Altri, la fábrica de celulosa apadrinada por la Xunta y José Blanco que pone en pie de guerra a dos comarcas gallegas

El anuncio de la multinacional papelera lusa Altri de que planea construir un fábrica de fibras textiles de celulosa en la localidad lucense de Palas de Rei ha puesto en pie de guerra a las comarcas de A Ulloa y de Arousa, donde nace y desemboca el Ulla, el río que la empresa planea explotar para garantizar su proceso industrial.

El proyecto ya ha sido avalado por la Xunta, que lo declaró en diciembre pasado de interés estratégico para Galicia, reduciendo así la burocracia y los plazos de autorización necesarios para su puesta en marcha, y está patrocinado por la empresa Acento Public Affairs.

Se trata de una sociedad de consultoría especializada en hacer lobby frente a las administraciones públicas fundada por José Blanco, natural de Palas de Rei, exsecretario de organización del PSOE y ministro en los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero. La lidera el propio Blanco junto al también exministro Alfonso Alonso, del PP, que lo fue en los ejecutivos de Mariano Rajoy.

"El proyecto es un monstruo que causará una devastación total en nuestra comarca", asegura Patricia Villarino, responsable de comunicación de la plataforma Ulloa Viva, que agrupa a vecinos y asociaciones ecologistas que rechazan la planta.

Medio centenar de alegaciones

Villarino asegura que hasta ahora sólo han tenido acceso a la información publicada por la Xunta en el Diario Oficial de Galicia. Es decir la declaración de interés estratégico, a la que han presentado medio centenar de alegaciones; el informe de impacto ambiental, y la declaración de utilidad pública, contra las que también planean presentar recursos.

Según esa documentación, Altri ocupará una superficie de 366 hectáreas, es decir diez veces más de la extensión sobre la que se asienta la fábrica de celulosas de Ence en Pontevedra, que durante decenios contaminó con mercurio la ría de esa ciudad.

La planta de Altri en Palas tendrá una una chimenea de 75 metros de altura que, según la plataforma, emitirá azufre y gases tóxicos que provocarán lluvia ácida en un radio de entre 10 y 30 kilómetros alrededor de su ubicación.

El complejo, que estará a un kilómetro del Camino de Santiago, captará 46 millones de litros diarios del agua del Ulla en el embalse de Portodemouros, que serán transportados a la fábrica a través de 12,5 kilómetros de tuberías que afectarán a unas 800 fincas privadas o mancoumadas. La empresa devolverá al río 30 millones de litros de agua tras un proceso de depuración.

"El agua estará contaminada"

"El proyecto dice que ese tratamiento 'cumplirá los estándares legales', pero eso no significa que lo que va a verter al río sea agua limpia. Estará contaminada", alerta Villarino.

El Ulla, el quinto río de Galicia por caudal y longitud, nace en el municipio de Antas de Ulla, y desemboca a 137 kilómetros de distancia en la ría de Arousa. De él se abastecen también de agua potable once municipios de esa zona repartidos entre las provincias de A Coruña y Pontevedra, situados al norte y al sur de ese estuario.

La plataforma en defensa da ría, formada por mariscadoras, pescadores y asociaciones ecologistas y vecinales, advierte de los riesgos sobre la salud de la población (cerca de 150.000 personas) y de los peligros sobre el medio ambiente y sobre la producción marisquera.

"Es una actividad [la de Altri] que demanda agua en tales volúmenes que no va a ser sostenible", aseguró el biólogo Xaquín Rubido, portavoz del colectivo, en una reunión conjunta de las plataformas de A Ulloa y Arousa la semana pasada. "Va a destruir la ría de Arousa y va a provocar el desabastecimiento de las poblaciones que en estos momentos captan agua del Ulla para beber", dijo.

La Xunta de Alfonso Rueda celebró la llegada de Altri a Galicia calificando su proyecto como "vital para la transformación industrial de Galicia" y asegurando que crearía 2.500 empleos. Pocos meses después, José Blanco rebajó esa cifra a 1.500. Según Ulloa Viva esos cálculos son una exageración interesada porque el proyecto interior de la planta sólo prevé cuartos de baño para 200 trabajadores.

La fábrica, cuya inversión está estimada en 850 millones de euros, fue uno de los proyectos seleccionados por el Gobierno gallego como proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte)  susceptible de recibir hasta un 25% de financiación europea a través de los fondos Next Generation. "Si a nosotros nos dieran 200 millones de euros, sí crearíamos miles de puestos de trabajo. Y sin contaminar", ironiza Villarino.

Altri es la segunda productora de papel más grande de Portugal (la primera es Navigator), y según los afectados por su proyecto gallego ya tiene otras tres plantas de celulosa en Portugal que habrían sido sancionadas por verter contaminantes al río Tejo (el Tajo a su paso por ese país).

Altri pertenece al grupo Cofihold, de cuya división de medios, Cofina, que gestiona varios periódicos, revistas y canales de televisión, también es accionista desde noviembre del año pasado el futbolista Cristiano Ronaldo.

Greenfiber

Público se ha dirigido a Altri para obtener su versión sobre el impacto de su planta de celulosa en Palas de Rei del que advierten sus detractores, petición que los responsables de comunicación de la empresa han trasladado a Greenfiber, la compañía gallega a la que se ha asociado para promover el proyecto. Al cierre de este artículo, ésta no había respondido.

En realidad, Greenfiber son dos sociedades. Una con ese nombre fundada en junio de 2023, y Greenfiber Development, que hasta el año pasado se denominaba Greenalia Solar Power El Patio y que se dedicaba al negocio fotovoltaico como filial de Greenalia.

Greenalia es propiedad del empresario Manuel García y una de las compañías punteras en Galicia en el sector de las energías renovables. Está presidida por José María Castellano, exmano derecha de Amancio Ortega en Inditex, y en su consejo de administración se sientan dos exaltos cargos de la Xunta: Antonio Couceiro, que fue conselleiro de Industria con Manuel Fraga, y Beatriz Mato, también exconselleira, responsable de Medio Ambiente e Infraestructuras en los ejecutivos de Alberto Núñez Feijóo.

El pasado enero, Altri se hizo con el 75% de Greenalia Solar Power El Patio, que pasó a denominarse Greenfiber Development después de que García inyectara 3 millones de euros en el proyecto de la celulosa y diera entrada en la compañía como apoderados a los miembros de la cúpula de la papelera portuguesa.

400.000 toneladas de celulosa y otras 250.000 de lyocell

Las plataformas contrarias al proyecto de Altri acusan a la compañía de simular bajo la etiqueta verde de proyecto supuestamente sostenible de fibra biotextil "una celulosa convencional de actividad altamente contaminante". La factoría tendrá capacidad para producir 400.000 toneladas al año de pasta de celulosa y 250.000 toneladas de lyocell, un tejido semisintético fabricado a partir de la fibra de madera.

"Devorará cada año 1,2 millones de toneladas de eucalipto", asegura Patricia Villarino, para añadir que ese nivel de consumo de madera precisa de una enorme multiplicación de los cultivos de esa especie foránea, que ha invadido los montes gallegos desde que llegaron sus primeras semillas hace unos 175 años.

Las importó de Australia a mediados del siglo XIX el monje ilustrado Rosendo Salvado, y desde entonces ya ocupan en Galicia más de 409.000 hectáreas. Es decir cerca de un tercio de toda la superficie arbolada del país.

Altri ha anunciado que esta misma semana iniciará una ronda de reuniones informativas con los vecinos de los municipios afectados, pero estos aseguran que hasta ahora sólo tienen noticia de algunas convocatorias llegadas a los medios de comunicación, no a sus colectivos.