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IU toma posición en la izquierda con un nuevo proceso asambleario dos años después de la escucha de Yolanda Díaz

El coordinador federal de Izquierda Unida lanza Convocatoria por la Democracia para recuperar el pulso ciudadano en pleno debate sobre la viabilidad de Sumar como proyecto de futuro en la izquierda.

Antonio Maíllo
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, este sábado en Madrid. J.J. Guillén / EFE

Que la izquierda tome el pulso ciudadano y busque una conexión con la sociedad civil como paso previo a una refundación política y orgánica es ya un modus operandi en el espacio. Lo hizo el Partido Comunista de Andalucía en 1984 con Julio Anguita al frente a través de Convocatoria por Andalucía

También lo hizo Yolanda Díaz en julio de 2022 con su proceso de escucha, que sirvió de base programática y de impulso político a Sumar. Ahora le toca el turno a la Izquierda Unida de Antonio Maíllo, que ha decidido recurrir a un nuevo proceso asambleario ciudadano como paso previo a la reorganización del espacio político de la izquierda alternativa.

Este sábado el coordinador federal del partido ha lanzado de manera formal la denominada Convocatoria por la Democracia, un proceso de reconexión entre la política y la ciudadanía para sacar a la izquierda de las "trincheras de la resistencia" y ponerla a la ofensiva frente a la ola reaccionaria.

El diseño del proceso es parecido al que han tenido lugar en otras ocasiones: Maíllo ha presentado en sociedad un manifiesto que servirá de base a un debate que, a partir de enero, el partido compartirá con los ciudadanos "de cada municipio y ciudad del Estado". 

El proceso finalizará en primavera, después de que la sociedad civil haya puesto las "teselas de un mosaico", el de una izquierda que nuevamente afronta un proceso de reorganización tras un ciclo político que ha desgastado sobremanera al espacio (liderado hasta ahora por Sumar).

La Convocatoria por Andalucía de Julio Anguita

De esta manera, IU se presenta en este proceso como el nuevo arquitecto de un proyecto que tendrá el enorme reto de frenar una ola reaccionaria global que avanza posiciones a pasos agigantados. Esto no quiere decir que la organización dirigida por Maíllo sea la única en postularse a este papel de demiurgo de una izquierda que Sumar y Podemos también podrían aspirar a liderar.

Los precedentes pueden actuar como espejos en este tipo de procesos. En el año 1982 el Partido Comunista de España, lastrado por unos malos resultados electorales, afrontó la reflexión de que una sola formación política, aunque sea fuerte, no podía acometer las grandes transformaciones que necesita la sociedad.

Esta reflexión se resuelve en el XI Congreso del PCE, celebrado en diciembre de 1983, que aprueba la "Convergencia Social y Política de la Izquierda", como objetivo para ampliar y ensanchar las bases del espacio, y también de reconectar con la ciudadanía.

El PCA buscó despertar "la voluntad colectiva" del pueblo andaluz

La primera formación en materializar esta idea y seguir una hoja de ruta en base a ella es el Partido Comunista de Andalucía, que en 1984 comienza un proceso de reconfiguración que pueda transformar la sociedad y la política en este territorio. Nace así la denominada Convocatoria por Andalucía, capitaneada por Julio Anguita, un episodio en el que el PCA llevó a cabo un auténtico reseteo para enraizar con la sociedad civil.

El objetivo era claro: despertar la conciencia social y la "voluntad colectiva" del pueblo andaluz; la herramienta, también: un proceso asambleario y participativo para que la sociedad aunara sus demandas, anhelos y problemáticas que sirviera para trazar una hoja de ruta común.

Técnicos agrónomos y jornaleros, profesores y estudiantes, albañiles, médicos, sindicalistas, militantes y dirigentes políticos debatieron de forma conjunta en asambleas cuyas conclusiones, lejos de quedar en papel mojado, se tradujeron en un programa denominado el Documento de las Amapolas, que partió de un primer manifiesto elaborado por el PCA, denominado Documento de los Leones.

A través de un proceso de síntesis y de esta conversación de la sociedad civil (que duró cuatro meses), en noviembre de 1984 se debaten alrededor de 900 enmiendas asamblearias y, finalmente, el Comité Central del PCA aprueba el documento definitivo de Convocatoria por Andalucía, el ya mencionado Documento de las Amapolas.

El proceso de escucha de Yolanda Díaz

En el documento también se proponía a Julio Anguita como líder de la candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía. El resultado electoral de Convocatoria por Andalucía fue más que satisfactorio: 19 escaños en los comicios andaluces de 1986, 11 asientos más que en las elecciones de 1982, el mejor resultado de su historia hasta el momento, y actualmente el segundo mejor resultado de la izquierda en Andalucía (solo superado por los 20 escaños que obtuvo Luis Carlos Rejón con Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía).

El proceso de escucha llevado a cabo por Yolanda Díaz en 2022 siguió buena parte de las pautas que décadas atrás habían definido Anguita y el PCA: elaborar un programa-manifiesto de base que sirviera de marco a un proceso asambleario que lo completara y le diera forma de abajo arriba, desde los territorios y los municipios a lo estatal. En ese proceso se definieron las líneas maestras de Sumar.

Ahora es el turno de la Convocatoria por la Democracia de Maíllo, el proyecto con el que IU aspira a sacar de las trincheras a la izquierda para acometer su propia ofensiva, y también el proyecto con el que esta organización toma posición en el espacio.

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