Unos 200 expositores participarán en la Fira de Reis de Igualada, una de las más antiguas de Catalunya
Oficialmente tiene más de 70 años de antigüedad, pero sus orígenes se remontan al siglo XIV
La Fira de Reis de Igualada (Barcelona) es una de las ferias más antiguas que se celebran en el territorio catalán, con orígenes medievales. Durante la mañana de reyes, el 6 de enero, la longitud del Paseo Verdaguer se llena de paradas de jardinería, semillas, alimentación y artesanía, además de vendedores ambulantes, ocupando una superficie de más de 12.000m2. Los 200 expositores de este año estarán distribuidos de punta a punta del paseo, y estarán allí toda la mañana, desde las 9:00 horas hasta las dos del mediodía.
La 72ª edición Fira se hace coincidir -como ya es habitual- con el Mercado de Antigüedades en el Parc de l'Estació Vella, donde se pueden encontrar más de 80 anticuarios, almonedistas y coleccionistas. Con esta oferta, la ciudad de Igualada se convierte en un punto de encuentro de gente de toda la comarca de la Anoia y sus alrededores. Ya es tradición que se acerquen agricultores, campesinos y visitantes de todo el país, también para pasear desafiando el frío y al mismo tiempo bajar las comidas copiosas de estas fechas.
Además de los productos agrícolas, también se podrán encontrar productos de alimentación como embutidos, quesos, aceitunas o miel
Además de los productos agrícolas, también se podrán encontrar productos de alimentación como embutidos, quesos, aceitunas, miel, tartas, frutas y verduras. Entre los paradistas también habrá artesanos que ofrecen ropa hecha a mano, jabones y cosmética natural, velas, bisutería y marroquinería, así como los vendedores ambulantes con ofertas llamativas de última hora.
Hoy en día la Fira de Reis es un auténtico evento comercial y social. En esta feria especializada en semilleros, es tradicional que los campesinos de la comarca se abastezcan de los semilleros de árboles que necesitan para el año. Últimamente, se ha complementado con productos de artesanía del país y de fuera y con puestos que ofrecen alimentación. Va evolucionando, pero sigue "muy honesta con la historia que hay detrás".
"Con un clic en el móvil puedes realizar cualquier compra, tenemos el reto de cómo poder seguir aportando valor cuando no tienes que salir de casa para conseguir nada". Así de claro es el presidente de Fira de Igualada, Ivan Sánchez Enrique, entidad sin ánimo de lucro que organiza esta y otras ferias. Su objetivo es fomentar y dinamizar la economía y el comercio local.
La historia de la Feria de Reyes de Igualada
En 1373, la concesión del privilegio de celebrar ferias y mercados era una prerrogativa real. Aquel año, Pedro III el Ceremonioso otorgó a Igualada el derecho de organizar una feria que se iniciaba el día de la Epifanía del Señor y se alargaba durante los quince días siguientes, dando origen a la tradicional Fira de Reis. Pero no fue hasta noviembre de 1951 cuando se creó Fomento de Ferias y Mercados bajo el patrocinio del Ayuntamiento. Sus fundadores decidieron que la primera acción pública sería organizar la Fira de Reis de 1952.
Además del tradicional mercado ganadero, hay exposiciones de maquinaria y otros inputs para el sector agrícola y de productos diversos. Hay una sección dedicada al ganado que se ubica en la plaza de España y en las calles cercanas, a los semilleros (hortícolas, de árboles frutales y de diversas variedades de viña americana), stands de maquinaria agrícola y las paradas de vendedores de tejidos, libros, cristalería y venta ambulante en general, así como exhibición y venta de maquinaria agrícola,
Con el paso del tiempo la feria ha ido evolucionando, no ha perdido su esencia
"El objetivo inicial era abastecer la vida de campesino", recuerda Sánchez sobre unos inicios donde se celebraba por toda la localidad, con los paradistas y proveedores no sólo en el paseo. "Con el paso del tiempo ha ido evolucionando, no ha perdido su esencia, ha seguido consolidada, no tanto por el producto sí como por la tradición", reivindica el responsable. "En el contexto actual de tanta opción digital y de producto de todas partes, damos la posibilidad de acercarse al productor y artesano local, acercar la proximidad de nuestros orígenes", insiste.
Una feria consolidada en el calendario
Aunque la feria dura oficialmente tan sólo cinco horas, la cantidad de paradistas y visitantes hace que pasen muchas cosas. La organización celebra que haya un retorno tan positivo, ya que en muchas ocasiones no puede incrementar el número de paradistas, según Sánchez. "Es una feria que está tan consolidada y atrae a tanta gente que no tenemos que hacer una inversión importante en comunicación, el expositor ya se guarda la fecha", dice el presidente de la entidad, que celebra la "fidelidad" de los paradistas.
