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El PNV aprovecha las polémicas actuaciones de la Ertzaintza para embarrar la campaña contra EH Bildu

A casi un mes de las elecciones del 21 de abril, Josu Erkoreka acusa a la formación de Arnaldo Otegi  de "animar", "desde la trastienda", actitudes violentas contra la Policía vasca.

Imagen de archivo de Josu Erkoreka.
Imagen de archivo del consejero vasco de Seguridad y vicelehendakari primero, Josu Erkoreka  Irekia - Eusko Jaurlaritza / WIKIPEDIA

Las declaraciones del consejero vasco de Seguridad y vicelehendakari primero, el jeltzale Josu Erkoreka, sobre las últimas actuaciones de la Ertzaintza han embarrado la precampaña vasca. Erkoreka ha acusado a EH Bildu de "animar", "desde la trastienda", actitudes violentas contra la Policía vasca durante los últimos altercados. Y además lo ha hecho tirando la piedra y escondiendo la mano, porque en ningún momento ha citado a esta formación –"hay unas siglas"-. Al día siguiente todos los medios titularon que se refería a la formación de Arnaldo Otegi, con el socorrido "sin citarlo". Objetivo conseguido.

Cuando por parte de los afectados por las cargas de la Brigada Móvil (los conocidos como Beltzak) se le ha exigido que explicase por qué hay cuatro personas heridas en la cabeza por el lanzamiento de balas de foam, una de ellas muy grave, Erkoreka ha salido con esta acusación sin pruebas que, además, tiene una evidente relación electoral porque coincide con la estrategia que su partido quiere seguir contra la izquierda soberanista de cara a las elecciones del 21 de abril. El PNV, de nuevo, busca situar a EH Bildu en el entorno de la violencia y en el tensionamiento de la calle.

Las últimas actuaciones de la Ertzaintza han sido muy criticadas tanto por su dureza y la utilización de las balas de foam, como por los acontecimientos multitudinarios en los que han tenido lugar. Estamos hablando de los Carnavales de Tolosa y de eventos deportivos como los recibimientos al Athletic Club en San Mamés, o de la Real Sociedad en Anoeta; además de la manifestación del tres de marzo en Gasteiz, que rememora todos los años el asesinato de cinco trabajadores en 1976 a manos de la Policía armada. Todas manifestaciones pacíficas, pero que se han saldado con decenas de heridos. Una mujer de 44 años permanece en el Hospital Donostia muy grave con hemorragia interna en el cerebro causada por una bala foam.

¿Y qué dicen los señalados por Erkoreka? Señalan que si el consejero de Seguridad tiene pruebas de lo que dice, que vaya al juzgado. Otegi ha asegurado que detrás de estas "veladas" acusaciones hay una premeditada estrategia contra EH Bildu y las ha considerado como "muy graves". "Esta semana se cumple el aniversario del 11M. ¿Qué estrategia utilizó el PP para sugerir el origen del 11M? No mencionó ninguna sigla, pero ahí dejó lo de "esos que todos sabemos son los responsables". Unas acusaciones que Otegi afirma que la sociedad vasca no se va a creer y que enmarca en el miedo que tiene el PNV a perder las elecciones. "Alguien quiere generar tensión y, por supuesto, no somos nosotros".

Algunos portavoces del PNV y los perfiles jeltzales en las redes han salido a degüello contra EH Bildu, siguiendo la estela marcada desde la Consejería de Seguridad. Sin embargo, el candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, se ha mostrado más cauto. Es muy difícil transitar por ese camino con varias personas heridas en el hospital por las cargas policiales. Se ha ceñido al guion de apoyo sin fisuras a la Policía vasca sin entrar en casuísticas concretas y ha reclamado poner el foco más en los violentos callejeros y no en los agentes. Su opinión sobre la acusación de Erkoreka: "No tengo datos".

