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'Chemsex', del tabú al abordaje directo: las claves para una intervención pionera

El 'Programa Albatros', impulsado por Más Madrid, es una iniciativa integral y multisectorial diseñada para intervenir de manera innovadora y efectiva las realidades de esta práctica.

Hombre tras una lámina de plástico (Archivo)
Hombre tras una lámina de plástico (Archivo). Freepik

Para muchos, el chemsex puede parecer un término técnico y distante, pero detrás de cada estadística y cada propuesta política hay historias humanas que merecen ser contadas. Tomemos el caso de Matías, un madrileño de 32 años que, como muchos otros, encontró en esta práctica un refugio momentáneo frente a las presiones sociales y personales. Matías −que en realidad no se llama así, pero prefiere mantener su nombre oculto− comenzó con citas esporádicas de chemsex como una vía de escape, sin prever cómo estas prácticas afectarían a su vida. Las drogas y el sexo, en un principio, se convirtieron en el antídoto a su soledad y las situaciones de exclusión social que había enfrentado desde que era pequeño, pero pronto vio cómo su mundo se desmoronaba cuando las sesiones se hicieron cada vez más frecuentes y el control se volvió un recuerdo lejano.

La práctica de chemsex se define como el uso de drogas en contextos sexuales, especialmente entre hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH). Se trata de una actividad cuyo boom llegó a nuestro país en la década de 2010 y cuyas consecuencias están ya causando una preocupación significativa. De hecho, fue declarado como un problema de salud pública en Madrid y Barcelona en 2017. Sin embargo, apenas existen programas de atención e intervención integral para abordarlo, tanto a nivel nacional como internacional. 

El 'chemsex' fue declarado como un problema de salud pública en Madrid y Barcelona en 2017

Suiza, por ejemplo, ha implementado un programa de análisis de drogas conocido como Drug Checking Service, permitiendo a los usuarios verificar la composición de sus drogas y evitar el consumo de sustancias nocivas. Alemania, por su parte, ha aprobado una legislación que permite programas similares, contribuyendo a la reducción de daños y a la educación de los usuarios. Mientras que en el Reino Unido propuestas como Chemsex Support ofrecen asesoramiento y recursos directos a los involucrados en estas prácticas. Estos ejemplos han sido la base del enfoque que aspira a introducir Más Madrid con el Programa Albatros, orientado a una atención integral y multidimensional, que la formación presentó el pasado miércoles en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.  

El Albatros es un programa "pionero", destacan sus responsables, pues trasciende el modelo de actuaciones planteadas hasta ahora, "siempre limitadas a un aspecto específicos". En este sentido, existen documentos técnicos sobre el chemsex, como el elaborado por el Ministerio de Sanidad, o iniciativas locales, pero "limitadas a áreas concretas" y "no logran integrar todas las variables sociales que afectan a una persona que lo practica". Su enfoque camina en sintonía con la propuesta de la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida), que el pasado mes de abril publicó la Guía de Buenas Prácticas para la Prevención y Abordaje del 'Chemsex'  donde recopila estrategias eficaces para la prevención y abordaje de este fenómeno, asociado a un mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS).

Uno de los pilares fundamentales del programa −en el que también han participado las diputadas Jimena González y Marta Carmona− es la prevención, construida sobre una base sólida de educación y concienciación. "Es crucial que la educación y la concienciación lleguen a todas las personas, para evitar que prueben estas sustancias y queden atrapadas," señala Ovi Leonarte, autor del programa, en una conversación con Público. Además, el sociólogo destaca la importancia de un debate público libre de estigmas y sensacionalismo, que permita informar a la población de manera precisa y sin prejuicios. Ello implicaría contar con la colaboración de organizaciones comunitarias como Imagina Más, Apoyo Positivo, y COGAM, que ya tienen experiencia trabajando con estos usuarios.

