Vamos a recordar, si os parece, cinco de los momentos más significativos que han sucedido en los medios de comunicación durante este año 2022, y que hemos analizado aquí en La Base.

Este es un buen ejemplo de lo que es la progresía mediática en España. El 24 de junio, decenas de personas fueron brutalmente asesinadas en la frontera de Melilla. La Sexta dice que fue "en el lado de Marruecos" (que es mentira). "Asalto violento" (los violentos eran los migrantes; la actuación policial que acabó en la muerte de decenas de personas en ningún momento de califica de esa manera). "Asalto masivo", dice La Sexta, que añade que lograron cruzar 133 personas.

124.000 ucranianos habían llegado a España para esas fechas. Pero no escucharéis hablar en La Sexta de llegada "masiva" en referencia a los ucranianos, aunque sean 1.000 veces más numerosos. Los migrantes solo son una "masa", solo son "masivos", si son negros. Y La Sexta además seguía hablando en esa pieza de "cinco muertos" (que es mentir), cuando ya había pasado todo un día desde la masacre y todo el mundo había podido ver los vídeos que demostraban que las personas muertas eran decenas.

Nuevo ejemplo elocuente de lo que representa la progresía mediática. Volvíamos de las vacaciones de agosto, y el ocho de septiembre falleció la Reina de Inglaterra a los 96 años. La Sexta lo cuenta estilo norcoreano. "Sensación de orfandad, era parte de la familia de todos los británicos", "la persona a la que siempre hemos admirado", llantos desconsolados, "reverencia, deber, honor, valentía, respeto", "la reina de todo el mundo", "una mujer única", "como otra madre, como otra abuela", se ganó la admiración de todos, un icono en nuestras vidas, los alumnos sienten mucho su muerte". Acojonante.

Vamos ahora fuera de España para los últimos dos momentos que os recuerdo este jueves. Uno de septiembre, Buenos Aires. Un tipo llamado Fernando André Sabag Montiel intenta pegar un tiro en la cara a la vicepresidenta Argentina, Cristina Fernández, aunque falla porque la pistola se le encasquilla. En Argentina muchos no dudaron en buscar las causas de fondo de que pudiera pasar esto en los discursos de odio vertidos durante años por el poder mediático: como "progresía mediática", "derecha judicial, derecha mediática", que ahora lo dicen hasta en la SER, en El Mundo o el propio presidente del Gobierno. El diccionario de La Base. En fin. 

Otro ejemplo: el presentador del canal de televisión peruano PBO se jactaba de la participación de su propio medio de comunicación, y en concreto de su reportera, Analex, en la detención del presidente de Perú. Uno de los momentos más surrealistas que he visto últimamente en una televisión, y que nos hizo reír bastante aquí en La Base. Reír, por no llorar, en realidad, porque la cosa es grave. 

Termino esta sección de despedida del año recordando que hay un periodista, Pablo González, que lleva diez meses encerrado en una cárcel de Polonia sin que ningún responsable diplomático de este país haya hecho prácticamente nada por sacarle de ahí, y recibiendo una escasa solidaridad por parte de la profesión. A nosotros no se nos olvida.