La Fiscalía italiana pide que Juana Rivas se quede con la custodia de su hijo menor
La defensa de la madre granadina afirma que así lo avala la memoria que el Ministerio Público ha presentado ante el tribunal que decidirá con quién debe vivir Daniel.
Madrid-
La situación de Juana Rivas, la custodia y protección de su hijo menor, Daniel, sigue en el centro de una batalla legal que está a punto de alcanzar un momento decisivo. La Justicia italiana deberá pronunciarse este viernes sobre si el niño debe vivir con su madre, en España, o permanecer con su padre, Francesco Arcuri, acusado de violencia machista y procesado por maltrato infantil contra sus dos vástagos. Público ha podido confirmar a través de Carlos Aránguez, abogado de Rivas, y Paqui Granados, asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena –desde el que se la viene prestando atención, asesoramiento y apoyo desde junio de 2016–, que la Fiscalía italiana ha respaldado y ha pedido que Daniel resida con su madre.
"La Fiscalía ha finalizado su investigación y, en noviembre de 2024, emitió un auto de procesamiento contra Arcuri. Esto significa que hay indicios suficientes de delito como para que sea llevado a juicio", recuerda Granados. En este contexto, el informe presentado por el fiscal en el caso de la custodia civil refuerza la necesidad de que Daniel viva en España, lejos de una figura paterna que, según recoge el Ministerio Público, representa un riesgo directo para su integridad física y emocional.
La Sala de lo Mercantil de la Corte de Apelación de Cagliari, sobre la que ha recaído el caso, determinará el futuro del menor a partir de este informe, la memoria presentada por la abogada de los menores y lo que alegue la defensa de Arcuri.
El pequeño de los niños ha estado obligado hasta ahora a vivir en Carloforte, con su padre, porque seguía sin ejecutarse la sentencia de la Corte Suprema de Casación, que resolvió que los hermanos no podían vivir separados. Tampoco se había adoptado medida cautelar alguna para su protección, a pesar de que la Fiscalía concluyó en noviembre que Arcuri había sometido, tanto a Daniel como a su hermano mayor Gabriel, a repetidos episodios de "violencia física, vejaciones, insultos y amenazas". De hecho, el pasado 6 de diciembre el menor fue a declarar "de la mano de su padre". "Ese niño está bajo coacción constante", lamenta Paqui Granados.
Ya en junio de 2022, como adelantó la periodista Marisa Kohan en este medio, la Fiscalía envió un escrito al tribunal civil, "relatando algunos de los malos tratos que ambos menores habían recibido de Arcuri en los últimos cuatro años (...) añadiendo que dichos comportamientos son "absolutamente inadecuados e indican una personalidad inclinada al uso de la violencia". En ese texto, la Fiscalía recomendaba que se traspasara la custodia de los niños a Juana Rivas y que se autorizara "el traslado con efecto inmediato" de los dos menores "a la residencia de su madre", en Granada.
Aquel año, cuando Daniel fue escuchado por primera vez en Italia, el fiscal y la forense determinaron que el niño estaba mintiendo al declarar que "su padre era bueno con él", recuerda Granados, que "lo decía bajo presión". Cuando volvió a hablar el pasado diciembre la situación era similar. De hecho, el menor mantuvo una versión parecida ante el tribunal cagliaritano, hasta que este 7 de enero, cuando pudo declarar lejos del yugo de Arcuri, confesó el "terror" y el "miedo" que le producía el hecho de regresar con él. Palabras a las que la jueza de guardia de Granada dio credibilidad y tras las cuales dictó las medidas cautelares que han permitido que el pequeño permanezca en casa, al calor de su madre y su hermano mayor.
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