El acuerdo de investidura que firmaron este lunes en Madrid el PSOE y el BNG recoge un compendio de medidas para Galicia que permiten a la formación nacionalista rentabilizar con resultados concretos el diputado que tiene en el Congreso y a los socialistas sumar un apoyo más para Sánchez.

Pero con el país en precampaña para las autonómicas, previstas para julio y que probablemente se adelantarán a marzo, el pacto representa también un ensayo de la entente que los dos partidos deberán poner en marcha si quieren convencer al electorado de que existe alternativa al PP en la Xunta.

BNG y PSOE ya gobernaron Galicia en coalición entre 2005 y 2009 bajo el mando del socialista Emilio Pérez Touriño, con un Ejecutivo que desarrolló políticas progresistas ambiciosas que pusieron fin a la era de Fraga. Pero el mandato estuvo plagado de desavenencias y trasladó en buena medida a la ciudadanía la sensación de que cada parte del Gobierno iba por su lado.

Aunque en las autonómicas de 2009 PSOE y BNG superaron en votos al PP de Feijóo, éste se hizo con la presidencia de la Xunta por un solo escaño de diferencia.

El pacto suscrito ahora entre ambas formaciones establece compromisos firmes en muchas de las reivindicaciones de las que el Bloque ha hecho bandera en los últimos años: infraestructuras, financiación, traspasos de competencias, autogobierno, reconocimiento del gallego, similar trato y estatus que Euskadi y Catalunya, saneamiento de las rías, descuentos en las autopistas de la red estatal, puesta en marcha de una red ferroviaria de cercanías...

Medidas que adelantan si no el proyecto, sí la dirección que tomaría una Xunta gobernada de nuevo en coalición.

De la escenificación del acuerdo también se deduce que los dos partidos también quieren usar la foto del pacto como visualización de sus intenciones.

La portavoz. nacional del BNG, Ana Pontón, acudió a la firma acompañando al diputado Néstor Rego, y por la parte socialista estuvieron la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, y el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, persona de confianza de Pedro Sánchez y que forma parte de su equipo negociador para la investidura .

El PP de Alfonso Rueda gobierna hoy Galicia con los 42 diputados que heredó de Feijóo -la mayoría absoluta son 38-. El BNG tiene 19 diputados y el PSOE 14. La incógnita es si Rueda, que carece del tirón de Feijóo pero que ha logrado construirse un perfil de político amable, pulcro y eficaz gracias al manejo de los medios públicos y al apoyo editorial de los privados, podrá renovar su cargo.

Las encuestas auguran un descenso del PP aunque manteniendo una ligera ventaja que le permitiría conservar el Gobierno, y adelantan un nuevo crecimiento del BNG y también del PSOE.

También avanzan la posible entrada en el Parlamento de Galicia de Sumar, a pesar de que la formación de Yolanda Díaz todavía no ha designado candidata, y aún no han registrado el impacto del anuncio del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, de que presentará a los comicios a su partido, Democracia Ourensana.

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