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Rajoy, sin inmutarse: "En el Gobierno trabajamos para reducir desigualdades"

El presidente del Gobierno solventa una de las sesiones de control más relajadas de esta legislatura en la que Pedro Sánchez estuvo sin cintura política en plena crisis por la situación judicial de Chaves y Griñan.

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Justicia, Rafael Catalá (i), durante la sesión de control al Ejecutivo hoy en el pleno del Congreso. EFE/Paco Campos

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MADRID.- La sesión de control parlamentario al Gobierno de este miércoles ha sido bastante cómoda para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Las formas y el fondo de las cuestiones planteadas por los tres interpelantes – Aitor Esteban, Rosa Díez y Pedro Sánchez – no han constituido ningún problema. El jefe del Ejecutivo ha echado mano de su particular manual de cifras triunfalistas y, en el caso del diputado vasco, se ha limitado a leer un espeso y denso texto técnico que le han preparado en el ministerio de Industria que a buen seguro ni él mismo ha entendido. Bastante ha hecho con solar la parrafada de un solo tirón, sin equivocarse.

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l líder del PSOE, Pedro Sánchez (i), junto al portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando (d), durante la sesión de control al Ejecutivo hoy en el pleno del Congreso. EFE/Paco Campos

Y es que estaba en otras cosas. De su paso de esta mañana de miércoles por la sede parlamentaria han destacado sus palabras pronunciadas fuera del hemiciclo, ya en los pasillos, cuando ha dicho: “Cumpliré mi palabra”, en clara referencia a la situación judicial que viven sus colegas Manuel Chaves y José Antonio Griñán , diputado y senador respectivamente, y la posibilidad de exigirles sus actas parlamentarias.

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Los diputados socialistas Diego López Garrido y Manuel Chaves durante el pleno del Congreso celebrado esta tarde. EFE/Chema Moya

Ante ese estado de cosas Rajoy ha echado mano de manual: unas cifras por aquí, otras por allá y, voilà, asunto resuelto: “En el Gobierno trabajamos para reducir las desigualdades”, ha sentenciado. Y lo ha hecho leyendo, como es su costumbre, que hasta para decir lo que ha dicho baja la cabeza y sujeta el papel pegado a su mano. Se aplica una norma que es una leyenda en la radio, entre otros medios: el peor guión es el que no se lleva escrito. Por ahí no le van a pillar a Rajoy.

Pues no señor, nada de eso. Rajoy ha relatado lo que tantas veces se le ha escuchado: “No hay peor política de desigualdad que el aumento desempleo”, le ha espetado al socialista. “Nosotros, cuando gobernamos, creamos empleo”, ha insistido. Y vuelta a los datos; que si el pasado año se han creado 400.000 empleos y en este “se crearán otros 600.000 puestos de trabajo”, ha anunciado ya como aperitivo electoralista”.

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La sesión de control no ha tenido más historia. Ni siquiera el enfrentamiento entre el portavoz socialista, Antonio Hernando – sin duda bajo los efectos del shock del día anterior para explicar y rectificar a renglón seguido la situación judicial de Chaves y Griñán y el código ético del PSOE - , con la vicepresidenta Sáenz de Santamaría ha tenido especial interés. Al parecer, tanto el Ejecutivo como el legislativo ya están en otras zarandajas. A la vista hay cinco procesos electorales en cuatro citas en las urnas. ¡Ay es ná!

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