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SARA SERRANO - la base de datos

¿Qué está en juego en las elecciones de EEUU?

Sara Serrano en La Base
Sara Serrano en La Base.

El martes 8 de noviembre se celebraron las 'midterm' o elecciones de medio mandato en Estados Unidos. Estas votaciones sirven para elegir quiénes serán los representantes del Congreso de los Estados Unidos (el poder legislativo), que está compuesto por dos órganos: la Cámara de representantes y el Senado. Las 'midterm' se celebran cada dos años, coincidiendo así con la mitad del mandato presidencial.

A diferencia de las elecciones presidenciales, en las que los ciudadanos eligen al presidente de Estados Unidos indirectamente (vía los colegios electorales), las legislativas utilizan el voto directo. Además, independientemente del cargo para el que se esté votando, (ya sea congresista, senador o gobernador), la victoria se produce por mayoría simple. Es decir, es el candidato más votado el que se hace con la victoria.

La Cámara de Representantes tiene 435 escaños que se distribuyen proporcionalmente en función de la población de cada uno de los estados. Hasta ahora, los demócratas, con un total de 220 escaños, 8 más que los republicanos, tenían mayoría en este órgano.

El Senado, no se renueva completamente, sino por tercios ya que cada senador tiene un mandato de 6 años y en esta ocasión se elegían 35 escaños. En este órgano, a cada estado le corresponden dos escaños, independientemente de su población. Hasta ahora, el Senado se distribuía de la siguiente manera: 48 demócratas, 50 republicanos y dos independientes. Es decir, demócratas y republicanos estaban en un 50-50 de facto.

Un dato interesante, que sirve para entender la importancia que tienen estas elecciones legislativas para el poder financiero, es la cantidad de dinero invertido por el capital privado en la campaña.

Según el Wall Street Journal, el capital privado ha gastado casi 150 millones de dólares para impulsar las candidaturas de las 'midterm'. Esto supone la mayor cantidad de dinero invertido en una elección no presidencial hasta el momento, en concreto se trata de un 26% más de lo recaudado en las anteriores elecciones legislativas. Si nos fijamos en cómo se ha distribuido la financiación por partido político, es bastante equitativo, los republicanos obtuvieron el 46% de las contribuciones frente al 54% de los demócratas. 

Según los últimos datos publicados por Associated Press, los republicanos habrían asegurado 207 escaños en la Cámara de Representantes, frente a los 184 de los demócratas, quedando aún 44 escaños por asignar. La mayoría en esta cámara se sitúa en los 218 escaños. Por su parte, el Senado (cuya mayoría se alcanza con 51 escaños) parece que recaería en manos republicanas, con 48 asientos para los conservadores, 46 para los liberales y a falta de conocerse 4 senadores.  

Veremos qué ocurre con los escaños que quedan por asignar. Pero en caso de que finalmente los republicanos se hagan con ambas cámaras del Congreso, Biden podría enfrentarse a un bloqueo legislativo durante sus dos años restantes de mandato presidencial. Aunque podría legislar como decíamos bien vía "reales decretos", que no tienen carácter de ley, o bien utilizar su poder de veto para frenar las leyes republicanas que vayan en contra de sus intereses.
Sin embargo, los republicanos no han obtenido los resultados que esperaban. 

Trump quería hacer coincidir una victoria de los suyos en las legislativas con el anuncio de su candidatura de cara a las elecciones de 2024, pero no ha podido ser así. El trumpismo sale reforzado, pero Trump pierde fuelle frente a una nueva estrella emergente dentro del espacio republicano que podría competir contra él en la carrera presidencial: el ultraderechista Ron DeSantis, gobernador de Florida. 

En total, se eligieron los gobernadores de 36 estados, además de otros cargos relacionados, como las Secretarías de Estado. Los Republicanos se han llevado Florida, con la reelección de Ron DeSantis con casi el 60% de los votos, un margen de ventaja de 1,5 millones de votos respecto al candidato demócrata y un 57% del voto latino. De Santis sale así enormemente fortalecido de cara a su más que posible carrera presidencial. En manos conservadoras también han quedado Texas (donde ha salido elegido Greg Abbot, responsable de una crisis migratoria al enviar cientos de inmigrantes de su estado a Nueva York); Oklahoma y algunos de los estados del interior como Wyoming, Ohaio o Tennesse. En total se llevan 20 estados.

Por su parte, los demócratas ganan en California, Nueva York, Colorado, Kansas, Oregon o Arizona, así como en estados del norte como Minnesota, Wisconsin, Michigan, Illinois (donde revalida su victoria el actual gobernador demócrata, un multimillonario que autofinancia su campaña) y Pensilvania, (donde el actual fiscal general del Estado, Josh Shapiro, ha ganado frente al conspiranoico Doug Mastriano). De momento los demócratas se han llevado 14 estados. 

Por otro lado, se realizaron también referendos a nivel estatal, para consultar a los ciudadanos sobre distintos temas como la aprobación del aborto o la legalización de la marihuana. Estas votaciones se producen después del fallo del Tribunal Supremo contra la doctrina Roe vs. Wade, que eliminó el derecho constitucional al aborto y dejó en manos de los estados prohibir o no el aborto por completo.

Tras las votaciones del martes, tres estados han blindado el derecho al aborto en sus constituciones: Míchigan, Vertmon y California. Además, en Kentucky y Montana se votó la propuesta de limitar dicho derecho, pero fue rechazada. En cuanto a la legalización de la marihuana, Maryland y Missouri votaron a favor, mientras que Arkansas, Dakota del norte y Dakota del sur votaron en contra.
Y en el estado de Tenesse, (157 años después de que se aboliera oficialmente la esclavitud), se ha votado eliminar definitivamente de la constitución. 

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