Para aquellas personas que ya están involucradas en el chemsex, el programa propone una estrategia de detección y atención temprana. "Es esencial que la gente pueda hablar abiertamente de ello, sin miedo al estigma, para que se pueda ofrecer un tratamiento especializado desde el principio," subraya Leonarte. Esto incluye la formación y capacitación de profesionales de la salud, sociales y de seguridad, para que puedan reconocer y tratar adecuadamente estos casos.

Ovi Leonarte: "Es crucial que podamos hablar del 'chemsex' abiertamente y ofrecer apoyo real a quienes lo necesiten para evitar que las personas se degraden en soledad"

El Programa Albatros también pone un fuerte énfasis en la reducción de daños, frente a la "persecución o represión," lo que supone la creación de sistemas de tratamiento adaptados a las realidades de las drogas emergentes y el establecimiento de análisis anonimizados y gratuitos de drogas para reducir los riesgos de sustancias adulteradas. Además, el sociólogo destaca la necesidad de fortalecer la solidaridad dentro de la comunidad LGTBI+: "Es crucial que podamos hablar de estos temas abiertamente y ofrecer apoyo real a quienes lo necesiten para evitar que las personas se degraden en soledad", afirma.

El plan de Más Madrid incorpora la creación de espacios seguros tanto físicos como virtuales, proporcionando apoyo psicosocial, consejos frente a la adicción, y alternativas de ocio accesibles en "horarios clave". Además, contempla levantar una línea de apoyo confidencial operada por profesionales capacitados, accesible las 24 horas del día.

A nivel regional, se planea establecer un centro de excelencia y una red nacional para abordar la salud sexual, mental, el chemsex y las adicciones. Colaborando con organizaciones comunitarias y profesionales de la salud, estos centros proporcionarían servicios de alta calidad basados en la evidencia y adaptados a las necesidades específicas de la población LGTBI+ .

Un aspecto llamativo del programa es la armonización de los límites de consumo personal de sustancias, para evitar la criminalización inconsistente y fomentar un enfoque legal más equitativo. Esto implica revisar y ajustar las cantidades consideradas como consumo personal, basándose en datos empíricos que reflejen los patrones de consumo actuales.

En la normativa actual "las cantidades asignadas como dosis diaria para las drogas emergentes no reflejan de manera fidedigna los patrones reales de uso, resultando en una aplicación desequilibrada de la ley que perjudica a los consumidores de estas sustancias comparados con aquellos de drogas más establecidas", advierte el documento. En este sentido, la cooperación internacional es otra pieza clave del programa. Inspirados por el Chemsex Forum en Europa, Más Madrid aspira a que con este programa se puedan intercambiar las mejores prácticas y colaborar en investigación con otros países.

El 'Plan Albatros' implementaría un enfoque especial para prevenir y tratar agresiones sexuales en el contexto del 'chemsex'

Además, el plan implementaría un enfoque especial para prevenir y tratar agresiones sexuales en el contexto del chemsex. Esto incluye campañas de concienciación, mejoramiento de los procedimientos de denuncia y un fuerte acompañamiento a las víctimas. La armonización de las políticas estatales permitirá un enfoque más efectivo y equitativo, garantizando que las respuestas se adapten a las realidades locales y estigmas específicos del colectivo LGTBI+.

Hace apenas un par de meses, el PSOE presentaba en el Congreso de los Diputados una iniciativa para estudiar y abordar esta "problemática". La proposición no de ley socialista abogaba por promover campañas de concienciación sobre los riesgos asociados al chemsex, así como crear un grupo de trabajo para el estudio de esta práctica sexual para que, después, sus conclusiones se incluyeran en la Actualización de la Estrategia Nacional sobre Adicciones.

Aunque, de momento, ninguna de estas iniciativas se han materializado, sí han servido para sentar una base −pensada bajo un prisma interseccional− desde la cual construir un abordaje que podría situar al país a la vanguardia mundial.

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