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Antonio Maíllo: "El que crea que nuestra apuesta por la unidad es una debilidad táctica no se ha enterado de nada"

Antonio Maíllo, coordinador federal de IU tras la entrevista con 'Público'  / Jaime García-Morato
Antonio Maíllo, coordinador federal de IU tras la entrevista con 'Público'. Jaime García-Morato

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo (Lucena, Córdoba, 1966), visita Público con afán de reflexionar sobre la actual situación política. La situación internacional, el auge de la ultraderecha, la situación interna del espacio de la izquierda alternativa en el Estado, el papel de Yolanda Díaz o la labor del Gobierno de coalición han sido temas que han tenido encaje en la conversación. El andaluz pone "la mirada larga" y pretende ir más allá de lo estrictamente coyuntural. 

IU arranca este próximo fin de semana Convocatoria por la Democracia, un proyecto que durará unos meses y que invita a la sociedad a reflexionar y posicionarse para profundizar en los valores democráticos y generar una alternativa a la ultraderecha. Maíllo describe este proyecto, y también se refiere al debate que su organización iniciará en los próximos días y durante los próximos meses para establecer la política de alianzas de Izquierda Unidas. Mientras tanto, en el Congreso de los Diputados, el grupo parlamentario de Sumar busca reorganizarse para afrontar lo que queda de esta compleja legislatura y para recuperarse del shock que supuso el estallido del 'caso Errejón'.   

Parece que la ultraderecha ha logrado mimetizarse en cierta manera con el momento de indignación que causó la DANA en la sociedad valenciana, orquestando relatos. ¿Por qué hay una cierta sensación de que en los últimos años la izquierda llega tarde, o directamente no llega, a estos procesos de conexión con la sociedad civil?

"El vacío de atención, de rapidez y de respuesta del Estado lo ocupan los monstruos"

Creo que conviene matizar un poco esa reflexión. Es verdad que hubo un momento en el que el vacío de atención, de rapidez y de respuesta del Estado lo ocupan los monstruos, la extrema derecha, en una estrategia muy coordinada de desinformación que después fue neutralizada. El hecho de que opere no significa que al final hegemonice; la manifestación masiva y popular que hubo en Valencia aquel sábado en modo alguno estuvo manipulada por la extrema derecha y refleja el dolor de un pueblo ante una tragedia; y también el rechazo, con el silencio, a este tipo de estrategia de utilitarismo de esta tragedia.

Yo he hablado con los coordinadores locales de las asambleas de pueblos como Paiporta, Catarroja, Benetúser, Chiva... sobre que se sentían abandonados, que no había una respuesta rápida; ahora también hay un sentimiento de que no los olvidemos, y eso es un reto muy importante, no los podemos olvidar.

Sienten que, aunque lenta, va llegando la ayuda del Estado, Ahora lo que hay es mucha inseguridad y el Estado no puede abandonar la Comunidad Valenciana, la atención a las personas afectadas. En el caso de la izquierda, lo que tenemos que hacer es trabajar codo con codo con el pueblo y no caer en la trampa de jugar a la desinformación, a la contra, sino que, en todo caso, jugar con obras, estar con la gente y no alejada de ella.

Usted defiende que la emergencia de la DANA ha abierto una nueva fase en la legislatura. ¿Por qué?

No es que entre en una nueva fase la legislatura, sino que lo que entra en una nueva fase es el rasante de la propia sociedad. La crisis ecosocial de la que muchas organizaciones hemos estado hablando permanentemente, y no nos sentimos escuchados de manera proporcional a la gravedad del asunto, deviene en una de las prioridades en el debate.

Hay una nueva fase porque cambian las coordenadas de las prioridades; todas las políticas, la presupuestaria, la fiscal... van a estar orientadas a la reconstrucción de pueblos devastados. En los debates fiscales, ¿las empresas energéticas tienen que tributar menos del 3% de sus beneficios? ¿Tienen que ser los grandes desertores, junto con la banca, del sistema fiscal español cuando son las que más contaminan?. Es una reflexión que con la DANA adquiere una relevancia máxima.

Otro tema en el que cambian las coordenadas es en el urbanismo. Hay un urbanismo contraintuitivo que ha despreciado la naturaleza, y la naturaleza desprecia aquello que tú desprecies. Y, por otro lado, el desprecio que ha habido a lo público, a los servicios públicos y a un Estado fuerte. Y creo que ahí se sienta una tercera coordenada en esta legislatura que es afrontar una profundización en el fortalecimiento del Estado y no en el debilitamiento. Hay causas que posibilitan que las líneas de discurso que tiene la izquierda se puedan ver más permeabilizadas por sectores sociales que antes no las tenían en cuenta.

