Opinión
Premios Machirulo 2022
Por Oti Corona
Maestra y escritora
-Actualizado a
Quién nos iba a decir que, a punto de terminar el primer cuarto del siglo XXI, tendríamos que batallar con cavernícolas a los que hay que explicar ideas tan superadas como que está mal pegarle a tu mujer o que queda feo amenazar con violar a las chicas. El año que se va nos ha dejado una buena cosecha de machunos, y es justo que se destaque a los mejores. Hoy inauguro la primera edición de los Premios Machirulo 2022. Quédense con la cifra porque de vez en cuando les parecerá que estamos en 1950.
El ganador absoluto en la categoría Bocazas Patológico es José María Alonso, decano del Colegio de Abogados de Madrid. El decano, con esa seguridad con la que hablan esa clase de señores aunque no tengan ni pajolera idea de lo que dicen, lanzó el escupitajo de salida a estos premios en los primeros días de enero al manifestar que no quiere una justicia feminista como no quiere una justicia machista. ¿Cuántas décadas llevamos explicando que feminismo no es lo contrario que machismo? ¿Cinco? ¿Veinte? Ni se sabe. Pues ahí está él, en un acto público al ladito de la ministra de igualdad, para declarar semejante gilipollez sin sonrojarse siquiera.
En la modalidad Esmegma Sport, el galardón es para el entrenador del Rayo Vallecano femenino, Carlos Santiso, un prenda que pidió a sus ayudantes que participasen en una violación colectiva para parecerse a los muchachos del Arandina. Quién mejor que un sujeto que bromea con la agresión sexual a una niña de quince años para liderar a un equipo de mujeres. Fuerte el aplauso.
El premio Monseñor, destinado al clero, ha recaído en el Papa Francisco. El buen hombre llamó deslenguadas a las suegras y vino a decir que si siempre se comenta que son malas, es que lo son. También exigió a las nueras un esfuerzo para hacer felices a las madres de sus esposos. ¿Podría haber pedido ese esfuerzo a los hijos en vez de a las nueras? Claro que sí, pero entonces se habría quedado sin premio.
Para nuestros muchachotes de las redes se ha creado la categoría Peste Inceltuber. Esta ha sido la distinción más difícil de otorgar, dada la cantidad de tipos que se ganan la vida soltando disparates machistas a través de canales diversos. Por no darles más famita de la que ya han disfrutado, nombraré solo al ganador indiscutible: El Xokas. Por si alguien aún no lo conoce, es el que tiene colegas que no beben pero invitan a beber a las chicas y, cuando están colocadas, jaja, se las llevan al catre. Todo un Don Juan dos punto cero.
En las nominaciones a la Grima Televisiva encontramos a Ortega Cano, que hace poco nos mató de asco al asegurar en televisión que quería ir “a por la niña” porque “mi semen es de fuerza”. El angelito pretendía enamorar a su esposa que, por lo que sea, puso pies en polvorosa y a las pocas semanas anunció su divorcio. El premio se lo lleva Risto Mejide, que dejó atrás a todos sus rivales al afirmar aquello de que cambiar pañales tiene cero valor añadido. Para qué va a cambiar él los pañales de su hijo si tiene a mano a Laura Escanes. Bueno, jeje, tenía. Esta moza también salió por patas, y yo que me alegro. Ahora solo queda desear que quien sea que esté aguantando a Mejide cuando se cague encima –porque, créanme, un día u otro todos nos cagamos encima– esté de acuerdo con eso del cero valor añadido.
En la categoría Doctoros, el galardonado es Antonio Aguado, Presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, que se percató de pronto de que la medicina es una profesión feminizada y al pobre le dio un chungo: que si las mujeres tienen que atender a sus hijos, que si los embarazos, que si la casa…Un horror para la profesión médica. A ver si empieza a espantarse por lo poco que se implican los varones en la crianza y en la limpieza; igual así sale ganando esa profesión que tanto ama y, de paso, las mujeres.
Cómo será el nivel de la categoría Gentuza Casposa que los del Elías Ahuja, aquellos cayetanos que gritaban cerdadas a sus vecinas de colegio mayor, se han conformado con un segundo puesto. El trofeo se lo llevan los militares del Bruc que sortearon una mujer para celebrar el Día de la Purísima. Qué tranquilizador que estos individuos sean los defensores de la patria, ¿verdad?
Y hasta aquí los premiados de 2022. Ojalá 2023 no nos dé tantos disgustos pero mucho me temo que la gente normal –como yo, sin ir más lejos– alberga pocas esperanzas de que la cosa mejore en los próximos meses. Feliz año y que el feminismo nos acompañe.
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