Entrevista a Aída Castillejo, alcaldesa de Rivas Vaciamadrid"Cada rincón de Rivas es un ejemplo de lo que consigue la lucha vecinal"
Entrevista a la alcaldesa de Rivas, después de que el Ayuntamiento denunciara al Gobierno de Ayuso ante la justicia por no permitirles aplicar la ley de vivienda para rebajar los alquileres.

Madrid-
Aída Castillejo (Rivas, 1985) es alcaldesa de su municipio desde julio de 2022. Rivas goza desde hace años de una posición como "aldea gala de la izquierda" no sólo por el color de su Ayuntamiento (gobernado por Izquierda Unida), sino porque se ha constituido como un baluarte de defensa de los servicios públicos y de la res pública en el Madrid privatizador y ultraliberal hegemonizado desde hace décadas por el Partido Popular.
La última batalla se ha producido a cuenta de la vivienda, el principal problema estructural de la ciudadanía en España, en Madrid y, también, en Rivas. El Ayuntamiento ha pedido declarar el municipio como zona tensionada para poder rebajar los alquileres a través de la ley de vivienda, pero la comunidad, gobernada por Isabel Díaz Ayuso, les ha denegado esta petición, pese a que el municipio cumple con los requisitos recogidos en la norma.

Castillejo y la corporación municipal han decidido llevar este tema al Tribunal Superior de Justicia de Madrid para que sean los jueces los que diriman en asunto: "Quiero garantizar que la gente que ha nacido y crecido en Rivas pueda seguir viviendo aquí", defiende la alcaldesa.
En esta entrevista con Público, la regidora de Rivas habla del modelo de su municipio como baluarte de los servicios públicos, de la situación de la financiación de los ayuntamientos y de cómo está la izquierda en los ámbitos político y orgánico.
Ustedes han denunciado a la Comunidad de Madrid por impedirles aplicar la ley de vivienda. De hecho, el recurso interpuesto por ustedes ha sido admitido por la Justicia madrileña. ¿Cómo esperan que se resuelva este conflicto?
El problema que tenemos como país con la vivienda es estructural y lo que estamos pidiendo es que todas y cada una de las administraciones pongamos encima de la mesa las herramientas de las que disponemos para intentar ayudar a paliar esta situación. Nosotras lo intentamos, hicimos la propuesta a la Comunidad de Madrid para ser declaradas zona tensionada y lo que nos trasladó es que, como no les gustaba la ley de vivienda, no la iban a aplicar.
Es como si de pronto cualquiera decidiéramos que cualquier ley no nos gusta y por tanto no la vamos a acatar. Si esto no lo puede hacer un ciudadano cualquiera, tampoco lo puede hacer un gobierno, los gobiernos no podemos decidir qué leyes aplicamos en función del agrado que tengamos por esa ley.
Lo que está haciendo es que mis vecinos, los vecinos y vecinas de cualquier municipio de la Comunidad de Madrid, tengan menos derechos que los vecinos y vecinas de Cataluña o de Asturias, que sí que están aplicando la ley de vivienda y que están demostrando que esa declaración de zonas tensionadas implica la bajada de los precios.
Por eso, una vez agotada la vía administrativa, y para defender los derechos de los vecinos y de las vecinas de Rivas, planteamos esta situación ante los jueces para que sean ellos quienes nos digan en qué situación quedamos. Además, es un doble castigo porque no nos va a llegar financiación estatal que está vinculada a esa declaración de zonas tensionadas.
Dice que a la Comunidad de Madrid, a Ayuso, no le gusta la ley. ¿Por qué?
Me encantaría poder contestarte a esta pregunta. Es verdad que, como todas las leyes, puede ser mejorable, pero es la ley que tenemos y a las administraciones les toca aplicarla. A mí me gustaría saber por qué el PP decide no aplicar una ley; esto es lo grave, que están decidiendo no aplicar una ley, una ley que, además, pone herramientas encima de la mesa y que en los lugares en los que se está aplicando va bajando los precios del alquiler.
Si estamos viendo que funciona, ¿cuál es el problema para no aplicarla y para no poder hacer que los precios de la vivienda empiecen a bajar también en el resto de comunidades?
¿Cree que el Gobierno estatal está haciendo lo suficiente para permitir a los ayuntamientos que lo desean, como el suyo, aplicar la ley de vivienda? ¿Qué más puede hacer?
La vivienda es una competencia de las comunidades autónomas y hay que respetar lo que tiene que ver con las competencias autonómicas. El Gobierno central lo que está haciendo es intentar desarrollar una ley y yo lo que sí le pido al Ministerio de Vivienda es que busque una fórmula que nos permita a los municipios que estamos cumpliendo requisitos, pero que la comunidad autónoma no nos permite declararnos zonas tensionadas, efectuar esa aplicación, o bien busque las fórmulas de colaboración.
En mi ciudad tenemos una empresa municipal de la vivienda, quizá se podría estudiar la colaboración con esa empresa municipal. Me consta que el Ministerio la está buscando pero estas fórmulas nunca son todo lo rápidas que quisiéramos.
