Este artículo se publicó hace 5 años.
Cambio de Gobierno en MelillaDiscos duros, papeles y joyas: el nuevo presidente de Melilla denuncia el saqueo en el Gobierno tras 19 años de mandato del PP
Eduardo De Castro asegura que se han eliminado grabaciones de seguridad clave y que está a la espera de un informe de la Policía para llevarlo ante Fiscalía; su antecesor, Juan José Imbroda, le da 24 horas para que aclare qué han robado los 'populares' supuestamente o interpondrá una querella contra él.
Irene Quirante
Melilla--Actualizado a
Nadie dijo que el Partido Popular fuera a poner fácil su salida del Gobierno en Melilla tras concluir un mandato que ha durado 19 años con Juan José Imbroda a la cabeza. Cinco días después de ser investido como nuevo presidente de la Ciudad Autónoma —con los votos a favor de los diputados de PSOE y Coalición por Melilla (CpM)—, Eduardo De Castro —único dirigente de Ciudadanos que ha obtenido representación—, comparecía este miércoles en la que fue su primera rueda de prensa oficial tras publicarse su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Lo hizo para denunciar lo que, según dijo, había encontrado nada más instalarse en el despacho de Presidencia: discos duros “robados a la fuerza”, “llaves de cajas fuertes que no aparecían”, objetos institucionales “sustraídos” y “muchísima documentación” desaparecida.
Antes de que se llevase a cabo la inspección del Palacio de la Asamblea, De Castro ya tenía “sospechas” de que podrían haberse cometido irregularidades en las horas posteriores a su investidura: “Había despachos —en la noche del sábado— con las luces encendidas en horas inusitadas y sin que se sepa qué estaban haciendo, aunque nos lo podemos imaginar”.
Según reveló el actual jefe del Ejecutivo local, una o varias personas relacionadas con el anterior Gobierno habrían “robado” el disco duro que contenía las grabaciones de las cámaras de seguridad de varios despachos, entre ellos el que ha estado ocupado por Imbroda en las dos últimas décadas. “Se han llevado el disco duro y eso, desde el punto de vista penal, es un robo con fuerza en las cosas”, manifestó.
De Castro añadió que también “han desaparecido objetos institucionales de valor”, como placas y medallas de oro que pertenecían a la Ciudad Autónoma. No obstante, matizó que todavía tenía que consultar el inventario del Palacio de la Asamblea para corroborar cada uno de los elementos que se echan en falta e interponer una denuncia.
"Se han llevado hasta las banderitas que hay en las mesas de los despachos"
“Se han llevado hasta las banderitas que hay en las mesas de los despachos: ha sido un familiar del antiguo presidente, en una bolsa. Ha salido por la puerta y lo hemos visto”, declaró la máxima autoridad local, sin llegar a aportar nombres. Por otro lado, De Castro sostuvo que hubo que “llamar al orden” para que se devolvieran unas llaves “que en principio no aparecían” y corresponden a dos cajas fuertes. Asimismo, incidió en que el nuevo Gobierno se ha encontrado los “cajones vacíos” y echa en falta “muchísima documentación”.
Ante esta serie de indicios de irregularidades, De Castro avanzó que el Ejecutivo local emprenderá acciones judiciales. De hecho, aclaró que están siendo revisadas las grabaciones de otras cámaras del interior del Palacio de la Asamblea para identificar “a las personas” que habrían saqueado la sede del Gobierno de Melilla. El presidente señaló que esperaba recibir en menos de 48 horas un informe elaborado por el jefe de la Policía Nacional de Melilla que recoja el contenido de los visionados para aportarlo en comisaría o, directamente, ante la Fiscalía. Y advirtió: “El que haya participado en esto, si lo probamos, lo va a pagar”.
Imbroda da 24 horas a De Castro
Pocas horas después de que compareciera la máxima autoridad local, lo hacía su antecesor. Imbroda convocó el miércoles por la tarde a los medios en la sede de su partido, del que sigue siendo presidente, para avisar a De Castro de que si en un plazo de 24 horas no aclaraba qué “joyas, elementos institucionales y cosas” habían sido supuestamente robadas por los populares, recibiría una denuncia y tendría que dar explicaciones en los tribunales.
El expresidente del Ejecutivo local defendió que todo lo que había recogido del que seguía refiriéndose como su despacho eran pertenencias personales. “Las placas en las que ponía que eran para el presidente de la Ciudad las he dejado; las que ponía que eran para Juan José Imbroda me las he llevado yo”, explicó.
Por otro lado, aseveró que “claro” que se había quedado con los papeles que había en Presidencia porque, insistió, eran suyos y no se los iba a dar al nuevo jefe del Gobierno de Melilla. “Son papeles de 19 años que tengo que clasificar y de los que voy a publicar cosas”, dijo. Según Imbroda, toda la documentación puede ser localizada porque “hay una administración electrónica y todo es transparente”.
