Sumar ha despejado dos de las principales incógnitas que rodeaban a su candidatura a las elecciones europeas que tendrán lugar en junio. La primera es que su cabeza de lista será Estrella Galán, directora general de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR); esta es, al menos, la apuesta de Yolanda Díaz en una candidatura en la que está previsto que Sumar se reserve el primer puesto.

La segunda incógnita resuelta tiene que ver con las ideas y ejes ideológicos con los que el proyecto de la vicepresidenta segunda del Gobierno quiere ir a la convocatoria electoral que decidirá el rumbo de las instituciones europeas. 

El escenario de estas elecciones tiene varios elementos clave para Sumar. En el ámbito europeo, el Gobierno de coalición progresista de España representa una excepción en un continente en el que cada vez más Estados han sucumbido a una derecha y a una ultraderecha en auge. Las previsiones para la izquierda en estos comicios no son nada halagüeñas debido a que, en la actualidad, la ofensiva es conservadora frente a un progresismo que aspira a aguantar posiciones pero que, de momento, no es capaz de ensanchar su espacio.

En el ámbito doméstico, Díaz se disputa el electorado con dos opciones más: la del PSOE, que está por definir pero que tiene en Pedro Sánchez a uno de los mayores referentes del progresismo europeo (sobre todo tras la caída en desgracia del presidente portugués Antonio Costa); y la de un Podemos que ha situado a Irene Montero como la cabeza de lista de una candidatura feminista que recoge todo el capital político que la dirigente se granjeó como ministra de Igualdad en la pasada legislatura.

La designación de Galán como cabeza de lista de Sumar es una declaración de intenciones de la apuesta del proyecto por una candidatura basada en la Europa de la acogida, de la atención al refugiado, de las migraciones seguras y de los derechos humanos frente a la Europa fortaleza y fronteriza que propugna la ultraderecha.

La pugna de la lista a las europeas

La directora de CEAR tiene más de 30 años de experiencia trabajando por la defensa de los Derechos Humanos, el derecho de asilo y la inclusión de colectivos en riesgo de exclusión y excluidos. También ha formado parte de plataformas tales como la Coordinadora Estatal de ONG para el Desarrollo, el Foro de Integración Social de Inmigrantes, la Plataforma de Organizaciones de Acción Social, EAPN-España, entre otras.

En ese marco de confrontación con la ola reaccionaria se moverá Sumar, y también en ese marco se disputará el electorado progresista con el PSOE y con Podemos. Pero Díaz tiene un tercer reto que afrontar de cara a estos comicios, un reto que tiene que ver con la convivencia dentro de Sumar entendida como la alianza de la mayoría de las formaciones de la izquierda alternativa.

Desde principios de este año, la lista de las europeas se anticipó como una pugna por el reparto de poder entre las organizaciones políticas que se coaligaron en torno al proyecto de la vicepresidenta segunda en el 23J.

Con una Europa en claro giro hacia posiciones reaccionarias, las perspectivas electorales de la izquierda no garantizan a día de hoy un número suficiente de escaños para cubrir las aspiraciones de todas las formaciones de la izquierda alternativa (algo que no se sabrá, en todo caso, hasta que las urnas arrojen un resultado).

Desde distintos partidos se considera que sólo los tres o cuatro primeros puestos de la candidatura darían, a día de hoy, las suficientes garantías para obtener escaño en el Parlamento Europeo. Izquierda Unida, los comuns, Compromís y Verdes Equo han pedido a la vicepresidenta puestos de salida en una lista que ya tiene número uno (Galán) y en la que no se descarta que Sumar pueda quedarse con otro puesto.

Una semana decisiva para las negociaciones

La mayoría de estos partidos ya han elegido a sus candidatos en sus órganos internos: Manu Pineda (IU), Jaume Asens (comuns) y Florent Marcellesi (Verdes Equo), tres hombres en una candidatura que será paritaria y en la que, de momento, sólo se conoce el nombre de una mujer (Galán, la número uno). En Compromís los dos candidatos que suenan también son hombres: Vicent Marzà y Jordi Sebastià.

Durante esta semana esta previsto que las negociaciones avancen y que, incluso, se pueda cerrar la candidatura. Voces conocedoras de estas conversaciones trasladan que, a más tardar, la lista se cerraría a principios de la próxima semana, después de que Sumar celebre este sábado su asamblea fundacional. El programa político ya estaría muy avanzado y daría forma a ese proyecto de una Europa abierta, acogedora y defensora de los derechos humanos que quiere abanderar Díaz.