La Policía libera a 16 mujeres que eran obligadas a prostituirse en Sevilla y Cádiz

La Policía Nacional ha detenido este viernes a diez  miembros de una organización proxeneta en una operación desplegada en las localidades de Utrera (Sevilla) y Rota (Cádiz), que ha finalizado con la liberación de 16 mujeres que eran forzadas a ejercer la prostitución. Se dedicaban a "captarlas" de otros países, transportarlas al territorio nacional y obligarlas a ejercer la prostitución durante las 24 horas de los siete días de la semana, según ha informado Antonio Talaverón, portavoz de la Policía Nacional

En la operación se han desmantelado dos plantaciones de marihuana con más de 1.000 plantas, dos laboratorios para el tratamiento de la sustancia e incautado alrededor de 24.000 euros en efectivo, 600 gramos de TUSI, 800 gramos de MDMA, un fusil de asalto AK-47 simulado y varios vehículos de alta gama.

Los diez miembros de la organización criminal ya han sido detenidos y se les acusa de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, tráfico de drogas, delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

El grupo contaba con un organización bien definida donde dos mujeres eran las encargadas de contactar con otras mujeres extranjeras, trasladarlas a España y llevarlas a los prostíbulos, lugares donde el jefe las obligaba a realizar prácticas "abusivas, gravosas y desproporcionadas". 

Las mujeres eran obligadas a estar disponibles las 24 horas de los siete días de la semana, consumir drogas y solo cobraban un 25% del dinero por los servicios, mientras el resto iba destinado a los jefes o a pagar la deuda por haber viajado a España, que alcanzaba los 7.000 euros. Además, se encontraban bajo un control permanente mediante cámaras de seguridad y solo podían salir al exterior si iban acompañadas.

La investigación policial comenzó tras tener conocimiento la Policía Nacional de la situación de especial vulnerabilidad que estaban padeciendo varias mujeres que ejercían la prostitución en dos locales sitos en las localidades de Utrera y Rota. Además, desde un principio se supo que los locales donde las mujeres eran forzadas a prostituirse, también eran puntos de venta de drogas.