Por su parte, el secretario del PSE y candidato a lehendakari, Eneko Andueza, ha entrado en la cuestión, primero, diciendo: "No diría yo que EH Bildu está detrás", pero "está a la vista" que en "el entorno de la izquierda abertzale y el independentismo" se han visto en situaciones así. Después, comentaba: "Me gusta ser más prudente y si no tengo pruebas no quiero señalar a nadie de ese entorno".

Los sindicatos de la Ertzaintza lo tienen claro. Enfrentados con Erkoreka por cuestiones laborales, salariales y de utilización de materiales como las bolas de goma o la segunda arma, coinciden plenamente con él en la acusación a EH Bildu. Pero también con el freno echado. Sergio Gómez de Segura, portavoz de Erne, el mayor sindicato en la Policía autónoma, afirma que, aunque desconocen exactamente quién está detrás de estos "jóvenes violentos", los gritos y lemas que corean en las manifestaciones son "los mismos" que se coreaban históricamente en las manifestaciones de la izquierda abertzale.

La estrategia de Erkoreka de culpabilización de EH Bildu no parece haber tenido los efectos deseados por la falta de pruebas de sus acusaciones y por su propio mensaje -vincular a Bildu con una tensión en las calles cuando lleva tiempo con una estrategia de consenso y pragmatismo y por delante del PNV en algunas encuestas-. Estas dos situaciones, sobre todo, han hecho que Pradales haya decidido no cruzar esa puerta, aún manteniendo que su estrategia de agrietar las bases electorales del soberanismo de izquierdas pasa por colocarle en el pasado y no en el presente.

Por otro lado, está la responsabilidad de la Ertzaintza. La Policía autónoma lleva ya mucho tiempo en el ojo del huracán y siendo muy cuestionada como cuerpo policial, tanto por las cargas desproporcionadas de los beltzak contra diferentes sectores de la sociedad que se manifiestan en las calles de Euskadi, como trabajadores, activistas antidesahucios o estudiantes, como por las movilizaciones que han llevado a cabo en defensa de un mayor estatus laboral -que la mayoría de la sociedad no comprende- y que han supuesto en muchos casos parar la vida de las capitales vascas. El propio lehendakari Urkullu ha tenido que sufrir insultos y que agentes se le encaren frente al Parlamento vasco.

Los sindicatos policiales de la Ertzaintza, que no pasan por ser organizaciones de clase, se han visto desbordados por una organización asindical como ertzainas en lucha que tiene un claro comportamiento ultra y con relaciones estrechas con asociaciones policiales como Jusapol.

Todo ello ha hecho que fuerzas como EH Bildu o Podemos, o la mayoría de los sindicatos vascos, hayan reclamado un debate serio y profundo sobre la Policía vasca. Un debate sobre el modelo policial al que se ha negado el PNV, y que el PSE empieza a ver también necesario. Al menos es lo que ha apuntado en precampaña Eneko Andueza.

Por lo visto estos días en los operativos policiales y por la dureza de las cargas, lejos de lo que tiene que ser una labor preventiva y de empleo proporcional de la fuerza, da la impresión de que la Ertzaintza, o por lo menos la Brigada Móvil, está fuera de control. En la misma manifestación del tres de marzo en Gasteiz, los beltzak pegaron una paliza a un policía de paisano infiltrado (los askatus) al que se le veía perfectamente como empuñaba una porra extensible.

Lo primero que hay que hacer es situar dónde está el problema. Saber si el descontrol se sitúa en ciertos ertzainas que están descontrolados o hay que ubicarlo en la dirección política del Cuerpo que no sabe o no puede controlar la situación. Puede que ambas aseveraciones no sean excluyentes.

En parte de la sociedad vasca se empieza a percibir, incluidos, por ejemplo, muchos votantes del PNV que esta semana en los aledaños de San Mamés y de Anoeta han asistido atónitos a las cargas policiales, que esta situación parece descontrolada y que necesita un debate. Y este se puede hacer como ha hecho Erkoreka; dotando de más material, incluido la vuelta al uso de las pelotas de goma (como la que mató a Iñigo Cabacas), como quieren los sindicatos policiales; o mediante un debate sereno sobre el modelo policial.

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