El acosador de Paula Bonet, Víctor G., ha sido condenado a tres años de internamiento psiquiátrico y diez de alejamiento. La sentencia es condenatoria por tres delitos: acoso, amenazas de violación descuartizamiento y muerte, y quebrantamiento de medidas cautelares. Carla Vall, su abogada, se muestra "feliz" de haber podido hacer justicia por su defendida y de poder recordar que "en esta sociedad no hay espacio para la misoginia".

¿Cómo está Paula Bonet?

Por fin, después de tres años de lucha incansable, descansando un poco. Los casos de acoso son difíciles de trabajar porque van sucediendo hechos nuevos, se tiene que ampliar denuncia tras denuncia, tienes que volver a declarar y, por lo tanto, provoca un desgaste muy superior a otros casos

¿Cómo valoran la sentencia?

La valoramos muy positivamente. Se recogen todos los hechos que denunciamos en la fase de instrucción. Se recoge el acoso de una forma muy minuciosa, se recogen también los capítulos de misoginia, que nos han afectado mucho en este caso. Su mensaje no era solamente el de imponer su presencia constantemente a nivel presencial, por las redes sociales o por correo electrónico. También había un manifiesto. Había un mensaje claramente antifeminista, misógino, que queda recogido en uno de los correos electrónicos que mandó.

El caso de Bonet no es el único. ¿Cuántas víctimas se han puesto en contacto con ustedes, a raíz de su caso?

Entre 15 y 16 mujeres, con distintas intensidades, hechos y con una progresión en el tiempo, que han tenido alguna problemática con este hombre. Al principio se daban conductas que eran más bien incómodas, hasta las conductas que han sido puramente delictivas.

Con esta sentencia tan clara, ¿qué mensaje se lanza a la sociedad?

Yo creo que el mensaje que lanzamos es muy potente. Primordialmente, no nos importaba si había una cárcel muy alta o no. Lo que nos importaba, precisamente, era poner freno a una carrera delictiva que está implicando a muchas mujeres. A través de la publicación de su foto nos dimos cuenta de que había muchas más mujeres de las que imaginábamos afectadas por las actuaciones de este hombre.

¿Con esta sentencia, les decimos a las víctimas y a los agresores que el acoso tiene consecuencias?

Absolutamente. Muchas mujeres han podido ponerle una etiqueta a lo que venían sufriendo. Yo creo que es muy importante porque también hay muchos hombres que han podido confrontar a otros hombres que conocen diciendo: "Esto que tú haces se parece mucho a esto".

El odio y el acoso a las mujeres en redes sociales parecía impune.

A la propia Paula le dijeron en una consulta anterior que no iba a conseguir nada con esto del género y que se olvidara. Hemos visto que trabajando bien se puede demostrar que el acoso en clave de género tiene unas consecuencias tan graves como son estas. Muchas veces pensamos que no va a entrar en la cárcel, pero hay que pensar que la condena es para un internamiento en centro. Es algo muy importante. Son consecuencias  muy extremas y un precio a pagar muy alto para el autor del delito.

Tal y como ha comentado, un abogado le había dicho a Bonet que el caso no tiraría adelante si no había ningún robo. Ustedes, en cambio, sí que lo han conseguido.

Se dan varios factores. El primero es que tenemos a una súper superviviente que ha podido sostener un proceso que ha sido muy difícil. Nos ha dado el margen para poder trabajar. Después, que hemos podido dedicar mucho tiempo, muchas horas, a acreditar todo lo que estábamos diciendo que estaba ocurriendo. Por ejemplo, monitorizando todos los tweets que hacía él para poder aportarlos en las actuaciones. Normalmente, no se dispone de tanto tiempo ni de tantos recursos para enjuiciar a alguien. Yo estoy acompañada de tres compañeras que me permiten tener el margen de maniobra suficiente y cubrirme en todo aquello que necesito.

El acosador defendía que era cortejo y no acoso. No obstante, tal y como demuestra la sentencia, la misoginia estaba muy presente en todo el acoso.

En la fase de instrucción intentamos abrir la vía de que era un delito de odio contra las feministas. No se pudo sostener porque en ese momento necesitábamos más tiempo y no se podía alargar más emocionalmente este proceso. Yo estaba convencida de que había una voluntad clara de atacar a Paula como una referente feminista. Hemos presenciado tweets con un manifiesto de desprecio hacia todo lo que era feminista, carteles del 8-M con un cúter encima o mails que le remitía a Paula diciéndole que el feminismo impedía las relaciones normalizadas entre hombres y mujeres.

¿Usted defiende que su discurso es propio del movimiento incel?

No tengo ninguna duda. De hecho, si leemos algunos de los libros teóricos en este ámbito como el de Susanne Kaiser, Odio a las mujeres, vemos muchos puntos en común. Durante el proceso formulé varios escritos en este sentido porque lo tenía clarísimo. En el ejercicio de su última palabra, dijo precisamente que le repugna el feminismo y que le repugnaba Paula Bonet. Debemos saber que no se trata de un movimiento que necesariamente esté organizado y que esté relacionado con más hombres, sino que normalmente funcionan como los lobos solitarios.

Tanto usted como Bonet han puesto su cuerpo para luchar contra la violencia machista.

Paula ahora necesita un espacio reservado para ella y para sus alumnas, con una paz que no han podido tener en los últimos meses. Creo que merece tener el espacio para recuperar su vida pública y su vida como artista: como pintora, como escritora, que es maravillosa y que se ha visto privada de todo ello durante estos meses. Uno de los argumentos en sede judicial fue precisamente que se había utilizado este caso de violencia contra Paula para hacernos famosas, para promover nuestras carreras profesionales. Me parece prácticamente un insulto, teniendo en cuenta que Paula había hecho infinidad de obras, infinidad de libros. Paula tiene la oportunidad de reivindicar su obra más que nunca y, además, porque nos ha hecho un regalo para todas.

Están recibiendo decenas de mensajes de apoyo y reconocimiento. ¿Cómo lo están gestionando?

Está siendo muy emocionante. Los mensajes que hemos recibido son súper bonitos. Tanto de mujeres que están atravesando situaciones similares y que se han visto reconocidas en ello, como también de muchas otras compañeras que en otros puntos del planeta están batallando por los derechos de las mujeres. Incluso en países donde es todavía más dificultoso.