"Más del 53% de los municipios catalanes tienen viñedos y todos tienen una DO cerca para poder conocerla"
Hablamos con Joan Gené, el nuevo director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI)
C.F.
Periodista
Barcelona--Actualizado a
Joan Gené (Vilabella, 1959) es, desde el mes de octubre, el nuevo director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI), una institución con más de cuarenta años de historia considerada un Centro Público de Investigación al servicio de la actividad productiva vitícola y enológica nacional, con plena capacidad en materia vitivinícola. En esta entrevista, nos explica que, en Cataluña, el vino es cultura. Hay más de 56.000 hectáreas de viñedos, lo que representa el 5,9% de todo el territorio nacional. Esto es posible, y se sostiene, gracias a 8.500 viticultores y 750 bodegas. Todos ellos producen alrededor de 3,2 millones de hectolitros de vino cada año, un 8,4% del total nacional. La mayoría de los viñedos y bodegas se concentran en las provincias de Barcelona y Tarragona, aunque cada vez se desarrollan más grandes proyectos en las comarcas de Girona y Lleida. Todo esto está distribuido en doce Denominaciones de Origen (DO), que constituyen algunas de las postales más icónicas de nuestro paisaje. Cataluña también lidera el número de embotelladoras de producción ecológica. Todos estos datos reflejan el talento catalán, canalizado a través de una amplia oferta formativa: formación profesional de grado medio y superior, además de formación universitaria.
¿Cuál es su vínculo con el sector vitivinícola?
En casa, en Vilabella (Tarragona), tenemos viñedos de macabeo y xarel·lo rojo que llevábamos a vinificar a la cooperativa. Durante los últimos diez años he sido director-gerente del Consorcio de Inspección y Control de bodegas con denominación de origen de Catalunya. Actualmente, y desde hace dos meses, soy el director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI).
Cuando cena fuera, ¿tiene claro qué vino pedirá o es de los que revisa la carta?
Me gusta probar de todo, no siempre elijo el mismo vino y tampoco sigo la máxima de vino tinto para la carne y vino blanco para el pescado. Defiendo el vino tinto para los segundos platos. Puedo abrir un tinto para un pescado graso o un blanco contundente para la carne. Se trata, al fin y al cabo, de disfrutar.
¿Cómo se explica que el vino esté tan presente en las canciones, historias populares y la tradición gastronómica catalana?
En Catalunya se cultivan viñedos y se elabora vino desde hace más de 2.700 años. Se han encontrado semillas carbonizadas de vitis vinifera en el yacimiento de La Font de la Canya, en Avinyonet del Penedès, que lo demuestran. Por tanto, la cultura del vino en Cataluña se remonta a los fenicios; es una cultura milenaria.
Con los años, la oferta de vinos catalanes se ha diversificado. ¿Qué tipologías y D.O. podemos encontrar actualmente?
En Catalunya tenemos 12 Denominaciones de Origen: 11 catalanas y la DO CAVA, que también se extiende a otros territorios de la península ibérica. Desde el INCAVI defendemos que elaborar vino bajo una denominación de origen es garantía de procedencia y calidad, reflejo de una tradición histórica catalana y europea que queremos mostrar al mundo.
Cuando compras vino con DO, ayudas a que las personas puedan vivir del territorio. Los viticultores también realizan la importante tarea de ordenar el paisaje, no lo olvidemos. Sin ellos, estaríamos ante un bosque o un desierto.
¿Podría explicarnos las principales peculiaridades de cada una de ellas?
La DOQ Priorat es una de las dos Denominaciones de Origen Calificada en España. Cuenta con más de 2.000 hectáreas y 115 bodegas. Predominan los vinos profundos y "minerales" de garnacha y cariñena. La DO Tarragona destaca por su legado milenario, su puerto comercial y por la variedad macabeo, así como por la elaboración de vinos rancios. Tiene 3.400 hectáreas y 42 bodegas. La DO Alella es una denominación periurbana, la más pequeña aunque se extiende por 31 municipios de 3 comarcas. Dispone de 7 bodegas repartidas en 200 hectáreas. Su variedad insignia es la pansa blanca. La región con mayor producción de vino en Cataluña es la DO Penedès, considerada la cuna de la viticultura catalana. Fundada en 1960, cuenta con 2.500 hectáreas y 150 bodegas, destacando por su apuesta por la viticultura ecológica. Su variedad estrella es el xarel·lo.
¿Y al norte de Catalunya encontramos la DO Empordà?
Sí, creada en 1975, cuenta con 1.850 hectáreas y 46 bodegas. El Empordà, además de ser una denominación marcada por la tramontana, es tierra de garnachas —que allí llaman lledoner— y cariñenas. Además, se ha recuperado una variedad autóctona: la cariñena blanca.
En Catalunya se cultivan viñedos y se elabora vino desde hace más de 2.700 años
¿Y si bajamos hacia el sur...?
La DO Terra Alta se creó en 1982 y, después de la DO Catalunya, es la denominación más extensa, con 5.870 hectáreas y 62 bodegas. Alberga una tercera parte de las plantaciones de garnacha blanca del mundo. Un año después, en 1983, nació la DO Costers del Segre, con 4.000 hectáreas y 36 bodegas, destacando como la denominación de las tierras de Lleida, marcada por el río Segre. La garnacha, las variedades internacionales y los vinos de montaña son algunos de sus rasgos distintivos. La DO Conca de Barberà fue fundada en 1985 y actualmente tiene 2.721 hectáreas y 28 bodegas. Destaca por contar con una variedad autóctona, el trepat, y por su patrimonio cooperativo representado por las llamadas "catedrales del vino". Diez años después, en 1995, nació la DO Pla de Bages, heredera de lo que fue la zona con más viñedo de Catalunya, con 27.700 hectáreas durante la época conocida como "la fiebre del oro de la vid en el Bages".
