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El Gobierno requiere a Ayuso cambios en sus leyes trans y LGTBi o las llevará al TC

El Ejecutivo autonómico madrileño se sentará en una Comisión Bilateral por petición del Gobierno para negociar sobre los puntos discordantes de unas leyes que, según los colectivos, eliminan derechos. Es un paso previo a judicializar. 

La ministra de Igualdad, Ana Redondo (c), y la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto (d), durante una manifestación en defensa de la Ley LGTBI y la Ley Trans de la Comunidad de Madrid, a 17 de diciembre de 2023,
La ministra de Igualdad, Ana Redondo (c), y la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto (d), durante una manifestación en defensa de la Ley LGTBI y la Ley Trans de la Comunidad de Madrid, a 17 de diciembre de 2023. Fernando Sánchez / Europa Press

El Gobierno de Pedro Sánchez ha requerido que el Gobierno de la Comunidad de Madrid que lidera Isabel Díaz Ayuso, cambie las leyes trans y contra la LGTBIfobia madrileñas. Según ha podido saber Público, el Ejecutivo autonómico ha aceptado este mismo lunes abrir el procedimiento negociado habitual en este tipo de conflictos entre administraciones. Si no hay acuerdo, el Gobierno recurrirá al Tribunal Constitucional (TC). 

La iniciativa está impulsada por el Ministerio de Igualdad encabezado por Ana Redondo. Pero los cauces formales de este tipo de negociaciones los efectúa el Ministerio de Política Territorial de Ángel Víctor Torres, encargado de enviar un requerimiento para la puesta en marcha de la Comisión Bilateral de Cooperación. En el Gobierno consideran que hay varios artículos del redactado actual de las leyes madrileñas que entran en colisión con la ley estatal, aprobada durante la pasada legislatura con Irene Montero como ministra. 

El plazo legal establecido para llegar a un acuerdo en este tipo de procesos es de un máximo de seis mesesComo informó este medio, desde que Sánchez llegó a Moncloa, la conflictividad con las comunidades autónomas se ha reducido de forma considerable. En Moncloa destacan la apuesta por el "diálogo" con las comunidades para evitar llegar al TC durante estos años. Está por ver si en este caso concreto lo lograrán, en un contexto de máxima tensión entre Ayuso y el Gobierno de Sánchez.

La propia ministra Redondo y otros partidos progresistas como Más Madrid acudieron el pasado mes de diciembre a una manifestación en Madrid cuando se conocieron las intenciones de Ayuso, que además no necesita en su caso los votos de Vox para cambiar estas leyes. La ultraderecha, en todo caso, se felicitó por la decisión de la presidenta madrileña y votó junto al PP. 

Desde el Gobierno ya habían dejado claro desde hace tiempo su rechazo a ley. La portavoz y ministra de Educación, Pilar Alegría, destacó en diciembre que "frente a esos recortes de derechos va a encontrar siempre la oposición del Gobierno de España. "Vamos a defender siempre los derechos y las libertades de las personas LGTBI+", dijo Alegría. Además anunció que adoptarían "todas las medidas que sean necesarias y oportunas".

Aparte del PSOE, también desde Más Madrid se había puesto en alerta sobre la posible inconstitucionalidad de la norma de Ayuso. De hecho, el pasado mes de febrero elevó una petición al Defensor del Pueblo para que este organismo recurriera al TC. Desde este grupo político, principal partido de la oposición en la Comunidad de Madrid, denunciaron "un ataque directo que significa la desprotección del colectivo LGTBI", según palabras de Carla Antonelli, diputada y senadora. 

¿Qué está en juego para las personas trans y LGTBi?

Con la derogación en la Comunidad de Madrid, se modificaban dichas leyes para eliminar derechos fundamentales para este colectivo. A la ley LGTBI+ la vaciaron de contenido y a la ley trans la despojaron de su pilar central, la "autodeterminación de género" o "identificación de género libremente manifestada".

