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Tradición, cuestión religiosa y sumisión de la mujer: la mutilación genital femenina, una lacra global muy lejos de erradicarse

Los últimos informes de UNICEF revelan que la práctica está disminuyendo a nivel global, pero aumentando en los países donde hay más tradición.

Imagen de archivo de utensilios utilizados para la mutilación genital femenina
Imagen de archivo de utensilios utilizados para la mutilación genital femenina. WORLD VISION

Más de 230 millones de niñas y mujeres en todo el mundo han sufrido mutilación genital femenina (MGF), según el último estudio publicado por UNICEF este año. De acuerdo a los datos anteriores de la organización, de 2016, los casos que se conocen de esta práctica, lejos de disminuir, han aumentado en un 15%. O lo que es lo mismo: hace ocho años había 30 millones menos de casos de ablación genital, o al menos no se tenía constancia de ellos.

Esta práctica, muy ligada a la clandestinidad y llevada a cabo, habitualmente, en países con medios sanitarios limitados, supone la muerte anual de más 44.000 menores. Además, en los lugares donde es más común se trata de la cuarta causa principal de muerte, después de las infecciones entéricas, respiratorias o la malaria, como apunta otro estudio de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido.

El estudio de UNICEF, paradójicamente, también revela que esta práctica, a nivel global, está disminuyendo. Datos que tienen una explicación, según analiza en declaraciones a Público Asha Ismail, fundadora de la asociación Save a Girl, Save a Generation, que combate esta lacra. Entre los diversos factores se encuentran "el aumento de la natalidad, que la MGF continúa haciéndose y que hay muchos países donde esta práctica ya existía, pero no habían recogido y publicado datos hasta ahora. Con todo esto, la cifra sigue siendo alarmante", explica Ismail.

Porcentaje de mujeres que han sufrido MGF en África

Mientras países como Sierra Leona, Maldivas o Burkina Faso han reducido esta práctica en más de un 30% durante los diez últimos años; otros como Somalia, Sudán o Mali continúan estancados y sin avanzar.

En países como Etiopía, el Gobierno trata de realizar avances en la materia, pero estos son muy lentos. Las perturbaciones climáticas, las enfermedades y la inseguridad alimentaria, según el informe de UNICEF, están dificultando la ejecución segura de programas de apoyo a las niñas. En otros países como Gambia, sin embargo, se están dando pasos atrás y el pasado 20 de marzo el Gobierno votó a favor de un proyecto de ley para derogar la prohibición de la mutilación genital femenina, que se había prohibido 20 años antes.

Sin bien esta práctica ya ha sido prácticamente erradicada en buena parte del mundo, muchos países de diferentes territorios, como algunas zonas de Europa, África, Asia, Oriente Medio o América Latina continúan muy lejos de suprimirla. "No es solo África y no son los países completos. A veces, son solo algunas tribus dentro de un país", explica Ismail.

Asha Ismail: "La realidad de estas prácticas es el control de la sexualidad femenina"

"Actualmente se habla de 92 países donde se dan esta prácticas, en algunos casos se debe a la migración, pero también hay otros donde es tradicional, como Georgia, Colombia, Rusia, Yemen o la India". Estos territorios, sin embargo, no aparecen en los informes, que suelen poner el foco en África subsahariana, según la experta. Por este motivo, Ismail es clara: "Es un problema global, al que se debe dar una respuesta global".

También existen casos de familias que deciden mutilar a sus hijas y viajan para poder hacerlo, ya que sus países de residencia cuentan con restricciones que pretenden erradicar esta práctica. La ONU advierte de las llamadas "vacaciones de corte", que cada vez son más frecuentes, no solo en países limítrofes, sino también en lugares como la UE, EEUU, Reino Unido y Canadá.

Mutiladas en la infancia

Las mujeres que sufren MGF suelen ser mutiladas en su infancia, incluso cuando son bebés, o durante la adolescencia. "Lo practican desde los cero hasta los 15 años, pero depende de la situación de la familia, su origen, su religión, sus costumbres... No hay una edad establecida y cada vez hay más casos de mayores de 15 y de 18 años", comenta Ismail.

Al mencionar los motivos de la ablación genital, Ismail es clara: "La religión no tiene absolutamente nada que ver con la MGF". Según la fundadora de Save a Girl, Save a Generation, se tiene constancia de que esta práctica comenzó a darse en el año 200 a.C., antes de que llegaran las religiones mayoritarias. "Algunas religiones y líderes religiosos se lo han apropiado, lo han incorporado a su pensamiento, pero la MGF no aparece reflejada en libros como la Biblia o el Corán". Además, entre las comunidades donde se da esta práctica hay muchas religiones distintas, lo que evidencia aún más esta falta de relación, según la activista.

Imagen de archivo de una concentración en contra de la mutilación genital femenina, en Madrid
Imagen de archivo de una concentración en contra de la mutilación genital femenina, en Madrid. Carlos Luján / Europa Press

Históricamente, se hablaba de "una manera de curar la histeria en mujeres" o de "purificación". Sin embargo, Ismail concluye tajante: "La realidad detrás de estas prácticas es someter a la mujer, controlar la sexualidad femenina".

La importancia de la estabilidad y la economía

Más educación y la implicación desde los Gobiernos a nivel global son algunas de las soluciones que plantea Ismail para poner fin a esta lacra global. Sin embargo, la cuestión económica también es importante a la hora de situar cuáles son los países donde las mujeres están más sometidas a la mutilación genital.

Según UNICEF, los países donde la erradicación de la MGF queda más lejos suelen estar sujetos a conflictos, crisis o problemas medioambientales, que, además, provocan un crecimiento demográfico más acelerado y menos control sobre lo que se lleva a cabo en la sociedad. En estos lugares, por lo general, los recursos de sanidad y educación acaban siendo destinados a las políticas de gestión de crisis, por lo que se acaban interrumpiendo los programas de erradicación de la MGF.

En total, cuatro de cada diez supervivientes de la MGF viven en entornos con situaciones complejas, según UNICEF. Esto se ejemplifica en países como Somalia, el lugar donde más mujeres han sido mutiladas, y donde ya hay más de tres millones de desplazados climáticos y cientos de muertos por hambruna, fruto de la crisis económica que atraviesa el país.

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