Este artículo se publicó hace 6 años.
AragónCinco claves de la lucha por el poder en el pueblo más corrupto de España
Una moción de censura con rancios motivos como la reivindicación de la fe católica, el rechazo al memorialismo y el apoyo a los festejos taurinos sacude la vida cotidiana en La Muela, el pueblo zaragozano en el que la burbuja estalló con la estremecedora marca de un corrupto por cada 170 vecinos
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La política ha desatado la enésima tormenta política y social en La Muela, el pueblo zaragozano que se convirtió en paradigma de la corrupción urbanística municipal, cuyo ayuntamiento DEBÍA celebraR este lunes el pleno de la moción de censura presentada por los siete concejales de PP (3), Par (3) y Ciudadanos (1) contra el actual alcalde, Adrián Tello, de Chunta Aragonesista (Cha), que gobierna en minoría absoluta con otro edil de Cha y el apoyo de PSOE (1) y Ganar (1).
El poder sigue desatando luchas en un pueblo que con las 29 condenas de la operación Molinos estableció una estremecedora marca de un reo de corrupción por cada 170 vecinos, a la que se suma el hecho de que dos de sus cinco alcaldes democráticos hayan pasado por la cárcel y otro se haya sentado en el banquillo. Estas son las cinco principales claves de la disputa.
2.200 euros de deuda por vecino
La Muela, un pueblo situado en plena estepa a 26 kilómetros de Zaragoza, ha quintuplicado su población al pasar de 1.098 a 5.238 vecinos en las dos últimas décadas, las mismas en las que su polígono industrial Centrovía se consolidaba como uno de los más potentes de Aragón y las mismas durante las que los 500 aerogeneradores de su término municipal rivalizaban con las grúas de los albañiles como imagen emblemática.
Sin embargo, ninguno de esos dos negocios, ni el ladrillo ni la energía, son hoy boyantes: desde 2008 nadie ha promovido nuevas urbanizaciones, las licencias se reducen, con escasas excepciones, a reformas en casas y naves industriales y las perspectivas de nuevos parques eólicos se reducen a los seis aerogeneradores que el Gobierno de Aragón contempla autorizar en el término municipal.
Y las cuentas del consistorio siguen sin ser boyantes, ni mucho menos, pese a su evidente mejora: el dinero de las cuentas municipales, tras levantar embargos por 7,4 millones, supera los 4,5 (cuatro más que hace dos años y medio), mientras la deuda, refinanciada, suma 11,5 millones (2,5 menos que en 2015) que arrojan una media de casi 2.200 euros por vecino.
Muchos de ellos, por otra parte, siguen pagando elevados recibos de contribución (IBI) al ser propietarios de campos y huertos de secano que, tras las reclasificaciones de suelo de los años de la burbuja, se convirtieron formalmente en suelo urbano.
"No logro entender el motivo"
"No logro encontrar el motivo por el que han presentado la moción de censura", explica Tello, que considera que los concejales del Par y el PP "quieren volver a gobernar ahora que se han arreglado las cuentas y que hemos conseguido que el ayuntamiento tenga un funcionamiento normal", algo que incluye volver a recibir subvenciones de la comunidad autónoma y la Diputación.
"Son 800.000 euros al año que se dedican mayoritariamente a temas sociales, cuando la pasada legislatura era la mitad, y eso lo están notando los vecinos", explica el alcalde, que destaca "el revuelo" desatado por el anuncio de la moción, que incluyó una concentración de protesta con más de 400 asistentes y eslóganes como "La Muela digna: no a la moción de censura".
"No salía tanta gente a la calle ni en tiempos de la Operación Molinos", señala, mientras apunta que "la gran mayoría de los votantes históricos del Par se ha posicionado contra la moción" que encabeza ese partido.
Seis motivos de censura, y 54 más
La moción de censura propone como candidato a Carlos Rodrigo (Par) con el apoyo del PP, encabezado por Marisol Aured, alcaldesa en minoría en la anterior legislatura, y del edil de Ciudadanos, expulsado a principios de legislatura por su partido por su apoyo inicial a Tello, algo en lo que coincidió con los aragonesistas.
La moción se basa en seis puntos que acusan al alcalde de incumplir "constantemente" los "mandatos democráticos de las mayorías plenarias", de favorecer "la división social y el enfrentamiento", de crear "desigualdades y discriminaciones entre vecinos", de no proteger el patrimonio y de no respetar "las costumbres, las tradiciones" ni los protocolos municipales.
Junto con esa media docena de reproches, los grupos censores han firmado un documento con alusiones a 54 discrepancias, algunas de ellas de poso rancio, como la acusación de haber "agitado y dividido a los vecinos, reviviendo el odio de las muertes de la Guerra Civil, sin sentido para un pueblo de paz en el que nadie se preocupaba de eso", por el apoyo del alcalde a iniciativas memorialistas.
Otras de cariz similar consisten en recriminarle "no respetar las costumbres, los protocolos ni la religión cristiana y las costumbres de vecinos con esta", aunque suele asistir a las misas de los dos patrones, San Antonio y San Clemente; o haber "eliminado tradiciones queridas por los vecinos en fiestas sin consensuarlo, como son la suelta de vaquillas por las calles" o "la coordinación con los socios del casino para actos".
Cuatro expulsados y una moción en manos del juez
La moción ha encontrado una inesperada oposición en la dirección del Par, la formación bajo cuyas siglas gobernó durante dos décadas Mariví Pinilla (16 años y medio de prisión, 74 de inhabilitación y 10.681.000 euros en multas por 14 delitos de corrupción y fraude fiscal), que el viernes decidió expulsar a sus tres concejales alegando que no habían informado de una iniciativa que desaprueban a año y medio de las municipales.
Su paso al grupo de No Adscritos, además de situar a este como el más numeroso de pleno con cuatro concejales, ha hecho finalmente que la moción decayera, ya que la Ley Orgánica del Régimen Electoral (LOREG) eleva las firmas necesarias para presentarla en tantos votos como ediles hayan cambiado de grupo político; es decir, en diez en un pleno de once tras la expulsión.
los exediles del Par, que acusan al partido de saltarse las normas internas de procedimiento con una expulsión-exprés, anuncian que recurrirán ante los tribunales su expulsión, tras la que Tello seguirá como alcalde.
"El partido no nos deja aplicar el programa"
"Aunque digan que estamos expulsados, no lo estamos porque no se ha seguido el procedimiento", explica Rodrigo, que recuerda cómo "en las elecciones nos quedamos a 64 votos de ganar y ahora nuestro partido no nos deja aplicar el programa con el que nos presentamos y con el que limpiamos el nombre del Par" tras la etapa de Pinilla.
Rodrigo, por otro lado, sostiene que sí habían informado a la dirección: "Lo hicimos en julio y tuvimos el beneplácito para la moción, pero la paramos porque Aured estaba encausada y no nos pareció ético presentarla entonces".
"No vamos a desistir, la moción es cuestión de tiempo, de dos meses o de lo que tenga que tardar. Y si no es posible, ejerceremos una oposición férrea", señala esta, alcaldesa la pasada legislatura y recientemente absuelta de prevaricación, fraude y malversación de caudales por la renegociación de la contrata de recogida de basuras.
“Hemos de pensar por el pueblo y dejar atrás las diferencias personales. La Muela no recuperará la normalidad hasta que superemos el fantasma de la era Pinilla”, mantiene, mientras culpa al alcalde de no consensuar los presupuestos y de obviar los acuerdos ganados por la oposición. “Se le dijo [a Tello] que presentara una moción de censura”, añade.
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