Entrevista a Imanol Pradales, sobre los pactos PNV-PSOE"Un lío en Euskadi traerá líos en Madrid"
Bilbao--Actualizado a
Cada segundo vale oro en la nueva vida de Imanol Pradales (Santurtzi, Bizkaia, 1975). Este militante nacionalista de 48 años, oriundo del barrio de Mamariga en Santurtzi y ahora vecino de Portugalete, es hoy el rostro de la renovación en el PNV. Por eso mismo, su cara está ya en miles de carteles. Por eso mismo, calcula si entre esta entrevista y otras grabaciones que le seguirán tendrá escasos minutos para comer un pintxo al lado de Sabin Etxea, la majestuosa sede del partido en Bilbao. Pradales, el PNV y Euskadi están ya de campaña electoral y así seguirán hasta el próximo viernes 19. Dos días después, las urnas dirán si "el del PNV, el de Mamariga" es o no el nuevo lehendakari.
¿Usted representa la renovación o la continuidad? ¿Es posible representar las dos cosas al mismo tiempo?
En el PNV todo es posible (risas). Yo soy una nueva generación del PNV, fruto también de una propia evolución del partido, que decide que para abordar el nuevo ciclo político en Euskadi hay que apostar por una nueva generación. Y yo represento eso, una nueva generación.
¿Suele hablar con Iñigo Urkullu? ¿Le ha dado algún consejo para la campaña?
Con Iñigo Urkullu siempre he hablado mucho. Me dio un consejo: me dijo sé tú mismo. Eso es lo que estoy intentando llevar a cabo.
¿Le veremos en algún acto con el lehendakari Urkullu?
Yo no soy quien dirige la campaña del partido, pero el lehendakari y yo hemos estado recientemente en dos actos. Iñigo Urkullu es un activo político que sin duda vamos a usar inteligentemente durante la campaña.
¿Le preocupa lo que indican las encuestas?
"Bildu representa un modelo de incertidumbre"
No. Yo soy sociólogo, estoy acostumbrado a leer encuestas, y se tratan de una fotografía en un momento determinado. Todas marcan un cierto consenso en torno a que hay que decidir entre dos modelos: PNV o Bildu. La ciudadanía vasca va a tener que elegir entre el modelo del PNV, que tiene una atesorada trayectoria gobernando y gestionando el país, o un modelo de incertidumbre que es el que ahora representa Bildu, que no tiene trayectoria en gestión ni ha sido capaz de gobernar una institución de cierta relevancia.
En estas últimas ha habido algunas actuaciones de la Ertzaintza que han generado polémica. ¿Usted cómo valora todo esto?
A mí me parece que hay que poner el foco en quien comete los altercados y en quien agita la calle, y a veces ponemos el foco en la actuación policial y nos olvidamos de lo primero. Yo creo que toda Policía tiene que actuar para evitar que haya un altercado social o un problema de delincuencia. Hay que ver quién genera esos problemas. Dicho esto, si hay alguna actuación que se ha sobrepasado, se tiene que depurar la responsabilidad, obviamente.
¿En qué puntos de la actual gestión del Gobierno Vasco cree que hacen falta cambios?
El día que fui elegido candidato oficial del PNV a lehendakari, establecí una prioridad máxima en relación con la salud. Osakidetza es la joya de la corona del autogobierno vasco: se trata de un sistema de salud muy bueno, de referencia no solo en el Estado sino en el conjunto de Europa, pero que ha estado tensionado por la pandemia y por el envejecimiento de la población en Euskadi, lo que le somete a una presión asistencial muy superior a la que tenía cuando se creó.
Por tanto, tenemos que actualizar el sistema y mejorar aquello que después de la pandemia no estaba funcionando como debía. Me he comprometido a que en la siguiente legislatura tu médico te atienda en un máximo de 48 horas, y también a reducir las listas de espera quirúrgicas: hoy están en el entorno de dos meses de media, y el objetivo es llevarla a 50 días de media.
Si vemos la tendencia en el número de votos que el PNV ha recibido en anteriores elecciones, vemos una tendencia a la baja. ¿A qué se debe? ¿Está en riesgo la hegemonía del PNV?
El PNV ha ganado las elecciones en clave vasca siempre. Incluso el año pasado, que tuvimos un resultado peor de lo esperado, fuimos la primera fuerza de este país. Hemos detectado fundamentalmente un problema de abstención en relación con el PNV, y creemos saber cuáles eran los factores que llevaron a esas personas a quedarse en casa.
En primer lugar, había un cierto desgaste al estar al frente de un gobierno que ha enfrentado unos años muy complicados. Al final, quien está en el gobierno también lo paga en términos de desgaste. En segundo lugar, se nos estaba pidiendo por parte de la sociedad vasca que hiciéramos el ejercicio de poner nuevas personas al frente del PNV para afrontar nuevos retos. Estamos en un momento de transición, de transformaciones sociales profundas. La sociedad nos estaba enviando la señal de que había que ponerse las pilas.