¿Ahora ya no es así?
Actualmente cuenta con 500 hectáreas y 17 bodegas, pero su pasado vitivinícola queda muy presente en las barracas, muros y tinas de piedra seca, las prensas medievales y el Monasterio de Sant Benet. La DO Catalunya, creada en 1999, se extiende por 39.761 hectáreas y cuenta con 202 bodegas que elaboran vinos de vanguardia y calidad. Por último, la DO Montsant, fundada en 2001, tiene una superficie de 1.775 hectáreas y 53 bodegas. Esta denominación se caracteriza por haber realizado una revolución estilística de la garnacha.
Con todo este patrimonio vitivinícola, es lógico que las bodegas catalanas jueguen en la primera liga de la producción de vinos.
Actualmente en Catalunya se producen los mejores vinos de su historia, premiados en todo el mundo y que figuran entre los mejor puntuados por grandes sumilleres tanto nacionales como internacionales. Catalunya destaca por su diversidad varietal, que la convierte en una región vitivinícola única en el mundo. Hay que explicarlo, creerlo, y animo a todos a que vengan a conocernos.
Actualmente en Catalunya se producen los mejores vinos de su historia, premiados en todo el mundo
¿Cuál es el secreto para elaborar el vino perfecto?
Si lo supiera…
¿Encuentra diferencias entre los viñedos de hace 20 o 10 años?
Las viñas son plantas muy sabias y van adquiriendo conocimiento con los años, como las personas. Una planta de 20 años sabe mucho más que una planta joven y, por tanto, su fruto es más equilibrado, más rico y más intenso. Aunque no siempre se mejora con la edad.
¿Las condiciones climáticas han obligado a realizar algunos cambios en el cultivo o la vendimia de la viña catalana?
Sí, como en el resto del sector agroalimentario, hay que adaptarse a la realidad que vivimos. En el INCAVI somos principalmente un centro de investigación y llevamos muchos años desarrollando I+D pública, colaborativa y aplicada para garantizar la sostenibilidad del sector: técnicas de manejo del suelo, monitorización del riego, recuperación de variedades, selección clonal, patrones resistentes a la sequía, levaduras autóctonas, nuevas tecnologías para reducir el uso de sulfitos, entre otras áreas de estudio.
¿Qué medidas cree que deberían mantenerse para asegurar la viabilidad del sector de la vid y el vino en Catalunya en función de aspectos sociales y ambientales?
En cuanto al aspecto ambiental, llevamos tres años viviendo una sequía persistente, por lo que la primera respuesta del gobierno ha ido en esta dirección. Se ha puesto en marcha un plan de ayudas para no depender exclusivamente de la lluvia. Se duplican las inversiones previstas hasta 2040, con el objetivo de alcanzar un aumento del 30% al 70% en autonomía hídrica para el año 2027. Además, se ha elaborado un plan de medidas urgentes con un valor total de 70,8 millones de euros, que se pagarán antes del 31 de diciembre. Con estas ayudas se espera compensar las pérdidas de producción en las explotaciones agrícolas de secano con viñedos en toda Cataluña. Sin embargo, hay que subrayar —y esa es nuestra responsabilidad— que cada territorio requiere una solución específica y es necesario realizar un diagnóstico ajustado para cada caso.
Para estas fiestas recomiendo que el consumidor pruebe vino catalán, que hay muchísimos y de excelente calidad para todos los gustos
¿Y en el aspecto puramente económico?
En el aspecto económico, hay una cadena de valor, y si el productor no puede ganarse la vida, esta se rompe. Por lo tanto, debemos intentar que las bodegas sean excelentes para que puedan vender el vino a un precio justo, permitiendo que sus proyectos sean sostenibles no solo a nivel ambiental, sino también económico. Los agricultores hacen grandes sacrificios y, con la emergencia climática, las producciones son muy bajas, por lo que el precio debe ajustarse al alza.
¿El enoturismo sigue siendo uno de los puntos fuertes para este sostenimiento económico?
Sí, en Cataluña contamos con más de 750 bodegas, y la gran mayoría de ellas abre sus puertas al enoturismo. Hay una oferta amplísima que todavía puede crecer más, porque, como decía, la cultura vitivinícola en nuestro país es milenaria. Además, más del 53% de los municipios catalanes tienen viñedos, y todo el mundo tiene cerca una DO que puede descubrir.
Ahora llegan las fiestas de Navidad, ¿cuáles son los vinos con más demanda en esta época?
Si hablamos de estos días, diría que los tintos por cuestión de temperatura en invierno y los espumosos por la asociación que se hace con las celebraciones. Sin embargo, las cifras de 2023 muestran una mayor comercialización de vinos blancos y un creciente interés por los rosados.
¿Qué es lo que más valoran los consumidores del producto?
La calidad. El vino es mucho más que un simple producto alimentario. El vino conecta con un territorio concreto, con una forma de hacer y de entender la producción, algo que cada vez es más conocido y apreciado por los consumidores. El conocimiento y el reconocimiento de estos valores es lo que los consumidores buscan cada vez más.
El vino conecta con un territorio concreto, con una forma de hacer y de entender la producción
¿Podría recomendarnos tres vinos estrella para las comidas navideñas?
Recomiendo que el consumidor pruebe vino catalán, que hay muchísimos y de excelente calidad para todos los gustos. Seguro que encuentra lo que le gusta, y eligiendo entre la riqueza del vino catalán, está dando valor a nuestros paisajes, nuestras tradiciones y nuestra cultura.