El Gobierno planea presentar el mes que viene a los sindicatos una propuesta de modificación del período de cómputo para calcular las pensiones de jubilación que beneficiará a aquellos trabajadores cuyas cotizaciones hayan sido más bajas en los últimos años de su carrera laboral.

Así lo anunció este viernes el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Antonio Escrivá, en el programa Al rojo vivo de La Sexta. Según Escrivá, ese grupo de futuros pensionistas representa un 30% del total. El ministro no desveló sin embargo si la reforma perjudicará al 70% restante.

El montante de una pensión de jubilación se calcula en la actualidad teniendo en cuenta las bases de cotización -el índice sobre el que la empresa y el trabajador pagan cada mes a la Seguridad Social- de los últimos 300 meses. Es decir 25 años. Una fórmula que beneficia a quienes han ido incrementando sus salarios, y por tanto su contribución, a lo largo de su vida.

El Gobierno sostiene que para garantizar la sostenibilidad del sistema y para cumplir con los compromisos de reducción del déficit público contraídos por España con la Unión Europea, es preciso ampliar el período de cálculo.

Eso perjudicaría a ese último grupo de trabajadores porque se tendrían en cuenta los años en los que han cotizado menos, en beneficio de quienes han visto interrumpida o minorada su cotización por haberse quedado en paro, por haber tenido que aceptar reducciones de salario o empleos peor remunerados al final de su carrera.

Según Escrivá, se trata de "reflejar las nuevas realidades en el mercado de trabajo", que con el actual sistema perjudican especialmente a las mujeres y a los trabajadores jóvenes, que son quienes más interrupciones de su carrera sufren a lo largo de su vida laboral.

El ministro no aclaró si dentro de la propuesta de reforma que presentará en septiembre figura la posibilidad de que el incremento del período a tomar en cuenta para calcular el importe de las pensiones vaya acompañado de la posibilidad de que el pensionista escoja dentro esa etapa los años o meses de mayor cotización. Una fórmula que Escrivá ha insinuado en más de una ocasión.

Según un informe del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social de las universidades de Extremadura y de Valéncia, ampliar el periodo de cálculo de 25 a 35 años permitiría reducir el gasto de la Seguridad Social hasta un 0,88% del producto interior bruto (PIB) en el año 2050, cumpliendo así los requisitos de la UE. Pero supondría un recorte medio de las pensiones de jubilación del 8,8%.

Si se acompaña la ampliación del cómputo a 35 años con la posibilidad de que el trabajador escoja los 25 años con mayores bases de su carrera, los investigadores auguran que la cuantía de las nuevas pensiones subiría un 6,5% y el gasto sólo  un 0,67% sobre lo proyectado en 2050, y menos de un 0,5% más aproximadamente dos décadas después

El Gobierno lleva meses negociando con los agentes sociales la reforma de las pensiones, y hasta ahora ya había sacado adelante aspectos como incentivar el retraso en la edad de jubilación real y los planes de pensiones de empleo, reforzar los mecanismos de solidaridad intergeneracional para garantizar la  financiación del sistema y reformar el sistema de cotización del régimen de autónomos para que contribuyan al sistema en función de sus ingresos.