El PSOE culmina su Congreso de resistencia y busca renovar territorios para las municipales y autonómicas
La ofensiva judicial contra Sánchez y otros dirigentes socialistas genera un cierre de filas en el cónclave celebrado en Sevilla. Las federaciones miran ya a los procesos regionales y las posibles primarias en varios lugares clave.
Sevilla--Actualizado a
"En el último año han pasado cosas que no pensábamos que iban a ocurrir tras 45 años de democracia". Ha sido uno de los mensajes lanzados este domingo por Pedro Sánchez en el acto de clausura del 41 Congreso Federal del PSOE celebrado en Sevilla este fin de semana. La frase simboliza que los socialistas asumen que el contexto político actual, con ellos en el Gobierno, es extraordinario y complejo.
Es una de las líneas principales de los mensajes que se han ido transmitiendo estos días en la ciudad andaluza. "Tiempos duros", como reconocen en la dirección socialista de Ferraz. El partido ha cerrado filas en torno a su líder y su equipo, que prácticamente es el mismo que antes del cónclave con el blindaje de sus principales dirigentes como María Jesús Montero y Santos Cerdán.
La ofensiva judicial, los ataques, los bulos, la desinformación. Una "cacería humana", como la definió Cerdán. Todo eso no va a hacer quebrar a los socialistas. Frente a todo eso, Sánchez fue claro: resistir con templanza y gobernar. "Con políticas progresistas es como se frena a la ultraderecha y a la derecha rehén de ella", proclamó.
Más gráfico todavía: "A cada ataque suyo, una política progresista aprobada en el BOE". El líder socialista aprovechó la expectación y el momento para hacer un nuevo anuncio sobre vivienda, un tema con el que los socialistas se juegan gran parte de su crédito los próximos años.
Aldama, Juan Lobato, el hermano de Sánchez y Miguel Ángel Gallardo, Begoña Gómez... Los frentes que tiene abiertos el Gobierno crecen. Y son usados día a día por PP y Vox. "A ver qué sacan este lunes", comentaba poco antes de acabar el Congreso Federal un dirigente socialista.
Por todo estos factores, no son pocas las voces socialistas que definen este Congreso de Sevilla como un acto de resistencia colectiva. "Es lo que toca, el PSOE siempre hace lo que toca", reflexionaba el sábado por la noche un integrante del Gobierno y de la dirección del PSOE al respecto.
Otras fuentes destacan que frente a los ataques lo que se tiene que generar es "esperanza y futuro", otro de los ejes que quiso transmitir Sánchez en su intervención. Y no todos comparten tampoco la estrategia de los mensajes que se lanzan. El caso más claro es el de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que lo dejó grabado. Eso sí, salió satisfecho del texto de la financiación autonómica, que tanto revuelo había causado hace meses.
"No a un lado ni atrás, sino un paso al frente. Tengo más ganas, más ilusión y más fuerza que nunca". Sánchez se esforzó por transmitir que no le van a quebrar. Lejos queda aquella reflexión inédita de cinco días en abril que dejó en shock al partido. No hay contestación interna al líder, y es algo de lo que saca pecho el PSOE. Los órganos de dirección se aprobaron con porcentajes del 90%. "No es lo mismo un Congreso estando en el Gobierno que en la oposición", recuerda un dirigente.
A nivel puramente informativo, noticias ha habido pocas. La elección de la nueva Ejecutiva Federal no las generó. No está el contexto "para experimentos". Sánchez ha renovado la confianza en sus dirigentes y los retoques han sido mínimos y especialmente destinados a los equilibrios territoriales y con algún aviso a navegantes.
La resurrección del debate sobre las cuestiones de los derechos de las personas trans también acaparó cierta atención para disgusto de la dirección socialista y el sector más implicado con el colectivo LGTBI.
Próxima batalla: 2027
El asunto de los liderazgos territoriales es otro de los temas que más ha sobrevolado el ambiente congresual. Y a partir de este lunes estará ya en primer plano. Lo avisó públicamente Óscar López, llamado a liderar la convulsa federación socialista madrileña tras la salida anticipada y forzada de Lobato.
Castilla y León será otro punto de interés, con un Luis Tudanca dispuesto a dar la batalla frente a una posible candidatura de Carlos Martínez, alcalde de Soria. Aragón anticipa también una posible disputa entre Pilar Alegría, si finalmente toma la decisión, y una candidatura continuista con Javier Lambán. Salvo sorpresas, esos serán los mayores puntos de interés a partir de ahora con la sucesión de congresos regionales.
Sánchez enfocó gran parte de su discurso en los procesos electorales para los que el partido se prepara. Defendió el objetivo de tener en 2027 "más gobiernos progresistas" en ayuntamientos y en comunidades autónomas. "Volveremos a ganar las elecciones municipales, autonómicas y las elecciones generales", señaló. "Vamos a trabajar duro para llevar en 2027 el cambio progresista allí donde hoy hay gobiernos negacionistas", dijo en referencia a las consecuencias de la DANA, muy presente durante todo el fin de semana.
¿Y Andalucía?
Por ser en Sevilla, por ser la principal federación socialista y, salvo adelantos, el lugar donde primero (2026) llegará la cita electoral, el PSOE de Andalucía y Juan Espadas han tenido su papel protagonista. La hora de la verdad arranca a partir de este lunes.
El runrún sobre el liderazgo de Espadas no ha hecho más que crecer este fin de semana. Los dirigentes más poderosos de la federación trataron de mantener un perfil bajo y prudente, con la idea de que el Congreso Federal tuviera su cauce natural, aunque, como siempre en estos eventos, y en un contexto de cuestionamiento del secretario general, hubo incendios y agua para apagarlos después.
Un veterano socialista andaluz, que ha vivido mil y una guerras, resume de este modo a Público la situación: "He palpado que a partir de este lunes comienza la fiesta en Andalucía, que va a tomar cuerpo la alternativa. Supongo que ha habido un pacto con Ferraz para no haberlo hecho antes y no enturbiar el congreso siendo los anfitriones. Espadas sale más débil que entró".
Sánchez se limitó a agradecer a Espadas la "hospitalidad" como anfitrión del Congreso, pero si el secretario general esperaba una ratificación, un espaldarazo, incluso una señal de apoyo, esta no se produjo en absoluto. Silencio, más bien.
Además del debate sobre Espadas, el congreso ha dejado una foto que no se daba desde hace tiempo, debido al caso de los ERE que reventó el partido. Los últimos expresidentes de la Junta de Andalucía juntos, en la primera fila de invitados, Susana Díaz, José Antonio Griñán y Manuel Chaves. Con toda normalidad.
"Lo de Chaves y Griñán es un acto de justicia oportuno e imprescindible. Tenemos que recuperar nuestro legado, un legado que la derecha quiere borrar de la historia", resume este dirigente la situación.
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