Asimismo, el que fuera presidente de la Ciudad hasta hace una semana negó que hubiera cámaras de seguridad en el despacho de Presidencia. Indicó que había una en la puerta para controlar quien llamaba y que su contenido era de “consumo interno”, dando por zanjada la polémica.
Imbroda criticó que en los primeros días como jefe del Ejecutivo local De Castro se hubiera dedicado a “cambiar cerraduras, a cesar, a no dejar que los consejeros y viceconsejeros entren en los despachos y a buscar quién se ha llevado las cámaras, quién ha robado o qué se han llevado”. Al parecer del popular, su sucesor en el Gobierno de Melilla está demostrando ser “una birria de presidente”.
Piden anular la elección de De Castro
Aunque De Castro ya es oficialmente el presidente de Melilla, PP y Vox están solicitando la anulación de su elección y que se proceda al nombramiento de Juan José Imbroda, al que consideran único candidato legítimo a la Presidencia. Según la tesis que defienden ambos partidos, en el audio de la sesión plenaria del sábado no se escucha que De Castro se postule como candidato, sin embargo, según apuntan, el de Ciudadanos aceptó la responsabilidad de ser el nuevo jefe del Gobierno local después de que los diputados de PSOE y CpM votaran por él.
Este es un punto que el jefe de Gobierno local ha negado y ha insistido en que, aunque las grabaciones no captaran nítidamente el sonido, sí que se postuló como presidente, que es un requisito imprescindible para optar al cargo.
Un reguero de escándalos
Aunque pese a los populares de Melilla, su salida del Gobierno es una realidad y ha tenido lugar tras dos décadas de gestión ensombrecida por escándalos políticos, el último más sonado, una supuesta compra de votos a cambio de puestos de trabajo negociada por el hijo de Imbroda en un despacho de la sede del PP local, destapada por Público. El traspaso de poder entre Imbroda y De Castro ya dejó para la posteridad el resquemor del primero, captado por las cámaras durante el saludo —por llamarlo de alguna manera— tras la votación de investidura el pasado sábado.
Bajo el mandato de Imbroda se han producido detenciones entre sus altos cargos –como la de Francisco Díaz en 2016, quien era viceconsejero de Festejos hasta hace unos días– y la apertura de dos macrocausas judiciales –conocidas como Ópera y Tosca, que a su vez cuentan con varias piezas separadas– en las que están investigadas varias personas del anterior Ejecutivo local por la supuesta asignación de contratos públicos a dedo a determinadas empresas y por la supuesta comisión de delitos de prevaricación, cohecho, malversación de fondos públicos y falsificación.
También ha habido sentencias condenatorias. La que fuera consejera de Bienestar Social entre los años 2003 y 2015, María Antonia Garbín, fue condenada en 2017 por el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla como autora de un delito continuado de prevaricación administrativa. Se le impuso la pena de diez años de inhabilitación para cargo público, una condena que posteriormente fue ratificada por la Audiencia Provincial de Málaga con sede en la ciudad autónoma.
En sus últimos meses de Gobierno, el PP melillense también ha tratado de sofocar polémicas que le afectaban de lleno, como la filtración del mencionado vídeo grabado con cámara oculta en el que aparecía el hijo de Imbroda negociando supuestamente la compra de votos a cambio de puestos de trabajo. (La grabación fue filtrada por CpM, cuyo número uno, Mustafa Aberchán, entre otros dirigentes de su partido, fue condenado en 2018 por el caso Voto por correo, que también investigaba la compra de votos a cambio de puestos en los planes de empleo. Esta sentencia está recurrida y todavía no es firme. Exmiembros del PSOE melillense también están condenados por este caso).
El escándalo más reciente tiene que ver con las grabaciones reveladas por Cadena SER en las que se escucha al exdirector del puerto de Melilla y exmiembro de la Ejecutiva del PP local, José Luiz Almazán, pidiendo en 2009 al entonces director de Zona de Obra Civil de la empresa OHL, Paulino Hernández, que pagase “400.000 euros para las europeas del PP” e insistiendo en que había que buscar la forma de “darle un cierto gusto a mis jefes”. Audios de los que los populares melillenses intentan desvincularse a toda costa.
Con este panorama, el nuevo Gobierno dice estar dispuesto a abrir las ventanas y sacudir alfombras, como ha expresado De Castro en sus primeras entrevistas como presidente. Y para ello tiene claro cuál va a ser una de sus primeras medidas: realizar una auditoría externa que revele en qué estado se encuentran las cuentas de la Ciudad Autónoma de Melilla tras casi 20 años del PP. Aunque para eso ya cuente con el respaldo del resto de partidos que integran el Ejecutivo local, se enfrenta al reto de una legislatura en la que serán imprescindibles los acuerdos para que puedan prosperar las políticas locales. No parece que vaya a ser fácil.
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