Este artículo se publicó hace 8 años.
Urkullu adelanta las elecciones por la “inestabilidad política” en el Estado
El lehendakari anuncia que la cita electoral tendrá lugar el próximo 25 de septiembre, un mes antes de lo esperado. En su esperada comparecencia, aseguró que tomó la decisión tras conocer el resultado de la reunión entre Felipe VI y Rajoy. La oposición cree que el jefe del Gobierno Vasco ha manipulado las fechas según sus intereses.
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BILBAO.- Los políticos vascos no tendrán las vacaciones que esperaban. Este viernes, el lehendakari Iñigo Urkullu ha anunciado que el próximo 25 de septiembre tendrán lugar las elecciones autonómicas, lo que implicará un adelanto en los planes de todas las formaciones. Hasta esta semana, casi todos creían que la cita electoral tendría lugar el 23 de octubre. Casi todos, menos Urkullu. Su objetivo: evitar que el incierto panorama político estatal influya en la voluntad de la ciudadanía vasca. Su miedo: el previsible avance de Podemos en Euskadi, que podría consolidarse como una opción real de gobierno.
“¿Vacaciones? A ver qué dice el lehendakari”, era una de las frases más repetidas desde mediados de esta semana en las sedes de las principales formaciones vascas. El primero en levantar sospechas fue el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, quien el miércoles admitió que podía producirse un adelanto electoral. O incluso un retraso. Todo dependía, según Erkoreka, de lo que ocurriese con las negociaciones para formar gobierno en Madrid, ya que “las circunstancias no son todo lo normales que deberían para un marco de gobernabilidad estable”. Hasta ahí pudo leer.
El jueves, coincidiendo con el último pleno antes del receso veraniego, fue el propio lehendakari quien admitió que estaba sumido en un proceso de “profunda reflexión” en torno a cuál debía ser la mejor fecha para convocar las elecciones autonómicas, una potestad que reside únicamente en su persona. Tras conocer el resultado de la ronda de contactos entre el Rey Felipe VI y los líderes políticos –que se saldó con el encargo del monarca a Rajoy para que intente formar gobierno y se someta a una sesión de investidura-, Urkullu confirmó el rumbo de sus planes: las elecciones vascas serían adelantadas.
En cualquier caso, el jefe del Gobierno Vasco optó por mantener el suspense hasta el mediodía de este viernes. A primera hora de la mañana, su Oficina de Prensa remitió una escueta convocatoria de prensa, en la que anunciaba una comparecencia del lehendakari a las 14.30 en Vitoria. No detalló el motivo, pero tampoco hizo falta: a medida que avanzaba la mañana, los principales partidos políticos de Euskadi empezaron a organizar sus propias ruedas de prensa para la tarde.
El lehendakari fundamentó su decisión en "tres razones fundamentales”: “hemos cumplido el programa de gobierno, el parlamento vasco ha cumplido su actividad y se mantiene la incertidumbre” en la política estatal
Urkullu entró a la sala de prensa de Lehendakaritza con rigurosa puntualidad. “He convocado a los consejeros del gobierno para comunicar una decisión que ahora hago público: las elecciones vascas se celebrarán el domingo 25 de septiembre”, afirmó. “Es una decisión muy meditada, fruto de una decisión profunda y compartida”. “Dado el escenario actual, lo más conveniente para los intereses del país es que tengan lugar el 25 de septiembre”, remarcó. El lehendakari fundamentó su decisión en "tres razones fundamentales”: “hemos cumplido el programa de gobierno, el parlamento vasco ha cumplido su actividad y se mantiene la incertidumbre” en la política estatal.
Durante una comparecencia de algo más de media hora, el lehendakari dedicó varias palabras al gobierno en funciones de Rajoy, a quien –según indicó- había informado sobre el adelanto de las elecciones vascas mediante un mensaje. Frente a las cámaras, acusó al presidente de mantener una “actitud recentralizadora”, e incluso habló de un “agujero negro” para referirse a las relaciones entre Vitoria y Madrid, marcadas por los habituales recursos del gobierno central contra distintos acuerdos adoptados por el ejecutivo vasco.
En ese contexto, el lehendakari quiso dejar bien claro que la “inestabilidad política” en el Estado es el principal motivo del adelanto de la cita electoral en Euskadi. “Consciente del escenario de incertidumbre en España, considero que el 25 de septiembre es la fecha más idónea para celebrar las elecciones vascas”, reiteró. La fecha coincide con el “Alderdi Eguna” (Día del Partido), la fiesta anual del PNV. Casi tres horas después de que se hiciera pública la convocatoria electoral, la formación nacionalista aseguró que se reunirá este domingo para definir cuál será la nuevo fecha de su acto.
Con o sin Alderdi Eguna, Urkullu -que volverá a presentarse como candidato del PNV- sabe que no serán unas elecciones fáciles. La irrupción de Podemos en el panorama político vasco podría poner en juego su permanencia en el poder. Tal como quedó comprobado en las elecciones generales del 20 de diciembre y del 26 de junio, la formación morada ha logrado convertirse en la opción preferida de los votantes vascos. Aún falta conocer quién será su candidato o candidata, algo que se definirá en las primarias que desde este viernes y hasta el domingo celebra este partido. El resultado se dará a conocer el lunes.
Según algunos sondeos dados a conocer en los últimos meses, PNV podría mantenerse en el primer lugar, aunque seguido de cerca por Podemos. De hecho, los nacionalistas no obtendrían los respaldos suficientes para la investidura, ni siquiera con el apoyo del PSE –partido con el que actualmente mantienen un acuerdo en distintas instituciones-. Frente a ello, el partido de Urkullu se esforzará por desligar el resultado de las pasadas elecciones generales con lo que podría ocurrir en las próximas autonómicas, reivindicando el papel “vasco” de su partido frente a aquellas opciones de ámbito estatal. Por ahí irá el mensaje de los jeltzales en las próximas semanas.