Queremos mucha más agilidad porque el problema de la vivienda sigue creciendo en nuestros municipios, sobre todo en municipios como el mío, que formamos parte de la primera corona metropolitana de Madrid, con unos precios desorbitados que cada vez expulsan más gente y, por lo tanto, esa gente se viene a los municipios que estamos más cercanos.
Yo tengo que seguir garantizando que la gente que ha nacido en Rivas y que ha crecido en Rivas, si quiere, tenga al menos la posibilidad de poder seguir viviendo en Rivas. Y eso, obviamente, pasa por una apuesta fuerte municipal y lo estamos haciendo. Tenemos un plan estratégico de vivienda que prevé la construcción de más de 500 viviendas, pero eso es un granito. Si en un ayuntamiento, que es el pez pequeño, tenemos la capacidad de construir esas más de 500 viviendas, ¿qué no podrá hacer la comunidad autónoma y qué no podrá hacer el Estado?
Esta semana se ha hablado mucho de financiación autonómica, pero parece que hay cierto olvido respecto a la financiación local. ¿Cuál es la situación de los ayuntamientos?
Creo que esta es una respuesta que te daría cualquier alcalde o cualquier alcaldesa, independientemente del signo político. Yo saludo el debate sobre la financiación autonómica, el problema es que siempre se queda para el último término el debate sobre la financiación local.
Los ayuntamientos somos la ventana más cercana que tienen los vecinos y las vecinas, y a muchos alcaldes y alcaldesas nos gusta decir que lo que no es de nuestra competencia es de nuestra incumbencia. Cuando un vecino viene a la puerta del ayuntamiento, le importa poco lo que tiene que ver con las competencias, le importa poco si la sanidad es una competencia autonómica, quiere su centro de salud donde lo necesita y en las mejores condiciones.
De alguna forma los ayuntamientos estamos poniendo parches donde determinadas comunidades autónomas están dejando un vacío. La Comunidad de Madrid está dejando un vacío en todo lo que tiene que ver con financiación de servicios públicos y Rivas es una ciudad conocida precisamente por la defensa de los servicios públicos, todos los servicios que deja de financiar la Comunidad de Madrid.
Somos el Ayuntamiento el que, a pulmón de nuestros presupuestos, esto es, de los impuestos de los vecinos y vecinas de Rivas, estamos destinando una parte a algo que tendría que venir financiado por la comunidad autónoma. Por lo tanto, desarrollemos ese marco competencial y desarrollemos, en base a esas competencias, cuál es la financiación adecuada.
Cuenta que ustedes se ven obligados a suplir las carencias derivadas de la inacción del Gobierno regional; ¿hasta qué punto cree que la Comunidad de Madrid frena a un municipio como Rivas en su gestión?
A Rivas lo frena poco, porque lo que sí que tenemos es una ciudadanía muy peleona. A mí me gusta decir que cada rincón de Rivas es un ejemplo de lo que la lucha vecinal consigue y tenemos muchos ejemplos con este tema. Es verdad que siempre tarda un poquito más, a Rivas siempre le cuesta un poquito más todo lo que tiene que ver con servicios públicos.
Estamos haciendo el acceso a la M-50, una reivindicación histórica de los años noventa de Rivas, la única ciudad por la que pasaba la M-50 y no teníamos acceso, y nos ha costado todo este tiempo y detrás ha habido una lucha vecinal continua.
Todos los planes generales de ordenación urbana de los municipios son aprobados por la comunidad autónoma, por lo tanto ya saben cuántos vecinos y vecinas va a haber nuevos en cada momento. Lo que hay es una falta de planificación por la Comunidad de Madrid en lo que tiene que ver con los servicios públicos. Hay otra forma de hacer las cosas y Rivas está demostrando que se puede vivir en la región de Madrid y que se puede gobernar de otra manera, de la manera en la que se ponen por delante los servicios públicos, que al final es el modelo de Rivas.
"La Comunidad de Madrid frena poco a Rivas porque tenemos una ciudadanía muy peleona"
Durante varios años, a raíz de la pandemia, quedó en suspensión el límite del gasto para los ayuntamientos que no tuvieran superávit, pero se han vuelto a recuperar las reglas fiscales. ¿Qué ha supuesto esto para el consistorio de Rivas y para las entidades locales en general?
Estamos en un momento en el que estamos esperando la participación de los tributos del Estado y estamos esperando ese real decreto que de alguna forma hable de esta cuestión que a los ayuntamientos nos importa, y mucho. A mucha gente se le escapó que una gran parte de la financiación local se quedó fuera por el voto en contra de la derecha al decreto ómnibus del Gobierno, una cuestión que no se recuperó, y estamos hablando de muchos miles de millones.
