El desinterés informativo alcanza un récord histórico global
Cuatro de cada diez personas evita frecuentemente las noticias, mientras que en España el desapego sube ocho puntos respecto a 2023 y predomina una inquietud generalizada por la desinformación, según el reciente informe del Instituto Reuters.
Madrid--Actualizado a
En un año crucial marcado por las elecciones en la Unión Europea y los conflictos en Ucrania y Gaza, el desinterés por la información ha alcanzado un récord histórico global. Así lo revela el reciente informe anual sobre noticias digitales del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo.
Según esta investigación, publicada por la Universidad de Oxford en la madrugada de este lunes, cuatro de cada diez personas evita frecuentemente las noticias. Este 39% supera en un punto porcentual el último récord registrado en 2022 y representa un aumento de tres puntos respecto al año pasado y diez puntos más que el 29% registrado en 2017.
El estudio anual del Instituto Reuters incluye casi 100.000 entrevistas en 47 países y se elaboró entre finales de enero y principios de febrero de este año por la compañía de investigación de mercados YouGov, con la colaboración de investigadores de la Universidad de Navarra en el muestreo español.
En España, la desconexión con las noticias ha aumentado ocho puntos en el último año, alcanzando el 37%. La persistente desinformación es una de las causas principales de este desinterés generalizado. Según el informe, seis de cada diez encuestados desconfían de la veracidad de los contenidos online, una proporción que en España asciende a siete de cada diez. En Estados Unidos, el 72% muestra preocupación al respecto, y en Sudáfrica, la cifra se eleva al 81%.
Entre las plataformas, TikTok y X (antes Twitter) destacan por la dificultad para distinguir entre contenido confiable y no confiable, habiendo alojado desinformación o teorías conspirativas sobre la guerra en Gaza y la salud de la princesa de Gales. En países como Reino Unido, Estados Unidos y México, aumenta la preocupación por las imágenes "fotorrealistas" generadas por Inteligencia Artificial y los videos deepfake.
Fatiga informativa
En una España marcada por la constante tensión política, el estudio revela que el 44% de los encuestados sufre de fatiga informativa, superando al 37% que evita consumir noticias. Ambos fenómenos están relacionados: el 58% de los que evitan las noticias lo hacen por sentirse sobreexpuestos mediáticamente. No obstante, la mitad de los encuestados mantiene un alto interés en la actualidad, lo que supone un ligero aumento respecto al informe del año anterior y sugiere una desaceleración en la pérdida de interés que se ha registrado desde 2015. Por grupos de edad, el porcentaje de desconexión llega al 44% entre los jóvenes y al 35% entre los mayores de 35 años.
Una de las razones detrás de esta desconexión es la percepción de que ciertos temas críticos no reciben suficiente cobertura periodística. Aunque la mayoría considera que existe una amplia oferta mediática en deportes, política, asuntos internacionales y entretenimiento, solo la mitad cree que hay suficiente cobertura sobre delincuencia y seguridad, educación o justicia social. Además, las audiencias más jóvenes muestran un creciente interés en áreas como la salud mental y el medio ambiente.
La política es el principal ámbito de desinformación
El principal factor que aumenta estas cifras en España es la proliferación de bulos y desinformación. En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un "paquete de medidas regenerativas" que incluye una normativa contra la desinformación, en línea con la ley europea de libertad de medios.
Según el informe de Reuters, los españoles detectan más falsedades sobre la guerra en Gaza que sobre el conflicto en Ucrania
Paralelamente, el estudio del Instituto Reuters revela que el 87% de los españoles está preocupado por las noticias falsas, cifra que complementa a los siete de cada diez que desconfían de la veracidad de los contenidos online. Según los encuestados, la política es el principal ámbito de desinformación en España, con un 37% identificando bulos en este campo. Otros temas que generan gran preocupación son la pandemia (29%) y la economía (28%). En cuanto a la cobertura internacional, los españoles detectan más falsedades sobre la guerra en Gaza (24%) que sobre el conflicto en Ucrania (16%).
La creciente desafección por las noticias no es exclusiva de España; también se observa en países como Brasil, Alemania y Finlandia. Aunque las elecciones aumentan el interés informativo en lugares como Estados Unidos, donde el 52% de los encuestados están dispuestos a seguir la actualidad, este porcentaje ha caído significativamente en Argentina −del 77% en 2017 al 45% actual− y en el Reino Unido, donde se ha reducido casi a la mitad desde 2015 (38%).
En cuanto a la confianza en las noticias, la cifra global del 40% de encuestados se ha mantenido estable en el último año, aunque sigue siendo cuatro puntos inferiores a los niveles durante los peores momentos de la pandemia. Finlandia lidera con el mayor índice de confianza en las noticias (69%), mientras que Grecia y Hungría tienen los índices más bajos, con solo el 23% de confianza, debido a preocupaciones sobre la influencia política y empresarial en los medios. Los factores que motivan a seguir los medios incluyen la calidad, la transparencia, la ausencia de sesgo y la equidad en la representación de diferentes grupos.
Auge de los vídeos y podcasts informativos
El cambio de paradigma para los medios está en la transformación de las plataformas digitales y la evolución de los hábitos de consumo. En España, el auge de los vídeos y podcasts informativos sigue en ascenso, con más del 40% de los usuarios de redes sociales prefiriendo seguir a marcas periodísticas, informadores y gente corriente en lugar de políticos (20%) o influencers (25%). Sin embargo, a nivel global, solo una quinta parte identifica los sitios web o aplicaciones de los medios como su principal fuente de noticias, una cifra que ha disminuido en diez puntos desde 2018. Las audiencias más jóvenes, además, muestran una conexión más débil con las marcas de organizaciones periodísticas en comparación con el pasado.
Rasmus Kleis Nielsen, director del Instituto Reuters y editor del informe, concluye: "El fin del tráfico masivo de las redes sociales tradicionales y la creciente competencia por la atención obligan a los periodistas y editores a esforzarse mucho más para captar la atención del público, y aún más para convencerlo de que pague por las noticias".
En cuanto al contenido editorial, más allá de la tecnología −donde Facebook sigue cayendo en el consumo de noticias mientras que alternativas como WhatsApp y redes de video como YouTube y TikTok están en auge−, Nielsen y su equipo señalan la falta de perspectivas diversas y de historias "que puedan proporcionar una base para el optimismo ocasional".
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