Opinión
COP24: la política contra el clima
Por Juan López De Uralde
Juan López de Uralde
Comienza en Katowice (Polonia) la Cumbre del Clima (COP24) en un escenario político internacional muy preocupante: al ascenso a la presidencia de Estados Unidos del negacionista climático Donald Trump, se une ahora, en Brasil el triunfo de Jair Bolsonaro, quien ha asegurado que el cambio climático es una “conspiración marxista”. Sus agendas políticas xenófobas y contrarias a los derechos humanos, coinciden también en ser negacionistas del cambio climático. Se trata de dos países clave e imprescindibles para que la agenda climática sea efectiva, por lo que las políticas globales para frenar el cambio climático se están viendo muy gravemente mermadas por el ascenso del negacionismo político.
Este escenario político se produce cuando precisamente el órgano científico de Naciones Unidas para el clima (IPCC) acaba de advertir de que estamos en la cuenta atrás, y que es imprescindible mayor ambición en la lucha contra el cambio climático. La capacidad de amortiguar el cambio climático se agota, y el objetivo de evitar un aumento de 1,5 ºC requiere de una acción urgente y ambiciosa que cada vez parece más alejada.
El éxito de la Cumbre de Katowize dependerá de que los países adopten compromisos mucho mayores de los actuales. En la actualidad, con los compromisos adoptados en el Acuerdo de París, en 2015, las temperaturas medias aumentarían por encima de los 3 º C. Un objetivo muy alejado de lo que la ciencia nos está recomendando. Esa acción urgente y decidida no parece estar ni siquiera cercana, y el tiempo se agota.
Aquí, en España, ya han surgido los “bolsonaros” y los “trump” en la figura del extremoderechismo de Vox. Cuando ya parecía que el fantasma del negacionismo se alejaba, una vez dejado atrás Rajoy y su primo, irrumpe este partido cuya aproximación al cambio climático es que, simplemente, no existe. Es el único partido español que no hace ninguna referencia al mismo en su programa electoral. Ya sabemos qué se puede esperar de ellos.
La política no está ayudando a defender el clima. El desgraciado avance de la extrema derecha global se está cebando con las políticas de defensa ambiental. Hace unos días Donald Trump respondía a un informe de la Casa Blanca sobre el impacto del cambio climático en Estados Unidos con un breve “no me lo creo”. Es terrible.
Dicho esto, la negociación internacional debe seguir y la presión ciudadana también. La acción política no puede pararse por la presencia de estos nefastos personajes. Nada debe impedir los avances en la Cumbre de Katowize porque ya no hay tiempo para mas retrasos.
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