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Prisión permanente revisable por violar y asesinar a una menor en una ciudad de Jaén

Se trata de la primera sentencia que conlleva la máxima pena de cárcel dictada por esta audiencia provincial.

El acusado sale de la sala de vistas de la Audiencia tras la lectura del veredicto que le declara culpable, en Jaén.
El acusado sale de la sala de vistas de la Audiencia tras la lectura del veredicto que le declara culpable, en Jaén. Europa Press

La Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a un hombre de 25 años a prisión permanente revisable por agredir sexualmente y después asesinar a Khawla, una niña de 14 años. Así, este tribunal dicta por primera vez la máxima pena de cárcel, de acuerdo con la solicitud de la Fiscalía y la acusación particular.

Los hechos sucedieron en la ciudad de Alcalá la Real, situada en la provincia jienense, en febrero de 2022. La sentencia consta de 54 páginas y ya ha sido remitida por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Por el delito de agresión sexual a una menor, el procesado, Nazzaryn N.N., ha recibido 15 años de cárcel y, como accesoria, la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto directo con menores de edad.

Además, no podrá comunicarse con la familia de la víctima ni acercarse a una distancia inferior a 500 metros durante 20 años. También deberá indemnizarla con 355.000 euros y correr con los gastos en el proceso de la acusación particular.

La condena incluye la concurrencia del atenuante de confesión, pero sintoniza casi en su integridad con la petición que había realizado la Fiscalía, mientras que la defensa había solicitado una pena de cuatro años de cárcel por homicidio imprudente y otros cinco meses de prisión por profanación de cadáver al entender que la agresión sexual fue posterior a la muerte.

Fue el pasado 30 de mayo cuando el jurado popular declaró al acusado culpable de asesinato y agresión sexual, con la atenuante de confesión en los dos delitos. Durante su declaración, el violador justificó el fatal desenlace en el llamado "juego de la asfixia" al que, según dijo, la víctima se había sometido "de manera consentida". En su testimonio describió que esta práctica consistía en apretar el cuello o el pecho hasta perder el conocimiento.

Los psicólogos, forenses y guardias civiles que declararon en el juicio afirmaron que el procesado actuó "con frialdad y actitud chulesca" para violar y asesinar a la menor. La madre la víctima aseguró que su hija y el acusado no se conocían antes del 15 de febrero de 2022, cuando tuvieron un primer encuentro inicialmente en grupo en casa de una compañera de clase de ella.

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