Este artículo se publicó hace 2 años.
Gloria Elizo: "Hay una instrumentalización política por parte de la ultraderecha de la figura de Juan Carlos I"
Entrevista a la vicepresidenta tercera del Congreso y diputada de Unidas Podemos.
Pilar Araque Conde / Vídeo: Jaime García-Morato y Alfredo Langa
Madrid-Actualizado a
Gloria Elizo (Madrid, 55 años) está de regreso de su viaje al Sáhara Occidental, donde ha mantenido un encuentro con el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y ha visitado los campos de refugiados de Tindouf. La vicepresidenta tercera del Congreso ha comprobado en primera persona la "dignidad" de este pueblo que necesita culminar su derecho de autodeterminación, un asunto en el que "España tiene sus responsabilidades". Asimismo, en una entrevista a Público, la también diputada de Unidas Podemos habla del papel de la formación de Ione Belarra en el proyecto político de Yolanda Díaz y avisa de los errores del pasado. También, la letrada defiende las explicaciones que Juan Carlos I debe dar sobre los escándalos que le rodean: "No se puede abstraer al Congreso las responsabilidades políticas del jefe del Estado", remacha.
Ha estado este fin de semana en los campamentos de refugiados saharauis. En un artículo en 'Público' afirma que fue a escuchar. ¿Cuál es el resultado de esa escucha?
Hay una construcción, muchas veces idealizada y denostada de lo que pasa en el Sáhara y desde luego, cuáles son las relaciones que se mantienen en ese entorno tan conflictivo como puede ser el norte de África. Muchas veces hemos mirado muchos conflictos que se dan alrededor del mundo desde una verticalidad tramposa y egocéntrica, y para mi era importante, después del ofrecimiento del Polisario, ver exactamente cuál es la situación en términos de denuncias anteriores de violaciones de derechos humanos y de la situación política.
También me parece interesante en estos momentos, primero, poner el foco en el conflicto del Sáhara, un conflicto endémico que debe resolverse lo antes posibles. Y dada la situación, por las declaraciones de Sánchez, es un buen momento para volver a poner el foco en ese conflicto. Desde ese punto de vista me parece relevante ver cuáles son las reflexiones después de la pandemia, de la mirada del mundo con la guerra en Ucrania... Es un buen momento para reflexionar y escuchar, y también, acompañar a personas que se sienten desplazadas del foco de interés del Estado español.
También se ha reunido con el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. ¿Cómo se pueden reconducir las relaciones con el este movimiento tras el giro de Pedro Sánchez sobre el Sáhara?
El Frente Polisario tiene una estrategia asumida desde hace mucho tiempo que tiene que ver para que se finalice el proceso de descolonización y para que haya un referéndum, de modo que se alcance ese derecho de autodeterminación reconocido tanto en los Acuerdos de Madrid de 1975, sino también todas las resoluciones internacionales de la ONU y todo el derecho internacional. Esa estrategia no es nueva ni depende de las declaraciones de Sánchez. Se han movido muy bien en el ámbito internacional, con contactos muy interesantes y trabajados. Y con las declaraciones de Sánchez, aun siendo desafortunadas, se sienten más fuertes en sus demandas.
"El Frente Polisario es consciente de la responsabilidades que tiene España con respecto al Sáhara"
Eso no significa que no sean conscientes de la responsabilidades que tiene España con respecto a ese proceso. No solo responsabilidades políticas, sino también jurídicas, que tienen que ver con lo que la ONU entiende como un proceso de descolonización. Este proceso no se ha culminado en el Sáhara por las presiones que ejerce Marruecos, la instrumentalización del conflicto por parte de las grandes potencias y también por la dejadez de España.
Habla de la "dignidad" del pueblo saharaui y destaca que "no se rinde". ¿Cómo se puede conservar la esperanza?