Sánchez destaca que no plantean la fecha como una feria comercial sino como una feria de carácter local, aunque haya paradistas de toda la comarca y llegue a toda la provincia. "En la feria de septiembre -FirAnoia- no se cierran operaciones, pero se acaban cerrando pasadas la feria. En este caso, todo el volumen o impacto que se genera pasa durante la feria", destaca.
El regreso a los orígenes y a la proximidad, pese al contexto actual, es una fórmula aceptada por parte del público
Desde Fira Igualada, intentan identificar tendencias para diseñar nuevas ferias que puedan aportar valor a la ciudad, mirando también a otras ferias y mercados de toda Catalunya. "Lo que estamos viendo es que este regreso a los orígenes y a la proximidad, pese al contexto actual, es una fórmula aceptada por parte del público de forma muy positiva. Por eso queremos seguir potenciando la Fira de Reis", remarca.
Asimismo, pone en valor el conocimiento que se hace entre el productor y el potencial cliente. "Hay mucha recurrencia, expositores y paradistas tienden a repetir, muchos saben que habrá una parada que siempre estará allí", detalla. En definitiva, reivindica que "a pesar de la revolución tecnológica y digital de la que somos partícipes, volvemos de nuevo a las raíces".
Paradistas muy habituales
Tal y como explica el presidente de Fira Igualada, es muy común que los paradistas repitan, y la gran mayoría ya son habituales. Un claro ejemplo es el igualadino Ivan Rovira Escura, conocido como El Pintapedrer. Este artesano especializado en la piedra de pizarra y en hacer joyas con este material ya hace cerca de 15 años que participa en la Feria de Reyes de Igualada.
"Es un día extraño, pero como ya es tradición de hace tantos años, los igualadinos están acostumbrados a salir pese al frío. Hay concurrencia de público, además de muchas paradas", reivindica. Según detalla, algunos buscan detalles, pero muchos se acercan porque están fidelizados: "La gente hace años que nos conoce y en la feria les presentamos novedades, aunque queda lo que queda para que gastemos los últimos cartuchos" , dice haciendo referencia al final de la época de ferias, que reanudará a finales de febrero o principios de marzo.
Es un día extraño, pero como ya es tradición de hace tantos años, los igualadinos están acostumbrados a salir pese al frío
Además de las ventas, la gente también aprovecha para hacer cambios de regalos. Y es que en Igualada es muy habitual que la gran mayoría de regalos lleguen el 5 de enero por la noche, a través de un millar de pajes, por lo que todo el mundo se acuesta con los regalos. "Quien ha regalado piezas nuestras, al día siguiente tiene la ocasión de cambiarlas", remarca el paradista. "Es una feria que se hace bien y que dure muchos años, es bonita pese al frío", reivindica Rovira.
Otro de los habituales es Josep Maria Oliva Codina de Mas Buret, que ofrece productos apícolas y derivados. Generalmente se puede encontrar miel de la zona, de mil flores o romero, o de montaña que llevan de Ripoll aprovechando la trashumancia. También propóleos, polen u otros derivados de la miel como los preciados caramelos de miel.
Oliva es de Santa María de Montbui pero vive en Sant Martí de Tous. Explica que ya iba a la feria con su padre, "desde hace 40 años o más". Éste tenía maquinaria agrícola, pero también vendía cosas para las abejas. "Es una feria que funciona y va bien. Ha cambiado respecto a otros años, ahora hay de todo en todas partes. Está cotizada, aunque quizás ha bajado un poco la participación de paradistas", valora en su caso.
En cualquier caso, destaca que siempre encuentra a los clientes y les puede ofrecer un tracto más personal, "es una manera de darte a conocer y hacer relaciones": "Siempre hay alguien que no ves nunca y en la feria te viene a comprar, ya lo espera. También destaca el peso de la tradición en Igualada de salir a pasear "para bajar las comidas de estos días".
El Mercado de Antigüedades
Como ocurre habitualmente, la Feria de Reyes coincide con el Mercado de Antigüedades. Unos ochenta anticuarios, almonedistas y coleccionistas estarán instalados en el Parc de l'Estació Vella. De manera excepcional en el mes de enero contará con dos Mercados de Antigüedades: el día 6 en la Estació Vella y el día 26 de enero, el último domingo de mes, en el tramo central del Paseo Verdaguer, en su ubicación habitual.