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Felipe VI evita referencias directas a la crisis judicial, pero alerta de los riesgos de la quiebra institucional para la democracia

Felipe VI ha pedido "instituciones sólidas que protejan a los ciudadanos", "instituciones que respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal, con respeto a la Constitución y a las leyes".

El rey Felipe VI pronuncia su tradicional discurso de Nochebuena, en el Palacio de la Zarzuela.
El rey Felipe VI pronuncia su tradicional discurso de Nochebuena, en el Palacio de la Zarzuela. Pool / EUROPA PRESS

El rey Felipe VI llegaba puntual como cada Nochebuena a los televisores de los españoles este 24 de diciembre para pronunciar un discurso marcado por la ambivalencia de sus palabras en un momento de alta tensión política. El jefe del Estado se ha cuidado de no pisar ningún charco y ha pasado por encima de la grave crisis institucional consecuencia del bloqueo por parte de la derecha para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), caducado desde hace cuatro años, así como el Tribunal Constitucional, pues el mandato de cuatro de sus magistrados también caducó hace seis meses.

El monarca ha reconocido la democracia, reflejada en la Constitución de 1978, como un bien superior al que hay que cuidar porque se enfrenta a "numerosos riesgos". De estos, ha subrayado tres que afectan al Estado español: la división en la sociedad, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones.

Toman especial relevancia las palabras de Felipe VI en la coyuntura de choque institucional en el que está inmerso el Estado español, máxime cuando esta misma semana el Constitucional impedía que la Cámara Alta del Legislativo, el Senado, pudiera votar sobre un cambio en la ley que permite renovar el propio tribunal de garantías.

Felipe VI ha pedido "instituciones sólidas que protejan a los ciudadanos", "instituciones que respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal, con respeto a la Constitución y a las leyes, y sean un ejemplo de integridad y rectitud". "Creo -añadía- que, en estos momentos, todos deberíamos realizar un ejercicio de responsabilidad y reflexionar de manera constructiva sobre las consecuencias que ignorar esos riesgos puede tener para nuestra unión, para nuestra convivencia y nuestras instituciones".

"Un ejercicio de responsabilidad" que sugiere una referencia velada al PP por su bloqueo crónico a la renovación del CGPJ, contrariando a la propia Constitución, pero que, dada la ambivalencia de sus palabras, seguramente sean utilizadas por la derecha como arma arrojadiza contra el Gobierno. El Ejecutivo vio esta semana cómo el Constitucional amonestaba su intento de cambiar las mayorías para escoger a los magistrados de este tribunal a través de unas enmiendas a la reforma del Código Penal tramitada en Cortes con motivo de la derogación del delito de sedición y de la reforma de la malversación.

Un discurso europeísta

El otro pilar del discurso, además de la democracia, ha sido la referencia a la Unión Europea. Algo que toma especial relevancia cuando está a punto de comenzar el año en el que España asumirá la presidencia del Consejo en el segundo semestre del 2023. 

"Somos Europa, pero también necesitamos a Europa, que es nuestro gran marco de referencia político, económico y social y que, por ello, nos ofrece certeza y seguridad. Estoy seguro de que el compromiso de España quedará reforzado con la Presidencia rotatoria de la Unión que asumirá el año que viene", argumentaba Felipe VI.

Invasión rusa a Ucrania

Antes, el rey hizo mención a la grave coyuntura por la que pasa el Estado español. "El 2022 ha sido -está siendo todavía- complicado y difícil. Como no han sido nada fáciles los últimos años. Cuando creíamos haber superado lo peor de la pandemia -sin duda, la mejor noticia- en el mes de febrero Rusia invadió Ucrania", recordaba el monarca en su alocución.

Una guerra en suelo Europeo por la que, según la Casa del Rey, "nuestra seguridad se ha visto afectada. España, además de reforzar con nuestros aliados la capacidad de defensa colectiva, se ha unido a la inmensa mayoría de la comunidad internacional para apoyar a Ucrania". En este contexto, Felipe VI aprovechaba para recordar la Cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid el pasado mes de junio como un hito de gran importancia y que "sirvió para reforzar la unidad de todos los miembros de la Alianza, y también de la Unión Europea".

Las consecuencias de la guerra se han notado en la crisis de inflación que ha golpeado a las economías europeas, también a la española. Sobre ello, el jefe del Estado ha recordado: "La subida de los precios, especialmente de los alimentos, provoca inseguridad en los hogares".

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