido pedófilo.

Menores en situación de vulnerabilidad

Los agresores tenían entre 19 y 50 años, y se ganaban la confianza de los menores "mediante un engaño" y, a veces, les entregaban a los jóvenes con regalos, dinero, alcohol y drogas.

Cuando grababan las relaciones sexuales, posteriormente las intercambiaban con los otros pederastas, y entre ellos comentaban los hechos "con frialdad".

"El principal investigado no obtenía una ganancia económica. Simplemente, obtenía placer sexual montando orgías y grabando, aunque a veces participaba", ha añadido López.

Los agresores sexuales aprovechaban la situación psicosocial y de vulnerabilidad de algunas de las víctimas para instrumentalizar estas relaciones y explotarlas sexualmente.

Algunas de las detenciones también se realizaron en L'Hospitalet de Llobregat, Vilanova i la Geltrú, Badalona, Sant Boi de Llobregat y Aranjuez, entre otros.

"Cualquier menor está expuesto"

Sobre las víctimas, no existe un perfil predeterminado, ya que "cualquier menor está expuesto", y muchos de los menores no eran conscientes de que eran víctimas de un delito (ni de que se grababan las relaciones) y no denunciaban, según los Mossos.

"Nuestra prioridad es verificar el relato explicado, identificar a los autores y aportar la máxima carga de prueba para aplicar una condena a estos agresores", ha explicado López Garzón.

Los responsables de la unidad de Cibercrimen han destacado la complicación de "determinar que una identidad real es la misma que una virtual" y la importancia de que las víctimas declaren una sola vez, para no revictimizarlas.

"Nos hace falta mucha política de supervisión de qué hacen nuestros hijos. Los agresores saben cómo son las víctimas que necesitan y saben cómo encontrarlas, y por desgracia cada día hacemos investigaciones como estas", ha añadido López Garzón.

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