Podemos ha criticado la gestión de la DANA tanto del Gobierno autonómico de Mazón, por la gestión directa, como al Gobierno de Sánchez, por no haber declarado antes la emergencia. También hacen críticas desde la izquierda en otros temas al Gobierno de coalición. ¿Cómo puede IU relacionarse con el Gobierno de una manera crítica a la vez que está en el Consejo de Ministros?

Podemos puede hacer lo que quiera. Porque sean críticas de Podemos no quiere decir que sean críticas necesariamente de izquierdas. Ellos son una organización que tienen su autonomía y considerarán lo que deben hacer. Como IU, valoramos la necesidad en su momento del Estado de alarma porque era una figura jurídica que ocupaba la incompetencia manifiesta de la comunidad autónoma; y desde una petición desesperada de amplios sectores de la población, que no entendía de procedimientos administrativos ni de competencias entre niveles del Estado, lo que querían es que se fuera más eficiente.

Puedo decir que, aunque formalmente no se ha declarado el estado de alarma, de facto lo está porque quien ha tomado las riendas, y se nota, es el Gobierno central. IU ha estado muy atenta desde el primer minuto a las peticiones de la población y nos arremangamos para intentar ayudar en lo que era más importante en ese momento, y no a hacer un análisis desde fuera de lo que estaba haciendo el Gobierno.

Antonio Maíllo responde a las preguntas de 'Público' / Jaime García-Morato
Antonio Maíllo responde a las preguntas de 'Público'. Jaime García-Morato

¿Qué relación tiene que tener IU con el Gobierno a la hora de hacer crítica desde la izquierda?

"En un Gobierno de coalición forman parte de su naturaleza las discrepancias"

El hecho de que estemos en el Gobierno, que apoyemos al Gobierno y que queramos agotar la legislatura no significa que estemos mudos. Significa que, como corresponsables de un Gobierno, queremos que funcione y, cuando hay aspectos que consideramos mejorables, siempre lo hemos dicho. Creo que está muy normalizado en la sociedad española el hecho de que en un Gobierno de coalición forman parte de su naturaleza las discrepancias. No sacaría de eso ninguna conclusión política.

Nosotros hacemos compatible el estar en un Gobierno con decir las cosas con las que no estamos de acuerdo, no sólo en el tema de la DANA, sino también con la política llevada en las anteriores compras de material bélico a empresas de defensa israelíes o el transporte de armamento con paradas en puertos españoles, y no nos sentimos condicionados por estar en el Gobierno; es más, creo que estar en el Gobierno hace más relevantes nuestras posiciones políticas, son más escuchadas.

Este fin de semana se celebra el primer acto de Convocatoria por la Democracia. ¿Qué es este proceso y cuáles son sus principales objetivos?

IU ha reflexionado desde julio del año pasado, tras mi elección como coordinador, sobre la necesidad de hacer una interpelación a la sociedad, sobre todo aquella identificada con la defensa de las conquistas sociales que ha tenido el movimiento obrero y que están ahora mismo bajo amenaza. Y no sólo eso, existe un deterioro de las instituciones democráticas cuando lo que necesita nuestro país es una profundización en la democracia, en esa con la que nosotros hemos sido muy críticos siempre con su desarrollo.

"La extrema derecha se extiende por el mundo y hay gente que ha teorizado que también tiene que llegar a España"

Al hablar de Convocatoria por la Democracia interpelamos a la sociedad para decirle una cosa: la ola reaccionaria de extrema derecha y autoritaria se extiende por el mundo y hay gente que ha teorizado que también tiene que llegar a España; bueno, pues nosotros desde IU nos negamos a que eso sea así, nos arremangamos para disputar y que no sea irreversible. Sobre todo en un país que ha tenido momentos históricos en los que no se ha resignado a que venga la derecha autoritaria a mandar sobre nosotros y nosotras.

Esta convocatoria es una interpelación a gentes de izquierdas que se identifican con esa necesidad de compromiso cívico para no sólo defender la democracia de quienes quieren destruirla, sino también porque la mejor defensa democrática es profundizar en sus carestías y carencias, y desarrollar un proyecto de país que defienda los servicios públicos con un Estado más fuerte, la compatibilidad de un trabajo con una vida de cuidados, un acceso a la vivienda digna, un país de acogida...

