La negociación de Presupuestos encalla en 2025 y revive el escenario de una legislatura sin cuentas

La negociación de los Presupuestos Generales del Estado parece haber entrado en una nueva fase caracterizada por un bloqueo que ha logrado, incluso, reavivar el escenario de una legislatura sin cuentas (con las últimas aprobadas, las del 2023, prorrogadas).

Esta opción ya cobró bastante fuerza a la vuelta del verano, cuando el Gobierno constató las dificultades que habría para lograr los apoyos necesarios en un Congreso en el que ya había sufrido varias derrotas parlamentarias. 

Sin embargo, en ese momento en el Ejecutivo trasladaban que ese escenario de dificultades cambiaría después de los congresos internos que mantenían en vilo a partidos cuyos votos eran cruciales para garantizar el éxito de las cuentas, como ERC y Junts.

Hacienda decidió incluso retirar la votación sobre los objetivos de estabilidad y la senda de déficit para reanudar la negociación con estos grupos (especialmente con los de Carles Puigdemont) cuando resolvieran su futuro en sus respectivos congresos.

Pese a que algunas fuentes del Gobierno apuntaban a que en 2025 la negociación presupuestaria se aceleraría (sobre todo después de la euforia que provocó a los de Pedro Sánchez la aprobación del paquete fiscal en la Cámara Baja, tras una negociación muy complicada), la realidad en este momento es otra.

Ningún contacto con los grupos parlamentarios

Los grupos parlamentarios trasladan que no han tenido ningún contacto por este motivo con el Ejecutivo en lo que va de año e incluso en Sumar reconocen que no se están produciendo avances significativos en el propio seno del Gobierno.

Según explican algunas voces conocedoras de la situación, lo que pondría en marcha el proceso negociador de las cuentas es un acuerdo con Junts que día de hoy no parece estar cerca. En Hacienda insisten en que su objetivo sigue siendo el de presentar los Presupuestos cuanto antes, pero reconocen que la situación con los de Puigdemont y con ERC es complicada.

Por este motivo no hay todavía ningún calendario ni previsión en el horizonte más cercano, y los tiempos siguen corriendo. Desde Sumar, por ejemplo, se advierte de que si no se presenta el proyecto presupuestario antes de que acabe la primavera, ya no habría tiempo para desplegarlo en 2025.

Además, la relación entre el Gobierno y los grupos es más tensa en 2025 que en la recta final del 2024. El PSOE ha decidido rechazar de manera definitiva que Sánchez se someta a una cuestión de confianza, como pide Junts, y bloqueará la PNL que los de Miriam Nogueras registraron en el Congreso.

En Podemos ya le habían puesto al Ejecutivo dos líneas rojas encima de la mesa de negociación incluso antes de que arrancara; si Sánchez quería sus votos para los PGE tendría que romper relaciones con el Estado de Israel y bajar por ley un 40% los alquileres (además de prohibir toda la compra de vivienda que no sea para residir).

Óscar Puente: "Los Presupuestos son el marco más actualizado, pero si no hay otro, seguiremos funcionando"

Los de Ione Belarra también han anunciado esta semana que para que su partido se siente a negociar las cuentas, el PSOE debe solucionar el incumplimiento que existe con Podemos respecto a los impuestos a las energéticas y al diésel (los socialistas se comprometieron a aprobarlo en el Congreso tras caerse del paquete fiscal, para lo que necesitarían los apoyos de Junts y del PNV, apoyos que a día de hoy no tienen).

En este contexto, algunos ministros del PSOE han vuelto a recuperar el discurso sobre que no tener Presupuestos en 2025 no tiene por qué significar el fin de la legislatura.

"Mi ministerio no va a detenerse porque tengamos que trabajar con unos Presupuestos prorrogados. Lo vamos a hacer igual que hasta ahora, llevando al Consejo de Ministros las inversiones que consideramos que son necesarias y que tenemos que llevar a cabo. Sabemos que los Presupuestos son el marco más actualizado, pero si no hay otro, seguiremos funcionando", defendió el ministro de Transportes, Óscar Puente, la pasada semana.

"La negociación no se mueve y María Jesús Montero está centrada en hacer campaña en Andalucía y no en los Presupuestos", comentaba esta semana un dirigente político. La negociación de los Presupuestos arranca el 2025 encallada.