Este artículo se publicó hace 2 años.
Los ciudadanos suspenden un debate del estado de la nación crispado, poco útil y alejado de sus necesidades
El Centro de Investigaciones Sociológicas publica una encuesta sobre el debate parlamentario. Un 64,1% de los encuestados lo consideran poco o nada útil, y un 68,6% cree que ha sido un debate de críticas, reproches y acusaciones.
Madrid--Actualizado a
La ciudadanía percibió el debate del estado de la nación como un foro cargado de tensión, crispación y reproches; alejado de sus necesidades reales; poco útil y carente de propuestas. Esto es lo que recoge la encuesta publicada este martes por el Centro de Investigaciones Sociológicas acerca del debate que se celebró la pasada semana en el Congreso tras seis años sin que tuviera lugar.
El trabajo de campo de la encuesta se realizó entre el 14 y el 16 de julio a casi 1.600 personas de prácticamente todo el territorio del Estado. La conclusión más positiva del debate (y la única) es que un 48,6% de los encuestados consideran que fue muy interesante o bastante interesante; mientras que un 47,8% consideran que fue poco o nada interesante.
Esta división tan clara de opiniones no vuelve a tener lugar en el estudio del CIS en las siguientes preguntas, que muestran que la mayoría de la ciudadanía percibió de forma negativa el debate por diferentes cuestiones que atañen tanto a su contenido y desarrollo como a la desconfianza que la sociedad civil muestra hacia la política.
Más de un 50% de los encuestados consideran que durante el debate no se trataron temas que preocupan a los españoles, mientras que un 44,8% sí que identificaron esos temas en las intervenciones de los distintos dirigentes políticos.
Un 64,1% cree que el debate fue, en términos generales, de poca utilidad, y solo un 32,6% lo vio como un debate útil. La encuesta refleja que un gran porcentaje de los encuestados manifiesta no haber seguido la sesión plenaria por diferentes motivos, entre los que destacan la necesidad de la ciudadanía de "atender a otras prioridades u obligaciones", pero también la percepción de un contexto político marcado por la crispación que espanta cada vez más a la sociedad civil.
Un 33,1% de los ciudadanos consultados no siguieron el debate porque les desagrada la confrontación política o porque directamente manifiestan no tener interés por la política. Además, un 68,6% (una de las cifras más contundentes del estudio del CIS) cree que ha sido un debate de críticas, reproches y acusaciones, mientras que solo un 16,4% cree que ha sido un debate de propuestas en un tono constructivo.
Más de un 50% también considera que el desarrollo del debate del estado de la nación fue bastante o muy conflictivo. Ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ni el resto de parlamentarios que intervinieron en la sesión plenaria salen bien parados en el estudio.
Ni Sánchez ni Gamarra lograron transmitir mensajes que apuntaran hacia la "confianza en el futuro" o que dieran certidumbre a la ciudadanía, aunque los encuestados le reconocen al líder del Ejecutivo que fue "propositivo" que conoce los problemas del país y que tiene iniciativa política.
Hay una gran división de opiniones a la hora de afirmar que Sánchez mostró "sensibilidad hacia los problemas de los españoles", tuvo "sentido práctico" y supo "encajar las críticas" de la oposición". Una mayoría importante de los encuestados consideran que el presidente no fue "realista" en el debate.
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