Antonio Maíllo, líder de IU, en la entrevista con 'Público' . / Jaime García-Morato
Antonio Maíllo, líder de IU, en la entrevista con 'Público'. Jaime García-Morato

Sobre esos fundamentos fundacionales de país es sobre los que le decimos a la gente que ya basta de indignarnos con lo que haga la extrema derecha, vamos a organizarnos para convertir la alegría militante en un acto de reafirmación y para arrinconar a quienes ahora están muy envalentonados y se creen que el tiempo histórico les corresponde.

Es un 'basta ya' a esta suerte de resignación ante la ofensiva, la chulería y el matonismo de la ultraderecha. No se trata de la defensa de la democracia del statu quo, se trata de que la mejor forma de evitar la llegada de la extrema derecha no es levantando el espantajo de que vienen en abstracto, sino de estar a la ofensiva de la izquierda en la construcción de un país que contravenga el modelo de desaparición del Estado.

"Convocatoria por la Democracia es un 'basta ya' a la resignación ante la ofensiva y el matonismo de la ultraderecha"

Este proceso va a durar todo el curso político y lo queremos desplegar en los territorios, sobre todo a nivel local para que la gente tome las riendas de esta convocatoria y convoque en su asamblea de vecinos y en su barrio a gente que quiera militar frente a la extrema derecha desde una alegría combativa y militante, no desde un razonamiento del miedo; queremos transformar el miedo en esperanza.

En julio usted dijo, a cuenta del resultado del Frente Popular en las elecciones en Francia, que ese hito demostraba que la ola reaccionaria no es irreversible. Cuatro meses después Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca. ¿Sigue pensando igual?

Sigo pensando que está en disputa. El hecho de que haya momentos de avance y momentos de retroceso de gobiernos reaccionarios significa precisamente que estamos en disputa y, por tanto, no hay irreversibilidad. En Estados Unidos hay un proceso, que es un hito más, pero que no significa que sea irreversible. Y si lo fuera, ¿la actitud de la izquierda cuál sería, la de resignarse o la de construir resistencia?

"El trofeo que le queda a la derecha y a la extrema derecha es tumbar al Gobierno español"

Sea reversible o no, yo creo que está en disputa y que el Gobierno de España lo demuestra, el trofeo que le queda a la derecha y a la extrema derecha es tumbar al Gobierno español. La izquierda debe dejar ya de lamentarse y construir hacia afuera un proyecto de esperanza. ¿En el supuesto de que esto fuera irreversible nos vamos a quedar en nuestras peleas de partiditos hablando de lo que cada uno puede influir o construimos algo que interpele a la sociedad? 

Cuando se presentó a las primarias de IU reivindicaba la necesidad de poner la política a fuego lento, parar un poco los tiempos. En estos primeros meses como coordinador del partido, ¿cree que lo ha logrado, en algún grado al menos, o cree que son los tiempos de la política los que han acabado por afectarle a usted?

"Intento tener mirada larga aunque haya pasos cortos y creo que estoy cumpliendo"

Uno no es impermeable a lo que se le impone desde un marco externo, así que hago mía la tensión de intentar ir parando los tiempos, aunque hay gente que te dice que eso es imposible. Parar los tiempos no porque seamos capaces de hacerlo, sino porque necesitamos reflexión para acertar y se ha demostrado que la rapidez no ha llevado a una eficacia, resultados ni capacidad de influencia. Intento tener mirada larga aunque haya pasos cortos y creo que estoy cumpliendo porque, a pesar de que estamos obligados a responder ante la coyuntura, no nos hemos dejado imbuir de manera autómata por la dinámica enloquecida del día a día. 

Sí me pasa muchas veces que tengo que pedirle calma a los compañeros y compañeras que exigen que tengamos que darle respuesta a todo inmediatamente y les digo una cosa: si damos respuesta inmediata a todo, tenemos más probabilidad de equivocarnos que de acertar. Estos son tiempos en los que conviene acertar más que ser rápidos.

Nosotros, por ejemplo, siempre insistimos en la necesidad de tener espacios de reflexión en el espacio de Sumar y, seis meses después de que fuera elegido coordinador, con toda modestia, la mesa de partidos está funcionando de manera natural como espacio de reflexión y hay decisiones que han ido más lentas pero han sido acertadas, como el nombramiento de la nueva portavoz del grupo parlamentario. A mí me parece que este camino es bueno, construir acertando.

Esta semana, el grupo parlamentario de Sumar inicia su reestructuración, acelerada tras la crisis por el 'caso Errejón'. Esto es así, en buena medida, porque IU lo ha pedido bajo la premisa de democratizarlo y establecer relaciones más horizontales. ¿Cambiar portavocías o presidencias de comisiones es la forma para avanzar en la horizontalidad?

