Público
Público

Las elecciones europeas, ¿una fotografía del reparto de fuerzas entre Sumar y Podemos?

La formación morada reivindica estos comicios como una oportunidad de "volver a ponerse en pie" y Sumar rechaza que los resultados de las europeas sean extrapolables a la correlación de fuerzas en el espacio.

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y la secretaria de Estado.
Morant, Díaz, Montero y Belarra, entre otros, en una imagen de archivo.  Isabel Infantes / Europa Press

¿Pueden ser unas elecciones algo más que unas elecciones? Las respuestas a esta pregunta son tantas como las interpretaciones y lecturas que cada actor político quiera trasladar. El próximo domingo, 9 de junio, se celebran los comicios al Parlamento Europeo, y las diferentes visiones acerca de lo que representan circulan a la vez y en todas direcciones.

Una batalla entre el progresismo y la ultraderecha; una pugna entre la austeridad y los derechos sociales; un plebiscito entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo... y, también, una medición de cómo se reparten las fuerzas en el seno del espacio de la izquierda alternativa entre Sumar y Podemos.

En la formación morada han defendido en varias ocasiones la doble óptica que, a su juicio, tienen estos comicios; para los de Ione Belarra, las europeas son una batalla entre la Europa de la paz y los derechos contra la Europa de la guerra y los recortes; pero también, "una oportunidad para volver a poner en pie a una izquierda realmente transformadora".

Desde la salida de Podemos del grupo parlamentario y de la coalición liderada por Sumar, estas dos formaciones sólo se han enfrentado electoralmente a nivel territorial (en Galicia y en Euskadi). Ahora, las europeas establecen una oportunidad para medir fuerzas en el seno de la izquierda alternativa en todo el Estado y, además, con una circunscripción única que elimina las barreras y el reparto de escaños que tienen el resto de procesos electorales.

Los de Yolanda Díaz, sin embargo, no lo ven así; a su juicio, de estos comicios "es imposible que salga una fotografía del espacio de la izquierda transformadora" porque, más allá de las características "técnicas" de este proceso (la circunscripción única, la ausencia de barreras electorales...), las características "políticas" hacen imposible, a su juicio, extrapolar sus resultados a los de, por ejemplo, unas generales, o a un proceso interno y orgánico como son unas primarias.

Una competición directa sin barreras electorales

Los expertos consultados por Público asumen la existencia de una serie de características que favorecen la "competición directa" en términos puros, pero defienden que no se pueden extrapolar los resultados a unas generales ni tampoco a un proceso relacionado con la interna de las organizaciones.

Aida Vizcaino, profesora de Ciencia Política en la Universitat de València, explica, por ejemplo, que a la hora de medir fuerzas de manera directa "la circunscripción única permite salvar la particularidad del caso español de la cantidad de circunscripciones pequeñas que tenemos en el centro de la península. Y, por otro lado, la barrera electoral para lograr escaño es un factor importante si estamos hablando de partidos que pueden sacar uno o dos eurodiputados con un 2% o un 3%".

Sin embargo, las europeas tienen una serie de características que hacen complicada su extrapolación a unas generales o que puedan servir de termómetro real del reparto de fuerzas en la izquierda alternativa. 

Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, recuerda que "las elecciones europeas son de segundo orden, esto significa que la participación electoral es menor que en unas generales; en España la concentración del voto suele ser bastante pareja en unas generales y en unas europeas entre los dos principales partidos, sobre todo si son próximas en el tiempo, pero esto no es extrapolable a los partidos pequeños".

En este sentido, explica, "tanto Sumar como Podemos están teniendo unas fugas hacia el PSOE que no son representativas de lo que ellos podían sacar en unas elecciones generales, fugas que tienen que ver con elementos y factores propios de las europeas, con sus debates y con los cabezas de cartel, por ejemplo".

La baja participación histórica de las europeas

"Las elecciones europeas son de segundo o de tercer orden", comparte Vizcaino; "en este caso, además, se celebran solas, sin otro proceso simultáneo, y con territorios que están agotados electoralmente. Cuando no habido un proceso electoral como el de municipales junto al de europeas, la participación ha estado por debajo del 50%, e incluso, por debajo del 45% en muchos momentos".

"Interpretar que esto se puede extrapolar a unas generales o a una medición de fuerzas es partir del hecho de que todo el mundo a la izquierda del PSOE está activado y no se queda en la abstención, y eso es mucho decir", defiende la experta. En este sentido, Vizcaino recuerda que "siempre ha habido históricamente un sector del votante de izquierdas crítico con el actual modelo europeo, y que evita participar".

Simón destaca que, más allá de la comparación con unas generales, los resultados de las europeas "sí que se van a usar como termómetro para ver si Podemos está muerto o no. Para las europeas lo han resucitado, claramente está entre uno o dos eurodiputados según los sondeos. Si Sumar saca cuatro o cinco, Podemos estaría en torno a un tercio o incluso un 40% de la representación dentro de ese espacio si los medimos directamente".

Insiste, sin embargo, en que "esto no es extrapolable porque tendríamos que ver cómo serían unas candidaturas a las generales, qué confección de lista, qué equilibrios orgánicos… Es falso que podamos establecer que esto puedan ser unas primarias porque estamos dilucidando temas que no tienen que ver con la cultura orgánica del espacio, sino con consideraciones de luchas de poder, sobre todo con consideraciones que trascienden a Podemos y a Sumar".

Pablo Simón: "La señalización que hay es que Podemos tiene su espacio, tiene una demanda electoral"

"Me resulta inverosímil que planteemos que esto sea representativo electoralmente de lo que obtendrían. Otra cosa es que la señalización que hay es que Podemos tiene su espacio, tiene una demanda electoral. ¿De cuánto? Según las estimaciones que estamos viendo, podría ser de medio millón de votos. ¿Eso es lo que sacaría en unas generales? No lo tengo claro, probablemente podría sacar hasta el doble, porque en las europeas hay baja participación. Me resulta inverosímil extrapolarlo, más allá del morbo de que Podemos sigue vivo y de que Sumar no ha sido capaz de desplazar a este partido", concluye el experto.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias