La Casa Real hizo público por primera vez el patrimonio personal de Felipe VI el pasado 25 de abril, que asciende a 2.573.392,80 euros, un día antes de que el Consejo de Ministros diera luz verde al real decreto por el que se reforma la estructura y el funcionamiento de la casa del rey y dar así "más transparencia, rendición de cuentas y eficiencia".

La decisión de publicar dicha información fue "conocida y compartida" con el Gobierno, así como el resto de partidos con representación parlamentaria, salvo ERC, EH Bildu, Junts per Cat, la CUP y el BNG. En este sentido, la Casa Real justificó esta exclusión al seguir el criterio de la anterior vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo de "informar de los asuntos de la Corona a los partidos constitucionalistas".

Si bien, preguntado el Ejecutivo por esta cuestión, ha evitado aclarar si esta recomendación se realizó, lo que evidencia la supuesta neutralidad política de la Corona, así como el presunto ejercicio de transparencia que pretende impulsar dicha institución y defiende la parte socialista del Gobierno de coalición.

Así se desprende de la respuesta escrita al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu a la que ha tenido acceso Público. El parlamentario había preguntado previamente, entre otras cuestiones, si el Gobierno recomendó a la Casa Real vetar a estas cinco formaciones políticas con representación en el Congreso y, en caso afirmativo, "quién y cuándo".

Lejos de responder a estas preguntas, el Gobierno se remite a informar exclusivamente del decreto legislativo aprobado a finales de abril para "reforzar la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en la Casa Real".

Dicha iniciativa, añade, es "fruto del trabajo realizado en los últimos meses" con la casa del rey con el objetivo de "consolidar en una norma jurídica las decisiones y reformas ya implementadas, y continuar con el proceso de actualización de la Corona llevado a cabo desde el año 2014".

Asimismo, "garantizar la coordinación y eficacia de la Casa, con el fin de mejorar los servicios que presta" y "reforzar los principios de transparencia, rendición de cuentas y ejemplaridad", unos objetivos que, cuanto menos, se quedan lejos al no recibir estas cinco formaciones la comunicación sobre el patrimonio del monarca.