"Tenemos la necesidad de reconectar con mucha gente que se ha quedado en shock con los últimos acontecimientos"

Que el proceso de elección de la portavoz haya sido por consenso me parece una magnífica noticia, y es un ejemplo a seguir que esperamos que se consolide en el resto de la reestructuración del grupo, en el que IU ha sido muy transparente en sus posiciones. Somos conscientes de que somos una parte y, al igual que nosotros planteamos propuestas, legitimamos que otros también las hagan. Pero el mero hecho de que ya se escuche y que haya esfuerzos para la síntesis y el acuerdo es favorable.

Aspiramos a una profunda reorganización porque creo que las razones objetivas que nos llevan a ello están más que justificadas y tenemos la necesidad de reconectar con mucha gente que se ha quedado en estado de shock con los últimos acontecimientos y necesitan de una propuesta radical para iniciar una nueva etapa.

IU también ha pedido abrir un debate sobre cambiar el nombre del grupo para evitar la confusión entre Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, y Sumar, la coalición de varios partidos. ¿Está en duda la marca del proyecto?

Si hay un partido que se llama Movimiento Sumar y hay una coalición que se llama Sumar, hay una confusión evidente. Cuando los compañeros de Movimiento Sumar hablan en nombre de ellos, además dicen que hablan en nombre de Sumar, con lo cual la gente piensa que hablan en nombre de todas las organizaciones que estamos en el grupo parlamentario.

En política si hay una regla clara es que hay que evitar la confusión. Creo que nos asiste la razón e intentaremos convencer al resto de la gente. Esa propuesta tiene una lógica aplastante y es que una parte no puede hablar por el todo, y todo proyecto que quiera ser sólido a largo plazo debe ser un proyecto clarificador. Creo que al final se llegará a un buen acuerdo. 

¿Es Yolanda Díaz a día de hoy la líder del espacio político?

Es la vicepresidenta del Gobierno y la ministra de Trabajo. Muy buena ministra, por cierto.

¿Y la líder del espacio político?

"Renunció a ser la referente política"

Es la vicepresidenta y la ministra de Trabajo, que no es menor, que tiene la mayor responsabilidad institucional de lo que representa la parte minoritaria del Gobierno de coalición. Creo que ha hecho un trabajo sobresaliente en política laboral, pero evidentemente ella renunció a ser la referente política en los mismos términos en los que lo era antes de las elecciones europeas. No lo digo yo, lo dijo ella misma. Ese debate está más que superado.

Ustedes han hecho un llamamiento a construir una candidatura única de las izquierdas de cara al próximo ciclo electoral, pero desde Podemos eluden el debate sobre la "unidad" y achacan su propuesta a una supuesta constatación del fracaso de Sumar. ¿Hay mimbres para lograr esta candidatura única?

De Izquierda Unida se pueden decir muchas cosas pero lo que no se puede decir es que no es transparente en su visión estratégica. Somos una organización que debate los documentos democrática y colectivamente y saca conclusiones que evidentemente son públicas porque se han hecho con participación de mucha gente, no son producto de laboratorio de diseño.

Nosotros tenemos un debate sobre política de alianzas que iniciamos el 5de octubre y ahora vamos a lanzar el documento sobre el que vamos a debatir en toda la organización, y sobre esa política de alianzas definiremos nuestra estrategia, que siempre ha sido de frente amplio.

"Existe el riesgo de que no seamos capaces de construir un proyecto de país si nos dedicamos a nuestras cositas"

Pero ay de aquel que crea que nuestra exposición pública o transparente de una apuesta por la unidad se convierte en una debilidad táctica de "estos van a tragar con lo que sea". No se han enterado de nada. Hay que tener mucho cuidado con dos reglas fundamentales en política: nunca desdeñar a nadie y nunca despreciar la inteligencia de la gente a la que te diriges. Cuando se rompen esas dos reglas, los políticos o políticas que lo aplican entran en barrena. Me guardaría mucho de hablar de otras organizaciones y de sus estrategias políticas, nosotros exponemos la nuestra, la hemos expuesto y no vamos a darle vueltas a lo mismo.

Apelo a los demás para que le digan a la sociedad cuáles son sus alternativas para que la ola reaccionaria no entre en España y para que haya un proyecto de izquierda sólida que diga una cosa y la misma cuando estamos gobernando y cuando estamos en la oposición, que tenga sostenimiento fuera de la coyuntura, que no sea oportunista ni cortoplacista. En este momento existe el riesgo de que dedicándonos a nuestras cositas no seamos capaces de conformar un proyecto de país de larga duración y con certidumbre y seguridad humana de las clases trabajadoras a las que representamos. 

