Este artículo se publicó hace 9 años.
Rajoy se cierra en banda y se niega a negociar otro encaje para Catalunya
El presidente del Gobierno destaca que los independentistas "no tienen el respaldo de los catalanes" y dice mostrarse dispuesto al diálogo pero sin hablar de "la soberanía nacional, la unidad y la igualdad entre los españoles".
-Actualizado a
MADRID.— El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no sorprendió a nadie con su declaración en La Moncloa sobre los resultados de las elecciones catalanas. Recordando que se trató del tercer proceso electoral en cinco años, el jefe del Ejecutivo subrayó que las del domingo han sido unas elecciones "autonómicas" que se han intentado dotar de "carácter plebiscitario" sin éxito por parte de la lista de Junta pel Sí, la de Convergéncia y ERC.
Muy criticado por esconderse la noche electoral del 27S y dejar que fuera, una vez más —ya ocurrió en las elecciones locales y autonómicas del pasado mes de mayo—, Pablo Casado el que diera la cara por él, para Rajoy todo sigue igual, y así lo ha trasladado a la prensa junto a un "mensaje de tranquilidad", con una declaración leída y dos respuestas a sendas preguntas. El apoyo al programa de la lista de Junts pel Sí ha obtenido un apoyo que "no llega a 4 de cada 10 catalanes", ha subrayado el presidente obviando el resultado de la CUP, independentista también y que sitúa el apoyo al separatismo en un 48%.
Con su declaración en La Moncloa y separando explícitamente su papel de presidente del Gobierno de líder del PP (a las 17:00 horas reuné al Comité Ejectivo), Rajoy ha volcado sobre Mas toda la responsabilidad de la división existente en Catalunya, además, para nada, pues según el jefe del Ejecutivo, la lista independentista JxS "nunca tuvo el respaldo de la ley" y ayer se demostró que tampoco tiene el de la "sociedad catalana".
El presidente del Gobierno tendió la mano esta mañana en dos direcciones: por un lado, al PSOE y a Ciudadanos, con quien admitió haber tenido conversaciones en este sentido, sobre todo, con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. "Es bueno que hablemos", reconoció Rajoy.
Una vez demostrado que "Catalunya es muy plural", el jefe del Ejecutivo mostró a quienes conformarán el Govern resultante del 27-S a trabajar su "lealtad y disposición al diálogo", eso sí, siempre "dentro de la ley", donde Rajoy asegura que el Gobierno siempre ha estado. "No estoy dispuesto a liquidar la ley", advirtió el presidente, y las "pretensiones" de la lista ganadora "estaban y están fuera de la ley".
Frente a las propuestas de otras formaciones de reformar la Constitución o mejorar el encaje de Catalunya en España, Rajoy se ha cerrado en banda y ha volcado toda la responsabilidad sobre Mas. "No voy a hablar de la soberanía ni de la unidad de todos los españoles", insistió.
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