A espera de conocer el candidato o candidata de Podemos –en las primarias compiten Pilar Zabala, hermana de una víctima del GAL; Juan Luis Uría, médico y cooperante; y Manuel Belandia, concejal en Leioa (Bizkaia) y bibliotecario de la Universidad del País Vasco (UPV)-, tanto PNV, como PSE y EH Bildu ya han mostrado sus cartas. Si los nacionalistas han optado por Urkullu, los socialistas han elegido como postulante a su actual secretaria general, Idoia Mendia, muy cercana a Pedro Sánchez. Por su parte, EH Bildu tiene como principal reclamo al dirigente independentista Arnaldo Otegi, aunque podría haber sorpresas de última hora: la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, advirtió a finales de mayo pasado que trasladaría a la Junta Electoral la pena de inhabilitación que, según esta funcionaria, continuaría pesando sobre el portavoz abertzale.
Sin embargo, los abogados de Otegi –quien salió de la cárcel en marzo pasado- aseguran que no están especificados los cargos para los que estaría inhabilitado, por lo que confían que finalmente podrá presentarse como candidato a lehendakari. No se trata de un tema menor para la coalición independentista: a día de hoy, el dirigente independentista es la principal esperanza de este sector político, que en las elecciones de diciembre y junio encadenó dos malos resultados, principalmente por el denominado “efecto Podemos”.
Por su parte, el PP aún no ha decidido quién será su candidato. Los conservadores saben que sus posibilidades de conquistar el Gobierno Vasco son nulas, por lo que se centran, básicamente, en no desaparecer del mapa político. Al menos saben que Ciudadanos, en el caso de Euskadi, no es un problema: el partido de Albert Rivera, con un discurso ultracentralista, aún es una opción prácticamente insignificante. Tampoco lo es UPyD, que perdería su único parlamentario en Vitoria.
Las reacciones de los partidos políticos no tardaron en llegar. La primera en valorar el anuncio de Urkullu fue Mendia, quien aseguró que el adelanto electoral no pilla por sorpresa al PSE. “Estamos listos, porque a estas alturas el Partido Socialista de Euskadi tiene una candidata a Lehendakari, tiene unas listas cerradas y, más importante, tiene un programa electoral en el que llevamos trabajando varios meses”, reivindicó. “Euskadi se enfrenta ahora a un reto decisivo: tiene que optar por un país que construyamos todos juntos, abierto al mundo, que cuente con todos o si opta por un proyecto, el de los nacionalistas, que sólo nos lleva a la división y al enfrentamiento”, sostuvo.
Poco después llegó la valoración del PP. Ante la falta de candidato, la encargada de hablar fue la actual secretaria general de los populares vascos, Nerea Llanos. “Casi es mejor que se adelanten (las elecciones), porque de esta manera se pone fin a un fiasco de legislatura, un fiasco en lo económico, un fiasco en las políticas sociales, un fiasco en la consecución de lograr la paz y la convivencia”, afirmó desde la sede de su partido en Bilbao.
Otegi compareció ante los medios para destacar que la izquierda independentista ya está “trabajando” para hacer frente a unas elecciones: "Hace apenas una semana presentamos un grupo de trabajo que va a elaborar propuestas para un proyecto nacional para este país”
Podemos –inmerso en pleno proceso de primarias- también optó por su secretaria general para dar una respuesta a la decisión de Urkullu. “Más que una convocatoria de elecciones, parecía su primer mitin de campaña”, afirmó Nagua Alba en Donostia. En ese contexto, señaló que la convocatoria electoral está marcada por el miedo que existe en el PNV tras las dos últimas elecciones generales, en las que fue derrotado por Podemos. En tal sentido, la responsable de esta formación advirtió que los nacionalistas buscarán una “campaña fría”, tanto como la legislatura que acaba de terminar.
También en la capital de Gipuzkoa —y también en tono crítico—, Arnaldo Otegi compareció ante los medios para destacar que la izquierda independentista ya está “trabajando” para hacer frente a unas elecciones. “Esto es tan así, como que hace apenas una semana presentamos un grupo de trabajo alrededor mío que va a elaborar propuestas para un proyecto nacional y popular para este país”, puntualizó. En cualquier caso, el dirigente abertzale criticó al lehendakari por tomar su decisión en función de lo que ocurre en Madrid. “Mientras este país siga pensando que las soluciones pasan por tener en cuenta lo que ocurre en Madrid, no tiene solución”, subrayó.
Desde la otra punta ideológica, el portavoz de UPyD y único parlamentario de este partido en el País Vasco, Gorka Maneiro, aseguró que el anuncio de elecciones responde a los “intereses de partido” del PNV. Además, aprovechó para reivindicar el papel de su partido –que podría quedarse sin representación en la próxima cámara- como el garante de las “ideas constitucionalistas” en Euskadi.
Como era de esperar, el único que no tuvo críticas al lehendakari fue Iñigo Iturrate, coordinador del PNV en el Parlamento Vasco y encargado de dar a conocer la posición de su partido ante la convocatoria electoral. “La realidad ha demostrado que los compromisos adquiridos se han cumplido”, destacó el parlamentario nacionalista. En otro tramo de su intervención, aseguró que Urkullu cumplió con su principal promesa: “trabajar por resolver los problemas de los ciudadanos desde el acuerdo”. No en vano, ese será uno de los mensajes habituales del PNV durante las próximas semanas.
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