¿Tiene sentido la legislatura en el contexto actual? Parece que es prácticamente imposible sacar adelante medidas progresistas y comienza a dar la sensación de que el fin último del Gobierno es resistir para que no gobierne la derecha.

"Las mejores condiciones que se pueden dar es que el Gobierno siga adelante en la legislatura"

La legislatura es endiablada desde el primer día, y el problema en política es saber si uno quiere gestionar lo ideal, sobre presupuestos que no existen, o quiere gestionar una realidad que no te gusta. Yo opto por lo segundo. En este momento las mejores condiciones que se pueden dar es que el Gobierno siga adelante con la legislatura y combatir en la calle lo que no es producto de aritmética parlamentaria.

Le voy a poner el ejemplo de la política de vivienda. Es muy importante para abrir cauce en la política de vivienda la movilización popular por encima de la aritmética parlamentaria. La movilización de los pensionistas vascos fue determinante para doblar el brazo al PNV, la movilización en torno a la defensa de los servicios públicos es la que puede doblegar una aritmética parlamentaria que no nos favorece a las fuerzas de izquierdas. En las contradicciones del debate parlamentario están las contradicciones de la correlación de fuerzas.

"La movilización puede doblegar una aritmética parlamentaria que no favorece a la izquierda"

No hay que actuar con la melancolía de lo que nos gustaría que hicieran Junts y el PNV, que son derechas y se alinean con PP y Vox en política fiscal, lo importante es lo que hagamos nosotros. Tenemos que afrontar la reforma fiscal con un PSOE que no quiere, y si no la hace el PSOE nosotros debemos ofrecerla a la sociedad y construir alianzas para que en las próximas elecciones nos den más fuerza para poder plantearla.

La clave no está en intentar doblegar o hacer que piensen lo que no piensan los supuestos aliados parlamentarios, la clave está en lo que pensamos nosotros. El PSOE, hasta que no ve que el fruto está muy maduro, no lo recoge, nosotros creamos las condiciones para que sean favorables las posturas o tesis más a la izquierda en el Gobierno. En unas negociaciones aritméticas, de corte y moqueta, de palacio, tenemos todas las de perder porque somos la parte minoritaria del Gobierno.

Dígame las tres prioridades de IU para esta legislatura.

Vivienda, vivienda y vivienda. Esa cojera que tenemos en este momento de la legislatura tenemos que corregirla en un cambio sustancial en política de vivienda que pasa por tener una garantía de financiación para la construcción de parque público de vivienda, para el estímulo y reforma de lo existente y para cambiar la fiscalidad de forma que deje de ser rentable la vivienda turística en favor del alquiler de larga duración.

"Una reforma de la ley de vivienda, que se quedó insuficiente"

Tenemos que afrontar una reforma de la ley de vivienda, que se quedó insuficiente, en torno a la capacidad que se le debe dar a los ayuntamientos para que con la Administración General del Estado puedan derivar en la declaración de zonas tensionadas si no colaboran los gobiernos de las comunidades autónomas del PP. 

IU está denunciando la llegada de barcos a puertos españoles con armas que tienen como destino Israel. ¿Cree que el Gobierno está haciendo lo correcto? ¿Debería ser más beligerante contra el genocidio que perpetra en Palestina?

"Hay que romper todo tipo de relaciones con Israel"

Nuestra postura ya la saben: hay que romper todo tipo de relaciones con Israel. El hecho de que estemos en el Gobierno en alguna ocasión ha sido útil, como el hecho de suspender la posible llegada de un barco con cargamento de material para Israel que iba a descargar en puertos españoles y que el Gobierno desautorizó. Se ha podido hacer la eliminación de los contratos de compra de material de defensa a empresas israelíes, que usted sabe que hay mucha trampa con esto, porque a través de empresas israelíes que están ubicadas en España se seguían haciendo contratos, y nosotros apostamos por una ruptura de relaciones con un país que es genocida.

Todos los países de la Unión Europea están teniendo una postura insuficiente. ¿Que el Gobierno de España, en comparación con el resto de los países de la Unión Europea, está teniendo una postura mucho mejor y más digna? Sin lugar a dudas, pero nos quedamos con la necesidad de que sea mucho más firme de lo que actualmente es, a pesar de que se han dado avances y discursos en intervenciones internacionales que celebramos, porque España construye otra postura diferente a lo que es la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea.

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