La embajada de Israel en España ha criticado al ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, tras su carta a empresarios españoles en el Estado hebreo solicitando que hagan todo lo posible por contribuir a un genocidio en Gaza.

Israel ha rechazado la "falsa acusación" difundida por algunos ministros, en referencia Bustinduy, de que están cometiendo "un genocidio" en territorio palestino, además de acusar a "algunos ministros, intelectuales y medios de comunicación" de "dar alas a Hamás" con sus "acusaciones carentes de fundamento".

"La demonización y deslegitimación de Israel, recurriendo a acusaciones carentes de fundamento, da alas a Hamás y a quienes persiguen la desaparición del estado de Israel, son una clara incitación al odio y alientan el antisemistimo", agrega el comunicado.

Para Israel, es "incomprensible" el silencio en España de la mayoría de los intelectuales y organizaciones de derechos humanos ante el drama de los 132 secuestrados que siguen en manos de los terroristas de Hamás.

El Ministerio de Exteriores se ha desmarcado de las cartas enviadas por Bustinduy, al asegurar que "es la primera noticia" que tenían de su existencia. "No entendemos qué quiere decir con 'el Gobierno'. No sabemos nada de esa carta", manifestaron. "Nuestra posición es clara sobre Gaza, Palestina y el reconocimiento", han añadido.

Por su parte, desde el Ministerio de Economía también han manifestado su sorpresa. "No he visto el comunicado en concreto. En general, tenemos muy claro desde el Gobierno nuestra visión con respecto a la situación en Gaza y al desarrollo y a la importancia del mantenimiento de los derechos humanitarios en la zona", ha destacado Carlos Cuerpo, encargado de esta cartera.

No es la primera vez que se produce un intercambio de comunicaciones entre Israel y España. El pasado año, la embajada israelí criticó unas declaraciones de la entonces ministra Ione Belarra en las que denunciaba "crímenes de guerra en Gaza".

Posteriormente, la embajadora israelí, Rodica Radian-Gordon, fue llamada a consultas por Jerusalén tras unas declaraciones de Pedro Sánchez, que también fue criticado en su visita el territorio israelí y Gaza. Por estos incidentes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó en más de una ocasión a la embajadora española en Israel para "una conversación de reprimenda".