De Vito Quiles a Bertrand Ndongo: los ultras intensifican su acoso a periodistas de izquierdas
"No tiene perdón que estén acreditados en el Congreso y que las instituciones públicas los financien con nuestro dinero", denuncia Ana Pardo de Vera, periodista y directora corporativa de 'Público'.
Madrid--Actualizado a
"Llevo casi siete años sufriendo el acoso sistemático de la extrema derecha, desde amenazas de muerte, hasta ataques en las redes y en la calle. Vito Quiles, Bertrand Ndongo y Alvise intentaron agredirme durante un acto de Vox en Vallecas y han llegado a publicar fotos mías con mi familia, me han difamado y calumniado. La diferencia es que ahora he decidido reaccionar, porque no puedo permitir que nadie me acose mientras hago mi trabajo, mientras paseo tranquilamente por la calle. Si alguien me acosa, tengo que defenderme", reconoce a Público Antonio Maestre. El agitador ultra, micrófono en mano, ha perseguido y acosado al periodista por el centro de Madrid, pese a que este le había pedido previamente que lo dejase "en paz".
Vito Quiles, no obstante, ha vendido su propia versión del relato; una versión "completamente distorsionada" en la que él se erige como la víctima del encontronazo. "Antonio Maestre me agrede en plena calle, ha perdido la cabeza. Este señalamiento provocará más agresiones. Lo responsabilizo a él y a los medios que lo blanquean", ha publicado en su canal de Telegram, donde acumula casi 150.000 suscriptores. La esfera ultra ha replicado en sus redes sociales este discurso. "Tenemos que ser peores que ellos", alentaron desde el chat de All Right España.
Ana Pardo de Vera también ha sido víctima del hostigamiento de los ultras de extrema derecha. "Esto forma parte de una estrategia organizada de acoso a periodistas, porque saben que somos una parte fundamental del funcionamiento de las democracias. No tiene perdón que estén acreditados en el Congreso y que las instituciones públicas los estén financiando con nuestro dinero", denuncia la periodista y directora corporativa de Público.
Bertrand Ndongo le metió la alcachofa en la cara y le preguntó a quién iba a "chupársela", poco antes de la presentación de los actos por el 50 aniversario de la muerte de Franco. "Los ataques han saltado de las redes a las calles con total impunidad. No son periodistas y tenemos que denunciarlo; son acosadores, son machistas. Lo que pretenden es que nos autocensuremos", continúa Pardo de Vera. Ndongo también acosó ese mismo día a otros compañeros, como Gonzalo Miró y Unai Sordo. El agitador ultra, además, tachó de "hienas" a las reporteras que defendieron a la directora corporativa de Público del intento de agresión.
Ayuso riega con casi 900.000 euros en publicidad los digitales de Inda, Losantos y Negre
La ristra de ataques e insultos no acaba aquí. El youtuber llamó "la putilla periodística de Moncloa" a Silvia Intxaurrondo, para hacerse eco de una noticia publicada por El Mundo sobre su salario en la cadena pública. La propia presentadora tuvo que salir a desmentir la información difundida por el periódico. Ana Bernal-Triviño, Raúl Solís y Rubén Sánchez también han sido víctimas de la ultraderecha mediática. La cruzada de Vito Quiles, Bertrand Ndongo, Javier Negre y compañía lleva meses encima de la mesa, la diferencia es que ahora, los compañeros que sufren sus ataques han decidido reaccionar.
La FAPE ha salido en defensa de Pardo de Vera y ha condenado la actitud de este tipo de perfiles. "El periodismo consiste en garantizar con honestidad el derecho ciudadano a recibir una información veraz, no en provocar enfrentamientos entre profesionales e impedir el ejercicio de los compañeros con actuaciones intimidatorias", ha denunciado la organización en un comunicado. "Sois la escoria más absoluta", respondió Vito Quiles a la Federación de Asociaciones de Periodistas de España.
"Es necesario plantarles cara; creo, de hecho, que debemos hacerlo, pero también debemos valorar bien cuándo conviene y cómo conviene hacerlo, porque esta gente luego manipula los hechos y difunde en redes esa manipulación. Tenemos que tener cuidado para no alimentar su victimismo", advierte a Público Steven Forti, historiador y autor de Democracias en extinción (Akal). Vox ha alentado desde su perfil de X –antes, Twitter– a la violencia contra los reporteros de La Sexta, TVE y Canal Red. La impunidad con la que operan, gracias al respaldo de la extrema derecha política, dificulta todavía más la búsqueda de una solución.
"No son periodistas, son activistas de ultraderecha"
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso riega con casi 900.000 euros en publicidad los digitales de Eduardo Inda, Federico Jiménez Losantos y Javier Negre, tal y como ha publicado este medio en octubre. Vito Quiles colabora con el portal de este último, Estado de Alarma TV. Los compañeros que han sufrido sus ataques y las fuentes consultadas por Público cuestionan el reparto de dinero que hacen las instituciones afines a estos pseudomedios y piden tomar medidas "contundentes".
"El discurso de odio no es libertad de expresión y ellos juegan a manipular ese concepto para presentarse como víctimas de la cultura de la cancelación; dicen que hacen periodismo, pero no son periodistas, porque no respetan un código deontológico, son generadores de contenido. Lo que pasa es que equiparan los derechos y deberes que tienen los periodistas con los que ellos consideran que deberían tener por autodefinirse como tal, cuando son realmente agitadores. Este discurso consigue poner en tela de juicio la libertad de prensa, erosiona el oficio del periodismo y las propias democracias", advierte David Bou, periodista y director del documental La Xarxa Ultra (TV3).
La Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) y otros sindicatos han pedido en repetidas ocasiones retirar la acreditación de prensa a Vito Quiles. La FAPE también ha reprochado "el comportamiento de ciertos activistas acreditados como periodistas", unas palabras que suscriben los expertos. "Lo que buscan es provocar, para luego tirar de victimismo y vender que no pueden hacer su trabajo, que los malos son otros. El problema es que no son periodistas, son activistas de extrema derecha. Los poderes públicos deberían impedir su entrada en las ruedas de prensa, utilizar los mecanismos legales existentes para frenar la difusión de discursos de odio", insiste Steven Forti.
Vox ha compartido este miércoles un llamamiento para coaccionar a los periodistas de medios como La Sexta, TVE y Canal Red, pidiendo "lanzar sus micros" y "en directo, a ser posible". El PSOE ha denunciado las "amenazas" de la extrema derecha y aboga por defender la libertad de expresión. El PP, en cambio, ha defendido la actuación de Vito Quiles –durante su persecución a Antonio Maestre–. Ester Muñoz, perfil al alza en el partido, tachó de "injustificable" la actuación del colaborador de La Sexta.
En busca de "notoriedad pública"
"Lo que buscan es polarización y notoriedad pública. Los seguidores de esta gente no se mueven por una lógica constructiva, sino por emociones. La persecución y el acoso les reportan más viralidad. Si aumentan los niveles de acoso, como están haciendo, buscando reacciones emocionales por parte de sus víctimas, generan un contenido más morboso y llegan a un público más amplio", precisa David Bou. Los expertos piden reaccionar y parar los pies al entramado ultra, pero con "cuidado", sobre todo porque lo que aterriza en las redes, cada vez más, queda en manos de la extrema derecha. "Estamos en la época de la posverdad y sería utópico pensar en una solución sin tener en cuenta que las principales plataformas están bajo el control de Musk y Zuckerberg", sentencia Steven Forti.
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