Las elecciones gallegas sólo fueron el inicio de un ciclo electoral que terminará con las elecciones europeas de junio (en medio, se prevé la celebración de comicios autonómicos en Euskadi). Sumar afronta estas citas con las urnas en medio de su despliegue como organización, un proceso en el que, entre otras cuestiones, deberá alcanzar una fórmula para integrar a los distintos partidos que aspiran a conformarla, y a engarzarlos con el movimiento ciudadano surgido del proceso de escucha de Yolanda Díaz.

Todas las elecciones se prevén como contextos complicados para la izquierda alternativa, pero las europeas tienen una especial relevancia, ya que apuntan a ser un escenario en el que las distintas formaciones coaligadas con el proyecto de Díaz pugnarán por estar en los puestos de salida de la candidatura que se conforme.

Todavía quedan meses para la renovación del Parlamento Europeo, pero la previsión, a priori, no es la mejor para los espacios y proyectos progresistas. En un contexto de avance reaccionario en todo el continente, se podría dar un fortalecimiento de la derecha y de la extrema derecha que acotara el espacio de las izquierdas y provocara unos peores resultados para este espacio (motivados también por una eventual concentración del voto en los partidos más grandes y con más opciones electorales).

Es en este contexto en el que Sumar lanzará su candidatura a las europeas, un proyecto que competirá con la candidatura de Podemos, liderada por la exministra de Igualdad Irene Montero. Algunas de las formaciones que se coaligaron en el 23J alrededor de la plataforma de Díaz ya han trasladado su intención de tener puestos de salida en las listas de los comicios al Parlamento Europeo.

La clave reside en que, según trasladan voces de algunos de estos partidos, a día de hoy la previsión es que se puedan lograr alrededor de tres diputados (estos serían los puestos de salida más o menos garantizados según las organizaciones, aunque quedan más de cuatro meses para este proceso y todavía no se pueden cuantificar ni medir las opciones reales).

Tres puestos de salida, y al menos cuatro formaciones

Estos tres eventuales puestos de salida se repartirían entre, al menos, cuatro formaciones que ya han expresado su deseo de aspirar a ellos: el propio Sumar (que se reservaría el número uno), Izquierda Unida, Catalunya en Comú y Compromís (que se disputarían el segundo y el tercer puesto); aunque formaciones como Más Madrid también quieren participar en esta negociación, y otras como Més en la actualidad debaten cómo presentarse.

Todavía no está nada claro quién será la persona que encabece el proyecto de Díaz a las europeas, pero suenan nombres como el de María Eugenia Rodríguez Palop, actual eurodiputada del Grupo de la Izquierda, que ya fue número uno en la lista de Unidas Podemos Cambiar Europa que se presentó en 2019. La dirigente podría ser la cuota de Sumar en la lista.

Los comuns de Ada Colau ya han decidido que el exdiputado en el Congreso y ex teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, sea su candidato para integrarse en la lista de Sumar al Parlamento Europeo. Se ha llegado a barajar incluso que pueda ser el número uno de la candidatura, pero fuentes del espacio trasladan que este puesto estaría reservado, a priori, a la elección de Sumar y de Yolanda Díaz.

Izquierda Unida también aspira a tener a uno de sus dirigentes en un puesto de salida. Como principal organización a nivel estatal y municipal de la coalición Sumar, espera abrir una negociación con los de Díaz en este sentido. En el partido quieren que su candidato para integrarse en la lista sea el eurodiputado Manu Pineda, dirigente conocido por su activismo en favor de Palestina, que ha cobrado mucha relevancia tras los ataques y el genocidio cometido por Israel en Gaza.

Compromís es uno de los partidos que más decidido tiene que quiere dar la batalla por tener un puesto de salida a las europeas. En la formación recuerdan que, a diferencia de otras organizaciones de la coalición del 23J, no han obtenido ningún cargo en el Gobierno ni ningún puesto relevante (más allá de una portavocía adjunta en el Congreso, la de Àgueda Micó, que, trasladan, no pidieron). 

Lista de las europeas y PGE, los objetivos de Compromís

En las tensiones y disputas que ha habido en el grupo parlamentario (siendo la ruptura con Podemos la más relevante) Compromís se ha mantenido en la posición de cerrar filas y ha apostado por la unidad de la coalición, defienden. Sin embargo, tras el acuerdo con Sumar su marca ha quedado algo diluida y algunos de sus dirigentes más destacados (como Joan Baldoví) han perdido visibilidad política y mediática.

La formación valencianista defiende que, en este contexto, no se pueden permitir este tipo de concesiones sin tener nada a cambio, y han decidido fijarse como prioridades lograr un puesto de salida a las europeas y obtener medidas que beneficien al País Valencià en la negociación de Presupuestos Generales del Estado.

Si ninguna de estas negociaciones fructificase en un sentido positivo para los valencianistas, en Compromís no descartan abrir una crisis que se podría saldar con su salida del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso, aunque su voluntad es la de continuar en esta alianza.

Otros partidos también podrían aspirar a tener puestos en la lista de los de Díaz a las europeas. En Más Madrid quieren participar de las negociaciones y tener este debate, mientras que Més tendrá un proceso de debate interno y votación entre las formaciones que componen la plataforma balear. En los últimos años, Més ha desarrollado sus alianzas en un juego de equilibrios entre espacios de "vocación estatal" (como Sumar) y espacios soberanistas (como ERC), ya que aspira a ser el paraguas que aglutine a toda la izquierda transformadora en Balears.

Esta dinámica también se ha dado en las candidaturas electorales; en las pasadas elecciones europeas concurrieron bajo la marca de Compromiso por Europa, una lista liderada por Compromís y en la que también estaban fuerzas como CHA. En las generales, en cambio, concurrieron en la coalición liderada por Sumar. Ahora tendrán que decidir cuál es su apuesta para el Parlamento Europeo.

Aunque las negociaciones todavía no están avanzadas y quedan más de cuatro meses, los partidos de la coalición toman posiciones para garantizarse un escaño en las europeas.