Vídeos íntimos comprometedores, balizas en coches, seguimientos e investigaciones en bases de datos restringidas… El "curro" que supuestamente encargaron el marido de Ana Rosa Quintana y su hermano a José Manuel Villarejo suponía comerse años de cárcel en el caso de que los pillaran… Así describió el riesgo el comisario jubilado al empresario sevillano al hablar del precio por este trabajo en 2017.

Ahora, la acusación popular que ejerce Podemos pide 17 años de cárcel para Juan Muñoz Támara, el marido de la popular presentadora, y de 16 años para el comisario de la Policía Nacional por este trabajo. Por intentar chantajear a un exsocio y su abogado con este material sensible y por los supuestos delitos de descubrimiento, revelación de secretos y revelación de datos reservados registrados en ficheros informáticos.

Podemos ha sido la primera acusación en presentar su escrito, donde reclama que se dicte auto de apertura de juicio oral contra el comisario en prisión, el marido de la presentadora, el hermano, los policías que realizaron las consultas en bases de datos reservadas, el hijo de Villarejo, los detectives subcontratados… Un total de 14 personas implicadas en esta trama de extorsión.

Traicionados por un exsocio

En el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Público, la formación morada detalla los supuestos delitos que habrían cometido estos 14  investigados dentro del caso Tándem  en la Pieza Thew-Pintor. Es la tercera pieza separada de esta macrocausa que ha sido culminada por el juez instructor de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón y que ahora se encamina hacia el juicio oral.

El supuesto encargo del marido de la famosa presentadora se realizó en 2017, y consistía en recabar material sobre un exsocio y su abogado y conseguir cambiar la declaración del primero que perjudicaba a Juan y Fernando Muñoz Támara y a la empresa familiar. El motivo: Hacienda reclamaba un millón y medio de euros, pero el exsocio M.M.N. se había declarado insolvente, de tal manera que la Agencia Tributaria se había dirigido exclusivamente contra Fernando Muñoz.

El marido de Ana Rosa Quintana y su hermano no habían logrado que el exsocio corriera con su parte de la reclamación tributaria. Y consideraban que ocultaba parte de su patrimonio. De Villarejo partió la idea de chantajear al abogado del exsocio con el fin de alcanzar un acuerdo ventajoso.

"La actividad contratada iba mucho más allá de un mero contrato de prestación de servicios de detectives", sostiene el magistrado en el auto de apertura de juicio oral, que atribuye a los 14 procesados los delitos de extorsión y revelación de secretos.

Los hermanos Muñoz Támara conocían la condición de funcionario policial de Villarejo hasta un año antes y, por lo tanto, su capacidad para conseguir estas ventajas competitivas ilícitas, "circunstancias que decantaron su contratación", destaca el escrito.

Vídeo con un traficante de armas

Ambos hermanos sospechaban que el cambio de la estrategia de defensa del exsocio se debía a su nuevo abogado, por lo que acuerdan con Villarejo que recabaría información sensible sobre él para que su letrado se la expusiera y forzar así un cambio en su declaración.

En la primera reunión, y en presencia de la presentadora, Villarejo ya expone que tiene una grabación del CNI sobre este letrado consumiendo estupefacientes de hace varios años que dice que puede recuperar. La investigación judicial ha concluido que este primer vídeo fue grabado por el hijo Villarejo en el año 2006 y que contaron con la colaboración del famoso traficante de armas Monzer Al Kassar, que cumple prisión en EEUU.

Villarejo se ofrece a la presentadora y al periodista

El escrito de acusación de Podemos destaca varias reuniones, entre ellas una celebrada el 6 de julio de 2017 entre Villarejo, la popular presentadora y el periodista Eduardo Inda. El comisario hace referencia a este encargo y "ofrece también sus servicios para resolver problemas ajenos, alegando su habilidad para usar métodos creativos para tener éxito".

En otra reunión Villarejo explica a los hermanos Muñoz Támara que les hará un precio de amigo, porque este tipo de trabajos se cobran entre 150.000 y 200.000 euros. "Menos no se cobra por esos curros, porque si te pillan te comes cuatro años por revelación de secretos", destaca el comisario. Finalmente les cobró 20.000 euros, y sin factura... aunque anunció que la cuenta subiría.