Este artículo se publicó hace 5 años.
Aislamiento a discapacitadosMás de un 20% de las personas con discapacidad viven solas y siete de cada diez son mujeres
El riesgo de aislamiento es más elevado entre las víctimas de violencia, las personas con discapacidad intelectual o con problemas mentales, en general, aquellas personas con grandes necesidades de apoyos.
Madrid-
Más del 20% de las personas con discapacidad viven solas, una soledad que tiene rostro de mujer y de persona mayor, perfiles a los que el aislamiento por falta de apoyos para una autonomía personal les condena a vivir entre cuatro paredes.
Las personas con discapacidad reclaman, en un manifiesto conjunto de más de 8.000 asociaciones, "el impulso de estrategias adecuadas que sirvan para mitigar el aislamiento social que devasta a las personas con discapacidad", con motivo del Día Europeo, este lunes, e Internacional (el 3 de diciembre) de las Personas con Discapacidad.
"La soledad no deseada es una de las lacras de las sociedades llamadas a sí mismas avanzadas. Las mujeres y hombres con discapacidad se enfrenten en su día a día a situaciones de aislamiento social, de separación de la vida en comunidad, que provocan mayores dosis de soledad forzosa", denuncian las organizaciones en su manifiesto, con el lema SOS soledad, yo también cuento.
Entre las causas que producen y agravan las situaciones de soledad no querida están la falta de accesibilidad de entornos, productos y servicios; la imposibilidad o la dificultad extrema de ejercer los derechos fundamentales; la inactividad obligada; la ausencia extendida de apoyos para una autonomía personal efectiva o residir en medios con escasez de recursos por la deficiente y no equitativa distribución de los mismos, como es el rural.
Las personas con discapacidad "se enfrentan cada día a situaciones de aislamiento social", según las organizaciones
"Según estudios sociológicos, más de un 20% de las personas con discapacidad viven solas, un 38% de estas personas viven en soledad no deseada y el 74% son mujeres", alertan las entidades agrupadas en el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).
Junto a los mayores y las mujeres, recuerdan que el riesgo de aislamiento y soledad es más elevado entre las víctimas de violencia, las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, con problemas de salud mental, con discapacidades sobrevenidas en la vida adulta o en la edad avanzada, y en general, aquellas con grandes necesidades de apoyos.
Asturias y Castilla-La Mancha: aumenta la contratación
En el ámbito laboral, los datos de empleo son positivos para las personas con discapacidad. Los contratos a profesionales con discapacidad han superado en lo que llevamos de año los 100.000, un 1,7 % más que en los diez primeros meses de 2018, cuando se registraron 98.375, según un informe de la Fundación Randstad.
Por tipos de contratos, 18.773 profesionales con discapacidad firmaron un contrato indefinido -el 18,8 % del total de firmas-, mientras que 81.230 contratos fueron temporales -el 81,2 % restante. El estudio señala que los contratos indefinidos se redujeron en un 5,6 % mientras que los contratos temporales aumentaron un 3,5 %.
Asturias (14,6 %), Castilla-La Mancha (12,5 %) y Baleares (10,5 %) son las regiones donde más ha aumentado la contratación de los profesionales con discapacidad de enero a octubre de 2019. También crecen los contratos por delante de la media nacional (situada en 1,7 %), en Andalucía (con 5,3 %), en Madrid (con 5,2 %) y en Cataluña (2,2 %).
Deporte para la inclusión
Con motivo del Día Internacional de la Discapacidad, la Fundación También, centrada en el deporte adaptado para la inclusión de personas con discapacidad, destaca que es la mejor herramienta y que proporciona múltiples beneficios a los que se suman.
Según la presidenta de esta ONG, Teresa Silva, "el factor psicológico contribuye a mejorar la autoestima y la superación personal; con el deporte se aprende lo importante que es el trabajo en equipo: colaborar, ayudar y confiar en los demás para conseguir buenos resultados".
"Si se cree en las propias capacidades y se continúa con la formación, resulta más sencilla la inserción laboral de personas con capacidades diferentes, con lo que se adquiere mayor calidad de vida pues las personas con discapacidad buscan un empleo en el que no se les prejuzgue, en el que no se les trate de manera diferente y en el que se les valore por su talento", destaca la responsable de la Fundación También.
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