Este artículo se publicó hace 4 años.
Emergencia por coronavirusEl 1% del barrio de Salamanca vuelve a saltarse el confinamiento para protestar contra el Gobierno ante la mirada de la Policía
Más de un centenar de personas se manifiestan con mascarillas, cacerolas y banderas de España en uno de los barrios más ricos de España ante una presencia policial pasiva.
Fermín Grodira
Madrid-
Un 90,5% de los electores votaron a los tres partidos de derecha en las últimas elecciones generales. 89.015 euros de renta media por hogar al año, unos ingresos que sitúa a sus habitantes entre el 1% más rico de España. Estos son los datos de la sección censal de la calle Núñez de Balboa del distrito Salamanca de Madrid que por quinto día consecutivo ha vuelto a protestar en las calles contra el Gobierno de Pedro Sánchez y el confinamiento por la pandemia del coronavirus cuando se cumplen dos meses del estado de alarma.
Ciclistas con banderas de España como capa, una mujer con una bolsa de Sánchez Romero con una pegatina antigubernamental, el periodista de OkDiario Carlos Cuesta, un joven con una gorra de ‘Make America Great Again’, una colombiana de Vox, un empresario con 61 empleados, una ‘runner’ agitando su llavero… Estas son algunos de las personas, prácticamente todas con mascarillas, algo más de 100 que han recorrido una y otra vez un tramo de la calle Núñez de Balboa contra el Gobierno, “la dictadura” y la “libertad”.
Un único manifestante con un megáfono comenzaba tímidamente la protesta pasadas las 20 horas, que no cogió fuerza hasta que a las 21 horas las caceroladas desde los balcones y las calles resonaban en Núñez de Balboa. Los manifestantes han concentrado sus críticas en el Gobierno central. Al ser preguntados varias personas por su opinión de la gestión de la crisis por la Comunidad de Madrid, una mujer la ha defendido mientras que otra protestante ha considerado que la administración autonómica tiene las manos atadas desde que el Gobierno decretó el mando único. La necesaria reactivación de la economía y la vuelta a nueva normalidad era otra reivindicación compartida por muchos de los paseantes-manifestantes.
“No hemos visto muertos”, se quejaba amargamente otra manifestante, crítica con la opacidad del Gobierno y los medios de comunicación. Al señalarle que Televisión Española mostró un aparcamiento con ataúdes llenos de víctimas del coronavirus y que El Mundo ha llevado a su portada tanto féretros como de un fallecido la mujer “ni de izquierdas ni de derecha” ha dicho que no ve la televisión. También ha restado importancia al virus porque no ha habido ningún contagio en el colegio que daba clase a niños hasta el 11 de marzo, mientras desconfiaba de los datos de infectados del Gobierno, ya que no comprende cómo puede haber más de 200 casos diarios tras dos meses de confinamiento.
Esta vez la Delegación del Gobierno sí ha realizado un despliegue policial con gran cantidad de antidisturbios y un helicóptero que ha sobrevolado el barrio. Los policías recordaban por megafonía y ocasionalmente en persona que las personas debían moverse y respetar la distancia de seguridad, que difícilmente se mantenían con la gran cantidad de periodistas presentes. La Policía Nacional ha identificado al menos a una pareja de manifestantes, quienes han denunciado a los medios de comunicación lo que creían una violación de sus derechos y una muestra más de las faltas de libertades en España. El día anterior trece vecinos fueran identificados para propuesta de sanción por saltarse la obligación de mantener un distanciamiento social, según Delegación del Gobierno.
Una protesta alimentada por un bulo
El origen de la protesta es un bulo: la Policía Nacional reprimió una cacerolada contra el Gobierno y multó a personas por llevar la bandera de España. El domingo 10 de mayo apareció la Policía Nacional en esta acaudalada calle por un grupo de personas que estaba en la calle al ritmo de la música que salía de un piso hacia las 20:30, según el cuerpo policial. Los vídeos y testimonios de los vecinos recopilados por Maldita.es confirman que la protesta fue posterior a la intervención policial, coincidiendo con la cacerolada diaria de las 21:00 que promueve en redes sociales perfiles de la derecha mediática y afines a Vox.
Esta desinformación y supuesta represión política del “Gobierno socialcomunista” dio alas a que el siguiente período de paseo vespertino se convirtiese en una protesta de unas 100 personas contra el confinamiento entre gritos de ‘Libertad’ y ‘Gobierno dimisión’. Las banderas de España y la estética de Nuevas Generaciones dio lugar a memes en redes sociales. La Policía Nacional no hizo aparición. Este miércoles la protesta creció tras un martes lluvioso que dejó mermó la cacerolada a pie de calle. La imagen de un hombre golpeando una señal de tráfico con un palo de golf se convirtió en viral. Ha nacido la Caye Borroka. El primer Gobierno de coalición desde la Segunda República ha encontrado en este privilegiado a sus mayores críticos.
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