Es una sociedad responsable con su propio compromiso histórico, ideologizada, activa y que no tiene otro futuro que no sea volver a ser un país con todo su reconocimiento internacional. Parte del territorio saharaui está ocupado por Marruecos y la gente que vive en los campamentos de refugiados necesita en términos de esperanza y de vida culminar ese proceso de autodeterminación. Como decía Borges, "no hay mayor jaula que un desierto", y ellos están en un sitio en el que no hay condiciones reales de recursos materiales para que tengan un vida. Para seguir viviendo necesitan, en términos puramente físicos, de su territorio y desarrollar en plenitud un Estado saharaui.
Mientras usted ha estado en los campos de Tindouf, en España, Juan Carlos I ha sido recibido como un verdadero rey en Sanxenxo. Incluso, ha ironizado con las explicaciones que debe dar. Partiendo de la base de que, cuanto menos, debe dar explicaciones. ¿A qué nivel debería ser?
"Hay una instrumentalización política por parte de la ultraderecha de la figura de Juan Carlos I"
Hay una parte familiar, que tiene que ver con el pulso que Juan Carlos tiene con Felipe VI. Por otro lado, creo que el emérito tenía que haberse quedado en España y haber asumido la defensa de las acusaciones gravísimas que tenía en tribunales españoles. En segundo lugar, hay una instrumentalización política por parte de la ultraderecha de la figura de Juan Carlos I, muy en confrontación directa con los partidos monárquicos que defienden a Felipe VI, y ese juego de la derecha con la ultraderecha para reivindicar cada una de las figuras de la monarquía es bien interesante, a costa de la destrucción de la credibilidad de la Jefatura del Estado y de tapar las etapas más oscuras de corrupción en España.
Tanto miembros del Gobierno del ala socialista como diputados del partido han expresado que el rey debe dar explicaciones a los ciudadanos, pero en el Congreso tumban cualquier propuesta relativa a esta cuestión. Usted, como miembro de la mesa, y ya que Unidas Podemos se queda solo en esto dentro del órgano de gobierno del Congreso, ¿cómo vive esa contradicción?
"No se puede abstraer al Congreso las responsabilidades políticas del jefe del Estado"
En democracia no puede haber espacios de opacidad y cuando hablamos de esta institución, mucho menos. Tiene que haber un espacio de transparencia en el que exista un conocimiento exacto de qué es lo que ha pasado y qué tienen que ver esas acusaciones con la realidad de los hechos. Y por otro lado, estamos hablando de la Jefatura de Estado, que todavía tiene que poner sobre la mesa, no solo las explicaciones que puedan tener sobre hechos más o menos criminales, sino con cualquier sombra de duda sobre su actuación o utilización espuria de su jefatura de Estado. No se puede abstraer al Congreso las responsabilidades políticas del jefe del Estado, independientemente de que los tribunales llevaran a cabo una investigación sobre unos hechos presuntamente delictivos. La instrumentalización de su jefatura del Estado es la deuda pendiente con la sociedad española y con el Congreso, uno de los elementos que estructura una democracia.
Numerosos grupos coinciden en que desde la llegada de Vox al Congreso, los debates han perdido calidad en el hemiciclo al mismo tiempo que los insultos y faltas de respeto han ganado protagonismo entre la bancada ultra. ¿Se puede revertir esta situación desde la mesa del Congreso teniendo en cuenta que ya han pasado más de dos años de legislatura?
Crispación y elementos de confrontación personal y abierta ha habido siempre. A mi, y eso lo he trasladado a la presidente y al resto de vicepresidentes, lo que más me preocupa es que la presión de Vox en los debates lo que está llevando es a acortar los espacios que ya se habían conquistado, como cuando los diputados hablan en euskera o catalán, que existe un incidencia directa a acortar esos discursos. No podemos ceder a ese chantaje que lo que pretende es recortar en derechos atribuciones que estaban consolidadas en el Congreso. A eso hay que sumarle que, desde luego, hay frases y debates antidemocráticos, y esos discursos antidemocráticos deberían estar eliminados.
En cuanto a Unidas Podemos, tras la marcha de Meri Pita al grupo mixto se habló de que usted podría hacer lo mismo. ¿Se ha planteado abandonar el grupo?
No [tajante]. Yo tengo un espacio en el que digo lo que pienso y tengo relaciones dentro de ese espacio con diferencias, que las he demostrado abiertamente, pero nunca me he planteado dejar el grupo parlamentario.
Se habla de divisiones en el seno del espacio confederal en el Congreso. ¿Se mantendrá fuerte lo que reste de legislatura?
"Podemos tiene que poner encima de la mesa inteligencia y generosidad para dejar que Yolanda Díaz lidere un espacio mucho más ambicioso"
Negar que existen cuestiones coyunturales que tienen que ver con los procesos electorales, es cierto. Que existe una necesidad de abrir este espacio político para tener más peso político y electoral, también es evidente. Que es evidente que ahora mismo, bajo mi punto de vista, quien tiene más capacidad de ampliar esos espacios, de debate, de estructura política y de avances electorales, es Yolanda Díaz y eso es asumido en términos generales. Internamente lo he dicho: Podemos tiene que poner encima de la mesa inteligencia y generosidad para dejar que una persona como Yolanda Díaz sea quien lidere un espacio desde luego mucho más ambicioso de lo que tiene encima de la mesa.
Y sobre el proceso de escucha que iniciará Yolanda Díaz, Ione Belarra ha advertido de que Podemos es imprescindible. ¿Usted también lo cree así?
Lo que es imprescindible es la rearticulación del espacio de las izquierdas clásicas y progresistas. No me plantearía si en eso tiene que tener un papel más importante determinadas personas; ese no es el debate. Manejar este proceso en términos de siglas o de personas sería un grave error. Sería volver a los mimos problemas de 2014. Si nos volvemos a encorsetar en un problema de coaliciones electorales... hablo y me recuerda a lo sucedido en Andalucía. Si estamos hablando de eso, vamos a cometer un error, no solo para nosotros como espacio político, sino porque una gran parte del electorado se va a quedar huérfano.
El 'caso Pegasus' volverá a ser protagonista otra semana más en el Congreso con la comparecencia de Pedro Sánchez para rendir cuentas sobre este caso de espionaje. ¿La solución del mismo definirá el rumbo de la legislatura?
La legislatura se agotará al final y el caso Pegasus es uno de los incidentes que acumulamos a una legislatura tremendamente complicada, pero no somos capaces de ver los importantes embates y requiebros en términos de cultura democrática que estamos viviendo por diferentes factores. Espero que el futuro no sea demasiado cruel con nosotros.
El debate sobre la abolición de la prostitución llega al Congreso. ¿Habrá una solución consensuada frente a las diferentes posturas de los grupos ante las aspiraciones del PSOE de abolir en esta legislatura la prostitución?
"Las izquierdas jamás pueden adoptar los marcos punitivistas como herramientas de acción política"
Si partimos de sí o sí va a ser complicado llegar a un tipo de consenso. Creo que las cuestiones que tienen que ver con derechos fundamentales, como esta, no se pueden plantear en esos términos. Puedo considerarme abolicionista pero reconociéndolo como el final de camino en aplicación de políticas públicas y no asumiendo un marco punitivista para un espacio de izquierdas, que desde luego es el marco definitorio de los espacios de derechas. Eso es lo que más preocupa: en qué espacios nos movemos del debate más que en las prácticas finales.
¿La abolición de la prostitución es un escenario a futuro deseado por todas las mujeres y hombres democráticos? Estoy segura, pero que eso no se puede hacer con imposiciones también estoy convencida. Las izquierdas jamás pueden adoptar los marcos punitivistas como herramientas de acción política. Apliquemos políticas públicas. Me parece mucho más interesante una renta básica universal que estar hablando ahora de abolición de la prostitución, por ejemplo.
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