Si su contrarreforma del aborto no llega a aprobarse no será por su culpa. Eso es lo que ha venido a decir este jueves el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que ha dejado esta pelota en el tejado de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría. 'El calendario legislativo no lo establecen individualmente los ministros; los ministros notificamos que se ha terminado el trabajo y, a partir de ese momento, el calendario legislativo lógicamente le corresponde a quién preside y dirige la coordinación de todos los ministerios en Presidencia y Vicepresidencia del Gobierno', argumentó.

Así, el ministro dejó entrever —en una entrevista en RNE— que él 'en ningún caso' piensa en dejar su proyecto de ley escondido en un cajón, aunque ni negó ni confirmó que esa fuera una de las opciones que barajan sus compañeros de equipo en el Ejecutivo. '¿Se va a dejar morir el proyecto?', le preguntaron. 'No es esa la intención del Ministerio de Justicia, en ningún caso', zanjó él, insistiendo en que 'la idea del Gobierno es que el proyecto esté aprobado por las Cortes antes de que termine este año'. No obstante, sus planes de pasar el trámite del Consejo de Ministros ya en julio no parecen que vayan a cumplirse: aunque él no quiso desmentir ni confirmar si será uno de los temas a tratar mañana, desde su departamento prevén que pasarán 'un viernes tranquilo', por lo que a Gallardón sólo le quedaría el próximo 1 de agosto para conseguir el visto bueno a su ya proyecto de ley. 

Lo cierto es que desde que Gallardón anunció la medida hace ya dos años, su normativa no ha dejado de retrasarse. Incluso una vez que había conseguido luz verde en el Consejo de Ministros del pasado diciembre, su anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada ha saltado una piedra tras otra hasta hoy, que está listo para volver a Moncloa. 'El proyecto tiene una tramitación muy desarrollada' —insistió el ministro de Justicia— 'aunque es verdad que los órganos consultivos [el CGPJ y el Consejo Fiscal, entre otros] han tenido un plazo más largo de lo normal', reconoció. 

Ahora, para cumplir los plazos previstos y que la ley llegue a entrar en vigor antes de 2015 —y así la contarreforma no llegue a afectar a la campaña electoral del PP para las próximas municipales, autonómicas e incluso las generales del próximo año—'el texto tiene que ser remitido [al Consejo de Ministros] antes del verano, antes de adentrarse en el mes de septiembre', insistió Gallardón, escudándose una vez más en que el retraso se debe a Rajoy y Santamaría y no a su ministerio.

Desde Moncloa, en cambio, no parecen tener tanta prisa como el titular de Justicia. De hecho, la vicepresidenta eludió el tema el pasado viernes, limitándose sólo a confirmar que el Ministerio ya 'ha recibido todos los informes' y que estaba trabajando para recoger todas las aportaciones de los mismos. Hoy Gallardón ha dado por terminado ese trabajo, por lo que la patata caliente ha vuelto, de nuevo, a la jefatura del Gobierno.