Fuentes de Política Territorial y de Igualdad destacan a este medio que la Ley autonómica de Protección Integral Contra la LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e identidad Sexual "patologiza la transexualidad y establece el tutelaje médico". En este sentido, el artículo 14 traslada la idea de que la transexualidad en personas menores constituye una patología y establece como "requisito necesario" el apoyo de profesionales de salud mental y su mantenimiento durante todo el tratamiento.

En caso de un menor trans quisiera iniciar su transición, se volvería a requerir de un informe médico, una medida que patologiza a las personas trans. Esto se materializa en que niñas, niños y niñes trans se vean obligados a tener su antiguo nombre en documentos como la tarjeta sanitaria o el abono de transporte.

En los apartados 15 y 17 de la ley se especifican los derechos de utilización de espacios por parte de las personas trans "sin menoscabo de los derechos y la intimidad del resto de usuarios, especialmente mujeres, chicas o niñas". Se refiere al uso de espacios comunes en función del sexo (en centros de menores, pisos tutelados, residencias de tercera edad…). Algo que a juicio del Gobierno vulnera el artículo 14 de la Constitución al menoscabar el principio de igualdad. "Es un uso discriminatorio del lenguaje", apuntan las fuentes consultadas. 

Por último, la ley estatal establece una prohibición expresa de terapias aversivas o de conversión incluso si cuentan con el consentimiento de la persona interesada o de su representante legal. En este caso, la modificación de la ley de la Comunidad de Madrid añade la coletilla: "sin que el asesoramiento psicológico pueda considerarse discriminatorio ni contrario a la libertad de la persona evaluada". 

La reforma también eliminó sobre el papel la inversión de la carga de la prueba (que obliga al acusado de discriminar a personas trans a demostrar su inocencia). Un principio reconocido tanto por el Tribunal Constitucional como por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su jurisprudencia. Y que, a su vez, en España está reglado por las Leyes procesales y reguladores de Procedimientos Administrativos y por la llamada 'ley Zerolo' de aplicación estatal.

Respecto la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación, la modificación de esta Ley por parte del Gobierno de Ayuso niega a asociaciones, entidades y organizaciones representativas de los colectivos LGTBI la legitimación para presentarse como acusación o representar a víctimas en procesos penales o administrativos sancionadores. "Este artículo vulnera el artículo 149 de la CE que atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia procesal y no diferencia ningún procedimiento", señalan las fuentes de ambos ministerios. 

El PP aseguraba que se trataba de una mera "modificación" de ambas leyes y que se habían reunido con los colectivos LGTBI+ para llevarlas a cabo. Nada más lejos de la realidad, las asociaciones aseguraron que no habían sido escuchadas por el Gobierno madrileño y que solo recibieron en la Asamblea de Madrid a la asociación tránsfoba Agrupación Amanda, un lobby que alienta bulos basados en el porcentaje minoritario de personas que se arrepienten de hacer su transición.

En su momento, fuentes del Ministerio de Igualdad aseguraron a Público que "en ningún caso" era una "reforma necesaria" para adecuarse a la Ley 4/2023 para la igualdad trans y LGTBI+ y que tendría poca "incidencia real" debido a que la mayoría de cuestiones que se suprimían eran ya "de obligado cumplimiento e implementación por parte de las comunidades" tras la entrada en vigor de la ley trans. Es por esto que el Gobierno tiene la sartén por el mango a la hora de entablar la negociación.

También es cierto que para las asociaciones los derechos recortados eran un paso más en la estrategia de los gobiernos del PP de convertir en papel mojado estas leyes. Muchos de los derechos todavía no se llevaban diligentemente a cabo como, por ejemplo, la no patologización de las personas trans a las que se les seguía pidiendo un diagnóstico o las infracciones a aquellos que realizaban terapias de conversión.

El Gobierno toma por tanto la iniciativa para revertir la derogación parcial de la ley y que se cumpla con lo dispuesto en la ley trans estatal. Una norma de obligado cumplimiento para todas las comunidades. En caso de que la negociación abierta no prosperase ni se consiguiera llegar a buen puerto, sería el TC quien decidiría. 

El titular de esta noticia se ha modificado para incluir nueva información facilitada por los Ministerios de Igualdad y Política Territorial.

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