Los grupos del Congreso han forzado este martes la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para rendir cuentas ante el Pleno sobre el espionaje a través del sistema israelí Pegasus. Todos las formaciones, a excepción de PSOE y Unidas Podemos, han votado en la junta de portavoces a favor de la solicitud de comparecencia elevada por los partidos independentistas.

Se da la circunstancia de que ya estaba pendiente de agendarse una comparecencia del líder del Ejecutivo sobre la crisis abierta con Argelia tras su cambio de posición acerca del Sáhara Occidental. No obstante, el portavoz socialista, Héctor Gómez, no ha aclarado si se incluirá en el mismo pleno los dos asuntos o se hará por separado.

Los diferentes portavoces de las formaciones que apoyan al Gobierno en el Congreso han señalado este martes la necesidad de que Sánchez, también espiado por este software, de explicaciones en sede parlamentaria acerca de un asunto que podría poner en riesgo la estabilidad de la legislatura y "de la propia democracia".

En estos términos se ha pronunciado el presidente de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, para referirse al voto contrario de su formación al decreto anticrisis, que finalmente salió adelante el pasado jueves por una mayoría muy ajustada. "No son conscientes de las consecuencias de ese voto, esto no se va a tapar y se puede cargar la legislatura. No es una amenaza ni una advertencia, es pura información, no es opinable", ha alertado.

Asimismo, Rufián ha señalado que este caso de espionaje es ya "un escandalazo internacional que está llegando a las mesas de los ministerios, de los diputados y de las instituciones", por lo que ha reiterado su exigencia de que la depuración de responsabilidades empiece con la directora del CNI, Paz Esteban, quien dará explicaciones el próximo jueves a puerta cerrada en la Comisión de Gastos Reservados, conocida como comisión de secretos oficiales. 

"En cualquier país democrático, si a la máxima responsable de los servicios de Inteligencia se le pasa que se espía de forma ilegal al presidente y parte del Consejo de Ministros, su posición sería insostenible. Y no es una amenaza ni una línea roja, es que los ciudadanos estarán diciendo qué pasa con esta gente, que ni se va ni dan explicaciones", ha apostillado.

También, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha hablado en esta dirección, aunque sin dar nombres propios por "responsabilidad". "¿Quién va a confiar en una investigación llevada a cabo por responsables políticos que han estado al mando cuando este escándalo se ha producido?", ha cuestionado el diputado morado acerca del control interno previsto en el seno del centro de inteligencia.

"Para restablecer la confianza, no solo de los socios de legislatura, sino muy especialmente de la ciudadanía española, pasa porque esas investigaciones y esa depuración en los servicios secretos se lleve a cabo bajo un liderazgo muy diferente", ha zanjado toda vez que ha anunciado su rechazo a la comparecencia de Sánchez, al menos de momento, ya que "no se puede sustanciar todo en esa petición". "Hay cosas que van antes", ha añadido.

Por otro lado, fuentes parlamentarias han señalado que PSOE, PP, Vox y Cs han rechazado la comisión de investigación sobre el escándalo solicitada por Unidas Podemos y los partidos independentistas. El propio Gómez ha amparado el rechazo de su grupo (ha unido sus votos a los de las derechas) en las diferentes vías propuestas por el Ejecutivo para dilucidar lo sucedido, esto es, la comisión de secretos y el control en el seno del CNI, además de las explicaciones de Margarita Robles en la Comisión de Defensa.