Otra vez se queda fuera de la ley, otra vez se queda fuera del debate y otra vez nadie saca qué es lo que supone eso. Lo que supone eso es menos financiación para servicios públicos en los municipios y lo que supone este retraso que estamos teniendo es que cuanto más tarde nos llegue, menos tiempo tenemos para gastarlo, pues tenemos hasta el 31 de diciembre para ejecutarlo. No estamos hablando de lo que suponen estos miles de millones, que son servicios para nuestros vecinos y nuestras vecinas.
¿Cómo están las relaciones de la izquierda en Madrid? Parece que el debate de la unidad vuelve a estar de moda.
En Madrid y en el contexto general lo que tenemos que tener claro es que lo único que suma, lo único que vale para hacer frente a la derecha, y es lo que estamos demostrando en gobiernos municipales, autonómicos y en el Gobierno de nuestro país, es que esa es la llave, la de la unidad de la izquierda.
En Rivas nos presentamos con una coalición de Izquierda Unida, Más Madrid y Verdes Equo, y formamos parte de organizaciones políticas distintas. A veces tienes hasta contradicciones contigo misma, ¿cómo no vas a tener contradicciones con alguien que está en otra formación política?
La diferencia, o lo que quizá tengamos que poner en una balanza, es si nos queremos quedar con las diferencias o con algunos egos personales, o si queremos poner en el centro lo que de verdad importa, que es mejorar la vida de la gente a la que queremos representar. Yo entiendo que se mejora la vida de la gente cuando eres llave y cuando tienes la capacidad de decisión que tenemos cuando gobernamos municipios, autonomías o el conjunto del país.
"La llave para hacer frente a la ultraderecha, lo único que suma, es la unidad de la izquierda"
El año pasado, la dirección de IU Madrid le abrió un expediente argumentando impago de cuotas. Usted defendió que era por una cuestión política por su posición de entendimiento con Sumar y Más Madrid. ¿En qué situación se encuentra hoy este conflicto?
Bueno, yo diría que es un conflicto entre la propia Asamblea de Izquierda Unida de Rivas y la dirección de Madrid. Todos los cargos públicos de Rivas están al corriente de pago de su carta financiera, como no podía ser de otra manera. Y lo que hay es un cambio de opiniones de cómo y cuándo se tiene que hacer y cuánto se tiene que hacer ese pago entre IU Rivas e IU Madrid, que es en lo que se está trabajando.
Yo, por suerte, me dedico a gobernar una ciudad, a tener muy claro qué intereses represento y, sobre todo, a tener muy claro qué intereses también dentro de mi organización represento, y represento los intereses de la unidad y represento ese ejemplo de cómo Izquierda Unida lleva gobernando en Rivas más de 34 años. Eso lo hemos hecho siempre con el mismo espíritu, con el espíritu de la unidad, con el espíritu con el que nació Izquierda Unida.
Recientemente se han celebrado elecciones en Alemania con un resultado muy favorable a la derecha y a la extrema derecha, pero también con el avance de un Die Linke que ha protagonizado una remontada importante. ¿Cuál cree que han sido las claves de esa remontada? ¿Qué lecciones debe sacar la izquierda española?
Con todos los matices, es verdad que los resultados en Alemania no son buenos, pero es verdad que hay algo de esperanza. Albergamos la esperanza con lo que tiene que ver con Die Linke no sólo por los resultados, sino por dónde se han situado esos resultados: la mayor fuerza política entre los 18 y los 24 años. Creo que esto también habla de qué futuro quieren sus ciudadanos y ciudadanas para Alemania. Es fundamental entrar en ese debate porque muchas veces hablamos de dónde se sitúa la juventud políticamente.
Y, sobre todo, también una reflexión que sacamos de las elecciones alemanas: a la ultraderecha ya no vale solo con ponerle cordones sanitarios alrededor, a la ultraderecha se la confronta. A veces dejamos que algunos de sus mantras pasen por ahí como si fueran el comentario que hace alguien apoyado en la barra de un bar, pero esos comentarios ya no se hacen apoyados en la barra de un bar, se hacen en parlamentos y hay que confrontarlos.
El municipalismo ha sido en los últimos años el único espacio de poder y gestión de la izquierda en una Comunidad de Madrid hegemonizada por la derecha. ¿Cree que es posible el salto hacia el Gobierno autonómico? ¿Se puede vencer a Ayuso?
Sí, claro que lo creo, si no, no seguiría militando en el espacio político en el que milito. Estamos muy arraigados en lo territorial y tenemos que ser capaces de demostrar o de convencer a la gente de que ese modelo municipalista también vale para un modelo autonómico y para un modelo estatal, como se está demostrando también desde el Gobierno central.
Se puede, claro que se puede, en Madrid lo hemos rozado muchas veces. Si nos dejamos de matices y de diferencias y pensamos en el interés de la gente a la que queremos o decimos representar, Madrid se puede cambiar.
No sólo se puede cambiar, es que Madrid merece este cambio, porque con la Comunidad de Madrid no hablamos sólo de la ciudad de Madrid, queremos hablar del resto de municipios y queremos a alguien que ocupe la Presidencia y que no esté más preocupada de lo que pasa en Génova que de lo que pasa en sus municipios. Madrid merece ese cambio.
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