Este artículo se publicó hace 2 años.
Los silencios del rey en su mensaje de Navidad
Felipe VI no encuentra hueco para tratar la crisis climática o la violencia machista en su discurso de esta Nochebuena.
Alcoi--Actualizado a
Felipe VI ha centrado su mensaje de Nochebuena en temas como la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas para buena parte del mundo, en especial la crisis de la inflación que golpea principalmente al precio de los alimentos. Ha tenido, en este sentido, palabras de reconocimiento para la OTAN, que celebró una cumbre este año en Madrid.
También se ha referido, sin pisar muchos charcos, a la crisis institucional que vive el país tras una semana en la que se ha producido un sonoro choque entre el Poder Judicial, a través del Tribunal Constitucional, y el Poder Legislativo. El Senado no pudo llevar a cabo una votación programada para modificar la ley que renueva, precisamente, a los magistrados integrantes del Constitucional. Además, el rey ha subrayado la importancia de la Unión Europea para España, a seis meses de asumir la presidencia rotatoria del Consejo.
Sin embargo, los discursos muchas veces dicen más por aquello de lo que no hablan, por los silencios, que por los temas tratados. Y la Casa del Rey se ha dejado temas de relevancia que no han sido nombrados o profundizados durante la alocución del monarca de esta Nochebuena.
Masacre de Melilla
Llama la atención que Felipe VI haya tenido palabras de solidaridad con las personas refugiadas ucranianas, pero que no las haya tenido con aquellas que tienen otro origen. Y más cuando el Estado español es frontera sur de Europa, donde las violaciones de los derechos humanos son sistemáticas, según denuncian distintas ONG.
Sangrante es el caso de Melilla, donde el pasado 24 de junio unas 2.000 personas intentaron saltar la valla para internar entrar en suelo europeo. Un número indeterminado de personas falleció en aquella operación que fue repelida por los cuerpos policiales españoles y marroquíes conjuntamente. Público destapó en exclusiva cómo agentes marroquíes entraron en suelo español para llevar a cabo devoluciones en caliente. Posteriores investigaciones periodísticas de medios tan prestigiosos como la BBC dieron la razón a este periódico.
Recientemente, la Fiscalía ha archivado la investigación sobre las muertes que tuvieron lugar en aquel fatídico día. Y eso pese a que el Defensor del Pueblo, institución que dirige Ángel Gabilondo, considera que las explicaciones dadas hasta el momento por el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska son insuficientes.
Medio ambiente
La ausencia que quizás más sorprende en el discurso de Felipe VI de esta Navidad es alguna referencia a la crisis climática que asola al mundo entero y a España en particular. Y más cuando es una de las reclamaciones sociales con más apoyo en los últimos años y una de las banderas del actual Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
Sequías, grandes oleadas de incendios, temperaturas extremas, altísimos niveles de gases de efecto invernadero, crisis energética, crisis de flora y fauna en los mares en los que hay altísimos niveles de contaminación... El rey no ha tenido tiempo para tratar estos temas.
Violencia machista
Otra lacra que amenaza a nuestra sociedad y que no ha tenido hueco en la alocución navideña del monarca ha sido la violencia machista. Algo incomprensible cuando este Gobierno tiene el feminismo como uno de sus principales baluartes con un Ministerio de Igualdad punta de lanza a nivel internacional en muchas medidas de este ámbito.
Con el caso de una mujer asesinada presuntamente por su marido el pasado día 22 de diciembre en Asturias, el número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 45 en 2022 y a 1.178 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar datos. Igualmente, el número de menores huérfanos y huérfanas por violencia de género en España asciende a 36 en 2022 y a 375 desde 2013, cuando comenzó a recopilarse esta serie histórica. Un silencio atronador el de Felipe VI.
Medidas sociales frente a la crisis
Llama la atención que el rey haya evidenciado su preocupación por la subida del precio de los alimentos por la crisis de la inflación derivada de la guerra en Ucrania, pero que no haya hecho ningún llamamiento ni al Gobierno, ni a los legisladores, ni a los empresarios para paliar este problema.
Del mismo modo, también habría tenido la oportunidad de reconocer algunas medidas que están funcionando y que deben continuar para que la crisis económica derive en la menor medida posible en una crisis social, como las desarrolladas para bajar el precio de la factura energética. Y más cuando se está negociando el escudo social que ha de prorrogarse durante el año que viene. Las buenas palabras, sin medidas políticas concretas que las materialicen, no consiguen un impacto real en la sociedad.
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