Feijóo acalla a los críticos dentro del PP y consigue una tregua para acercarse a Junts
Aunque para el PP en Catalunya sigue siendo un sapo difícil de tragar, Alejandro Fernández ha rebajado mucho el tono y donde antes había aspavientos ahora hay silencio público. Lo mismo ha hecho Díaz Ayuso.
Madrid-
Lo que en el pasado fueron críticas, líneas rojas y presiones, hoy se han convertido en silencio y comprensión. El sector crítico del Partido Popular con el acercamiento a Junts per Catalunya le ha dado una tregua a Alberto Núñez Feijóo y asume, no sin recelos, la estrategia de Génova. Los dos grandes detractores de este giro ya consumado estaban en el PP catalán y en el PP de Madrid y ambos han bajado el pistón para no complicar “más” la situación a Feijóo, explican fuentes populares.
Asumida la contradicción, el principal problema de la cúpula del PP en su intento de normalizar en el Congreso de los Diputados al partido de Carles Puigdemont —con la idea de ganar un posible socio más y empezar a salir del aislamiento parlamentario— era el ruido interno que generaba cada pequeño movimiento en este sentido. Un quebradero de cabeza para Feijóo y su equipo, obsesionados con demostrar unidad orgánica en la formación.
Sin ir más lejos, el rechazo que generó la intención de Feijóo de reunirse con Miriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, durante la ronda de contactos para la investidura en el verano de 2023 fue tan evidente que el presidente del PP terminó dando marcha atrás. "Que alguien me diga de qué hay que hablar con ellos", llegó a decir el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández. Feijóo renunció a aquel encuentro y se ahorró la foto y la indignación de una parte del partido.
Pero en el año y medio que ha pasado desde entonces, Feijóo se ha asentado en la oposición y ha puesto a su grupo parlamentario a tentar a Junts para sacar medidas adelante con las que erosionar la débil mayoría del Gobierno. Además, los populares fantasean con que las tensiones de Puigdemont con Pedro Sánchez les lleven a apoyar una moción de censura para la que ahora solo tienen los votos de Vox.
Y, aunque para el PP en Catalunya sigue siendo un sapo difícil de trabajar, Fernández ha rebajado mucho el tono y donde antes había aspavientos ahora hay silencio público. Está centrado en evitar repetir un conflicto con la dirección nacional por la relación en el Congreso con Junts y, de algún modo, se contenta con los argumentos que repiten en Génova. "No es lo mismo abrir vías de diálogo para negociar una investidura que compartir votaciones en determinadas políticas coincidentes", trasladaron a Público fuentes del PP catalán.
Tanto el independentismo como el resto de formaciones con representación en Madrid y Catalunya trabajan en dos dimensiones, la nacional y la autonómica, con mensajes y estrategias a veces diferenciadas. Es algo que tenían claro en Génova desde que aterrizaron, pero la relación con Fernández —a quien quisieron apartar sin éxito—se tensó y es ahora cuando empiezan a ensayar esta tónica.
La gran aliada del líder del PP catalán siempre ha sido Isabel Díaz Ayuso, que también se muerde la lengua sobre este asunto. "Es que ocurre a veces en los parlamentos que cuando uno va a votar resulta que con grupos con los que uno no tiene nada que ver hay veces que coinciden votaciones. Desconozco si para echar al peor Gobierno de la democracia, en un momento dado, coinciden las votaciones. Lo que hay que preguntarse es si hay negociaciones, yo lo desconozco, no me corresponde a mí valorarlo (...)", contestó este miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid al ser preguntada por si vería con buenos ojos que su partido pactara una moción de censura al Gobierno con Junts.
"No queda otra"
En Sol siempre han rechazado las aproximaciones del PP a los de Puigdemont. De hecho, cuando el pasado mes de octubre se le hizo la misma pregunta, Ayuso contestó de forma radicalmente distinta: "Con aquellos que desprecian a España no iría a ningún lado porque no son de fiar".
Así, aunque a nadie convenza del todo el acercamiento a Junts, no pocos en el partido creen que "no queda otra". "No tiene sentido no aprovechar las coincidencias ideológicas que tenemos, que son más de las que ellos tienen con Sánchez. Si la cuestión nacionalista o independentista se desplaza, podemos entendernos", explica un alto cargo del PP. Es el razonamiento que hacen también barones del partido. Feijóo tiene luz verde para mimar a Junts.
La moción de censura que sobrevuela el ambiente político de la capital sigue siendo una quimera en este momento porque los números, y en este punto son claros en el PP, no dan. Feijóo no dará ese paso sin tener garantizado que sale bien: "Causas sobran, motivos sobran, votos faltan", aseguró este martes durante un desayuno informativo. "El que crea que es razonable tiene las puertas abiertas para conversar", añadió. Ya ha habido otros ofrecimientos antes a Junts, pero los de Puigdemont siguen lejos de esa opción.
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