Si usted es elegido lehendakari, ¿va a impulsar medidas para que Euskadi obtenga más autogobierno?
Lo primero que hemos dicho es que queremos completar de una santa vez el estatuto de autonomía de Gernika. Fue el primero que se aprobó en el Estado, es una ley orgánica de obligado cumplimiento y siguen sin estar transferidas algunas materias que para nosotros son fundamentales. Hemos acordado con Sánchez que en un año y medio tenemos que cerrar esa carpeta, y a partir de ahí queremos ampliar el margen de autogobierno que tiene este país.
"Sánchez cambia mucho de opinión"
Después de cuatro décadas, hemos aprendido que necesitamos un sistema de garantías: cuando la competencia es exclusiva vasca, el Estado no puede venir a cercenar la competencia a través de leyes básicas. Lo que pedimos es que un sistema de garantías para que no estemos luego reinterpretando lo que ya está acordado. Es importante que haya un árbitro imparcial, porque el Tribunal Constitucional es un árbitro comprado.
¿Contempla la posibilidad de que el PSOE apoye a EH Bildu en una futura entente para quitar el Gobierno al PNV?
Lo que sabemos es que quien manda en el PSOE es el presidente Sánchez, y sobre todo hay que ver qué es lo que opina Sánchez en relación con acuerdos y coaliciones posibles que se puedan dar en Euskadi y en otras partes del Estado. Sánchez cambia mucho de opinión. Por lo tanto, esto es como Santo Tomás: ver para creer.
"Queremos pensar que no van a cambiar de caballo"
Nosotros estamos satisfechos con los gobiernos de coalición que tenemos en Euskadi con el PSE, hemos apoyado la investidura de Sánchez y estamos ayudándole a que la legislatura vaya adelante. Queremos pensar que no van a cambiar de caballo. Por eso es importante esperar a ver qué pasa el día 21 y que el PNV tenga un buen resultado para que no haya tentaciones, porque también están ahí lo que ocurrió en Pamplona con el acuerdo para desbancar a UPN a favor de Bildu.
¿Qué es un buen resultado para usted?
Ganar en votos y en escaños.
¿Supedita el PNV el apoyo a Pedro Sánchez en el Congreso a un apoyo en Euskadi a Pradales?
Hay que entender que la estabilidad en Euskadi es buena para la estabilidad en Madrid, y que un lío en Euskadi traerá líos en Madrid. A pesar de que el foco está ahora puesto en Catalunya, que nadie se olvide que la estabilidad en Euskadi es importante para que haya estabilidad también en Madrid. Somos un partido serio y fiable, hemos apoyado a Sánchez para que sea presidente del Gobierno, tenemos un acuerdo de investidura que establece una serie de compromisos a lo largo de la legislatura y es importante que el PSOE también sea serio y fiable.
¿Podrían romper con el PSOE si aquí el PSE apoyase a EH Bildu?
Obviamente, si el PSE apoyara a Bildu, se abriría la opción de otras muchas hipótesis.
¿Usted cómo se define, de derecha, de centroderecha, de centro…?
"La tasa de pobreza más baja del Estado está en Euskadi"
Ese tipo de etiquetas siempre me han parecido que buscan situarle a uno. Yo comparto plenamente el ideario del PNV. A través de las políticas públicas que desarrollamos, y ahí está la trayectoria de cuatro décadas, siempre hemos intentado poner a las personas en el centro. La tasa de pobreza más baja del Estado está en Euskadi, la tasa de desempleo más baja del estado está en Euskadi y la renta per cápita más alta del Estado está en Euskadi, porque ha habido políticas de fomento de la creación de riqueza y empleo y políticas de redistribución.
¿Usted comparte las acusaciones habituales del PP contra EH Bildu respecto a su supuesta vinculación con ETA?
Creo que el PP está fuera de tiempo. En Euskadi desgraciadamente vivimos un ciclo de terrorismo y violencia que fue un drama, un horror, que nunca debió suceder, pero afortunadamente finalizó. Creo que la sociedad vasca ha pasado página en relación con esa cuestión y creo también que Bildu tiene la asignatura pendiente de reconocer que el daño causado fue injusto, y también tiene que superar el listón ético de condenar lo que ocurrió. Más allá de eso, creo que la sociedad vasca no está en esa clave. El PP, cuando insiste en ese tipo de discursos, lo único que hace es engordar a Bildu.
¿Le preocupa que Vox pueda volver a obtener representación en el Parlamento vasco?
Me encantaría que Vox no estuviera en Parlamento vasco y que esa fuera una de las noticias del noche del 21 de abril. Vox entró por los pelos por Araba, porque obtener un escaño en Euskadi es relativamente más sencillo dado que el mínimo está en el 3%. Sería una gran noticia para Euskadi que la extrema derecha se quedara fuera.
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