Este artículo se publicó hace 7 años.
Podemos pide apagar el aire en el Parlamento andaluz para debatir el calor en las aulas
Los partidos denunciarán en la Cámara autonómica “los problemas de climatización” de los colegios andaluces que han obligado a acortar las clases, mientras la Junta plantea por primera vez instalar aparatos de aire acondicionado
Daniel Cela
-Actualizado a
El Gobierno andaluz ha adoptado una decisión sin precedentes para afrontar la ola de calor que vive estos días la región y que ha disparado el termómetro por encima de los 40 grados: autorizar que los alumnos andaluces falten a clase los últimos días del curso escolar. La decisión es “excepcional” y “voluntaria”, dependerá de los padres que quieran y puedan dejar a sus hijos en casa, y no computará como falta injustificada.
La Junta advierte de que esta medida no se prolongará más de 72 horas. La mayoría de centros de Infantil, Primaria y Secundaria ya han terminado los exámenes finales y celebran estos días fiestas de fin de curso y de graduación. Pero la casuística es muy diversa: el curso acaba esta semana en algunas provincias andaluzas, pero en otras no lo hará hasta la próxima semana, y aún hay institutos que se encuentran en fase de exámenes finales o de repeticiones.
La Consejería de Educación ha enviado esta circular a las 4.500 escuelas de Andalucía después de varios días de protestas por parte de asociaciones de padres y madres de alumnos y de profesores que han ido denunciando lipotimias, mareos y vómitos de chavales afectados por un golpe de calor, y han ido colgando en las redes sociales imágenes de críos sentados en los pasillos, en el salón de actos, en los baños o en cualquier espacio más fresco que las aulas. El sindicato CCOO anunció que enviaría a sus delegados de prevención a cursar reclamaciones urgentes ante la Inspección de Trabajo en aquellos centros que superen los 27 grados centígrados dentro e las aulas para “evitar riesgos en la salud” de alumnos, profesores y resto de trabajadores.
La decisión de la Junta ha calmado temporalmente las protestas de padres y sindicatos, que aceptan la medida, pero ha abierto un segundo frente entre los partidos de la oposición. PP, Podemos, Ciudadanos e IU han denunciado “la falta de previsión y planificación” del Gobierno andaluz, y prevén llevar el asunto esta semana al Parlamento. La coordinadora regional de Podemos, Teresa Rodríguez, ha querido ir más allá y este miércoles propondrá a la Mesa de la Cámara que la próxima sesión plenaria se desarrolle sin aire acondicionado, como un “gesto simbólico” que equipare las condiciones de trabajo en el Parlamento a las que están sufriendo las escuelas.
Teresa Rodríguez pedirá a la Mesa que se apaguen “unas horas” los aparatos de refrigeración del hemiciclo para que sus señorías comprueben qué significa tener que trabajar con este “calor insoportable”, como les ocurre a los maestros andaluces y a sus alumnos. No es la primera vez que el partido morado confronta “lo que pasa en la calle y en los despachos”, denunciando lo que considera “privilegios” de la clase política que no están al alcance de la “gente normal”. El resto de grupos le afea esta “demagogia”, incluso IU le recuerda que “de lo que se trata es de igualar por arriba, no por abajo”.
Todos los partidos han afeado al Gobierno andaluz que no haya previsto planes de climatización para picos de calor como los que se están viviendo este mes de junio, y “que no son nuevos en Andalucía”. Pero Podemos ha sido el más beligerante con la decisión de autorizar a los estudiantes que falten a clase. Rodríguez califica de “vergonzosa” la actuación de la Consejería de Educación porque “va en contra de la conciliación familiar”.
Ciudadanos, el partido que sustenta al Ejecutivo de Susana Díaz, presentará una moción con 20 propuestas para mejorar la climatización de los colegios andaluces. Y el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, ha registrado una pregunta de máxima actualidad para la nueva consejera de Educación, Sonia Gaya, sobre la situación de “calor insoportable” que viven los colegios. Maíllo ha advertido a la consejera de que no todos los centros están en condiciones de precipitar el final del curso ni todas las familias pueden permitirse dejar a sus hijos en casa debido a sus horarios laborales.
Ventiladores en los centros
Gaya, que proviene del mundo sindical de la enseñanza y está acostumbrada a presionar a la consejería por cuestiones como ésta, dirige ahora un departamento delicado en el que apenas lleva una semana al frente. Su departamento ha reaccionado, seguido muy de cerca por Presidencia, para evitar que el cabreo de las familias y los maestros desatase uno de esos incendios imprevisibles en la escuela, una minicrisis que empieza por algo aparentemente coyuntural y termina con protestas masivas en las calles. Las imágenes de chavales estudiando en el suelo de sus colegios difundidas en redes sociales ha sido determinante para que la Junta abordara este tema como un asunto de extrema gravedad.
La consejera de Educación ha llevado este martes al Consejo de Gobierno un informe sobre los problemas de climatización en las aulas, donde se plantean las primeras líneas de actuación a corto medio y largo plazo. La Junta realizará un diagnóstico de todos los centros escolares de Andalucía para determinar cuáles precisan de una intervención más urgente que otras -sin descartar la instalación de aparatos de aire acondicionado, como había hecho la anterior consejera del ramo-.
Este mismo verano se prevén obras de acondicionamiento en varios centros y se barajan otros recursos de climatización, como toldos u otros mecanismos de sombra. A partir de septiembre, una vez hecho el diagnóstico, se pondrá en marcha un protocolo de intervención más a largo plazo para evitar que una nueva ola de calor sobrevenida obligue a interrumpir el normal desarrollo de las clases.
El debate sobre si es necesario instalar aire acondicionado en las escuelas de Andalucía no es nuevo, y tampoco es un debate de blancos o negros. Hay expertos que no recomiendan este sistema de climatización dentro de las aulas porque generan problemas respiratorios en los chavales (sobre todo en los más pequeños) y problemas de voz en los profesores. La Junta no asume el gasto de la compra e instalación de aparatos de aire acondicionado, pero hay escuelas que lo han puesto por su cuenta, gracias a la aportación de los padres de sus alumnos.
En algunos de esos centros, el problema posterior ha sido que se ha disparado el recibo de la luz, que sí debe asumir cada colegio del fondo para gastos de funcionamiento que le transfiere la Consejería de Educación. Por último, está la complejidad de las infraestructuras escolares andaluzas, que en muchísimos casos tienen más de 40 años. Hay colegios que son edificios protegidos y no pueden instalar aparatos de aires en sus fachadas, y hay escuelas tan antiguas que sus aulas ni siquiera están habilitadas para retener el aire frío.
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